Moclín

La localidad, cabeza del municipio, cuenta apenas con 350 habitantes y está emplazada en un collado a 1.030 metros de altitud, desde donde disfrutamos de vistas panorámicas sobre los extensos campos de olivares. El monumento más importante es el castillo de Moclín, situado en lo alto del cerro y una de las más importantes fortalezas de la dinastía nazarí. Si bien el castillo propiamente dicho fue destruido durante la Guerra Civil, el recinto amurallado se mantiene intacto. El santuario del Cristo del Paño, levantado sobre una antigua mezquita, es el destino de una de las romerías más concurridas de la provincia.

El municipio, que hoy recibe el nombre de Pueblos de Moclín, cuenta en su término con diferentes núcleos, algunos de ellos con bastante más población que la villa donde reside el ayuntamiento. Los más importantes son Puerto Lope, Olivares, Tiena, Tózar y Limones.

En la zona abundan las cuevas y abrigos naturales con pinturas rupestres, como los de la Cañada de Corchera y el Abrigo de las Vereas, pertenecientes al estilo levantino, así como la cueva del Malalmuerzo, los abrigos de La Solana, Las Canteras y las llamadas Cuevas Bermejas. También se han encontrado abundantes restos de cerámica de las edades del Bronce y del Cobre.

En época medieval se construyeron en la sierra diferentes torres que servían como atalayas para la defensa del territorio, como las de la Porqueriza, la de Mingoandrés, la Solana o la Gallina. La fundación de Moclín se remonta al siglo XIII, al principio de la época nazarí, con la construcción de su castillo para control y defensa del camino que conducía desde Córdoba y Alcalá la Real hacia la vega de Granada. 

Su nombre procede del árabe Hisn al-Muqlin (fortaleza de las pupilas) en alusión al castillo, y se convirtió en tierra de frontera a partir de 1341, con la conquista por las tropas castellanas de Alcalá la Real y Castillo de Locubín. Entre esta fecha y 1486 se sucedieron escaramuzas en ambos sentidos, alternando con periodos de paz, hasta que los Reyes Católicos consideraron necesaria su toma definitiva. Tras la caída de Loja, el 26 de julio de 1486 capitula la localidad de Moclín después de varios días de asedio, convirtiéndose en una de las siete villas obligadas al mantenimiento de las tropas castellanas durante la campaña de Granada.

Según las crónicas de la época, en el periodo comprendido entre 1486 y 1492 los Reyes Católicos –junto con la Corte de Castilla– pasaron largas temporadas en la fortaleza. Tras la expulsión de los moriscos, la repoblación del lugar se llevó a cabo por familias procedentes del norte peninsular, convirtiéndose en una villa eminentemente agrícola y ganadera, con mayoría de campesinos asalariados.