Albergue Ave Fénix - Comentarios

Uno de los mejores albergues del Camino francés! Jato es una auténtica leyenda del camino y nos sirvió una cena comunitaria deliciosa.

Independientemente del albergue, que puede gustar más o menos sin sorprender a nadie, el gestor, el "mítico" Jato se dedica a gritar, faltar al respeto e insultar a los peregrinos. Podría darse el caso de que el hombre es así, pero casualmente me lo encontré al día siguiente debatiendo civilizadamente en un restaurante con personas a las que debe de respetar más que a los peregrinos que le mantienen el chiringuito.

Tuvo días mejores. Tan sucio y decadente que no tuve más remedio que pasar de largo con la nariz tapada.

Ambiente mágico y excelente trato al peregrino. Sin duda, hay que visitar este albergue y conocer al personal que lo lleva, dan muy buenos consejos al peregrino. Espero volver en otra ocasión!

Albergue unico, con un trato especial. Gracias Jato por continuares en el Camino y por la energia que sigues transmitiendo

Es un lugar entrañable, se respira un ambiente místico de antaño. La cena y desayuno a la voluntad y el trato de Jato peculiar pero auténtico..repetiría sin duda...

편하고 즐거운 시간 보냈습니다 감사합니다.

Precio 10 euros con desayuno (bien servido, con huevos) incluido, no hay opción de no pagar el desayuno. Cena son 7 euros. El sitio es básico y bastante escaso de recursos. La vibra y el trato son bueno, tiene buena onda y algo de animación por la noche (para el que quiera). Lo que no entiendo muy bien que apelen a donativos y el espíritu del camino cobrando 10 euros por una cama. Pero a mucha gente le gustó y yo descansé y comí bien.

Apelotonados como piojos el día 18 de septiembre de 2021. No se respetaban medidas, ni mascarillas, ni distanciamiento. Es un palomar que no cuenta con la higiene suficiente. Cortinas en los aseos y duchas. Una letrina en el baño de caballeros. Colchones en el suelo. ¿La cena?. Pues no la realicé, ni el desayuno. No puedo opinar de la calidad ni cantidad, pero lo mismo que para dormir, como sardinas en lata. Unos amigos me ofrecieron habitación en otro alojamiento y por respeto y vergüenza no me marché, pero hubo quien pago y después de ver dónde le metían, se marchó. El peregrino debe ser un viajero agradecido, pero en este caso no hay mucho que agradecer y menos si el alojamiento es bajo precio. No volvería ni siendo el único albergue en todo Villafranca del Bierzo.