Alcaracejos
Villaharta | » 33.7 km » | Alcaracejos | » 3 km » | Villanueva del Duque | |
Etapa 20: Villaharta - Alcaracejos | Etapa 21: Alcaracejos - Hinojosa del Duque |
Notas destacadas
La villa dispone de tiendas, bares, restaurantes y varios hostales, así como un pequeño albergue municipal de 6 plazas, sencillo pero correcto (conviene avisar previamente a la encargada). |
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El nombre de la localidad parece derivar del árabe al-qariya (aldea o alquería), si bien también podría tratarse de una deformación fonética de al-qasr (alcázar, fortaleza). Levantada sobre una antiquísima encrucijada de caminos, Alcaracejos recibió el título de villa en el año 1488. En 1649 se declaró una terrible epidemia de peste, donde perdieron la vida dos terceras partes de sus habitantes. |
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Los dulces típicos de Alcaracejos son los tirabuzones, unas cintas enrolladas de masa fina que suelen elaborar las mujeres de la Cofradía de la Virgen de los Dolores; su receta es un secreto familiar que pasa de madres a hijas. |
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Durante la Fiesta de la Matanza, que se celebra entre enero y febrero, se puede ver el proceso de despiece del cerdo y cómo se elaboran los diferentes productos derivados del mismo (morcillas, chorizo…). La cría del cochino era un pilar fundamental de la economía familiar, como podremos comprobar en el Museo de la Matanza, que incide en la dimensión cultural de esta tradición; las visitas, que incluyen degustación de productos locales, deben concertarse por teléfono. |
Cultura e Historia
Alcaracejos, localidad situada en la comarca de Los Pedroches, nació durante la Edad Media alrededor de una encrucijada de caminos. El nombre parece derivar del árabe al-qariya (aldea, alquería), si bien también podría ser fruto de una deformación fonética de al-qasr (alcázar). La población obtuvo el título de villa en el año 1488, pasando a depender de la jurisdicción de Córdoba. En 1649 el pueblo sufrió una terrible epidemia de peste, durante la cual fallecieron dos terceras partes de sus habitantes. Junto con el resto de villas de la comarca, en 1660 sería vendida por el rey Felipe IV al Marqués del Carpio, revirtiendo de nuevo a la Corona en 1747.
Su economía, basada tradicionalmente en la agricultura y la ganadería, se vio complementada en el siglo XIX por la actividad minera, en concreto la extracción de plomo y cobre, lo cual se tradujo en un importante crecimiento demográfico. A partir de la década de 1960 se inició el declive de dichas explotaciones, cuyo cierre definitivo propició la emigración de la mayoría de su población en edad laboral. El término municipal alberga importantes yacimientos arqueológicos, así como varios puntos de observación astronómica de la Reserva Starlight de Los Pedroches.