Jaime Figueras termina el Camino de Le Puy

Acabo de recibir un mail que más parece un telegrama (no es extraño teniendo en cuenta que los teclados en Francia tienen algunas letras cambiadas de lugar). Dice: “Saint Jean Pied de Port. Objetivo cumplido. Maravilloso. 720 km. Os quiero a todos. Jaime”. Jaime Figueras se puso en contacto conmigo hace algunos meses. Me dijo que las webs godesalco.com (de mi amigo Arturo) y gronze.com le habían animado a planear el Camino de Le Puy. Me alegro por la parte que me corresponde. Quedamos un día para tomar un café, y así tuvimos una agradable y larga charla sobre éste y otros caminos. Desde que se jubiló de su profesión llevaba andados más de tres mil kilómetros por distintos Caminos de Santiago. Le insistí en que el primer tramo del Camino de Le Puy, los primeros 10 o 12 días, transcurren por senderos en pleno macizo central francés, y que los desniveles nada tienen que ver con el camino en España. Que quizá fuera mejor no ir solo. No me hizo ni caso. Me contó que él y sus amigos, todos con 70 años o más, salían a la montaña cada miércoles, hiciera sol o granizara. Y que cada año se iban a esquiar una semana a los Alpes, a Zermatt concretamente. Gracias a su profesión de ingeniero industrial domina bien el francés, una excelente virtud para este camino de la que un servidor careció. Jaime, felicidades. Conociéndolo, estoy seguro de que habrá hecho excelentes amistades a lo largo de estos 29 días de camino. Foto: El río Lot a su paso por Espalion. En un mail posterior Jaime añadía: Como rápido resumen os diré que estoy maravillado de haber recorrido estos 750 Km. a mis 74!!! años sin el más mínimo problema a pesar de la meteorología a veces no muy propicia y del mucho barro encontrado en la segunda parte del trayecto hasta Roncesvalles. He comprobado en persona lo interesante que es este recorrido en todos los aspectos y lo bien organizados que están los gîtes para atender al peregrino. Efectivamente El principio del trayecto es el más interesante. Quiero destacar el Aubrac y Conques, que no tienen desperdicio.