La etapa, bien señalizada en ambos sentidos, transita entre Muxía y Fisterra, los dos puntos culminantes de esta ruta. A pesar de la proximidad al mar, no esperéis un paseo por la playa. La jornada de hoy discurre por un territorio rural y solitario, con caminos de tierra, bosques y cuestas exigentes. Durante el trayecto nos cruzaremos con peregrinos que vienen de Fisterra, con quienes podremos intercambiar impresiones. Aquellos que salgan tarde o prefieran etapas cortas deberán pernoctar en Lires, localidad situada justo en el ecuador de la jornada.