Me ha encantado el camino. La experiencia ha sido muy positiva, he conocido lugares, gente diversa, paisajes y sobre todo, se aprende a vivir con poco. El camino es un reto personal, ser capaz de hacer y vivir algo diferente a lo que haces rutinariamente. También es otra forma distinta de conocer el país. En este camino he conocido más a fondo la cultura vasca, ya que es un camino con pocos peregrinos y pasa por lugares donde no hay turismo de masas.