Una tarta en medio de la nada ("Bolitx")
Una tarta en medio de la nada ("Bolitx")
Por fin lo vi de lejos y me detuve era uno de los momentos más esperados de mi último camino después de la abrumadora hospitalidad en Arrés y la decepción de Ruesta.
Ansiaba llegar allí, caminando desde el ya lejano inicio en Borce, un precioso pueblo francés con las típicas casas pirenaicas de piedra y sus grises tejados inclinados.
Mis casuales compañeros de camino se quedaron mirándome al darse cuenta de mi pausa y les hice un silencioso gesto para que continuaran... Uno de ellos insistió en que siguiera con ellos, pero yo permanecí inmóvil.
Mi inquieta mente divagó mientras admiraba la estampa. Recordé la tromba que me había sorprendido a la mañana, mucho antes de llegar a Tiebas, con la enorme mole de la Higa de Monreal deslizándose, siempre imperceptible, hacia atrás. Mientras yo movía uniformemente las piernas pisando una senda ribeteada de arbustos de boj, que subía, bordeaba, rodeaba, enfilaba y bajaba sin avance aparente.
La rocosa y oscura montaña Verde reposando en medio de la nada de una llanura de cereal, coronada de oscuras nubes que se iban desprendiendo por el soplo implacable de un frío viento proveniente del Norte, contrastaba con el color amarillento mayoritario del paisaje.
El cielo con todas las tonalidades posibles de grises se revelaba triste y no había dejado de llorar suave durante todo el día. El intenso olor a tierra mojada era casi embriagador. Purificador.
Me centré. Enfrente mío se veía un infinito y vasto campo plano amarillo de trigo rapado. A mi derecha una hilera de árboles zarandeados a merced del fuerte y variable aire enfilaba recta hacia el horizonte. Ejercía de frontera natural de territorios, como una línea recta que divide una única tierra en dos terrenos. A mi izquierda otra fila de ralos arbustos confluía con el camino que me llevaría directo a mi destino. Dos cigüeñas cruzaron el cielo dirección Puente la Reina. Un cielo que se abría en ese instante y descubría un limpio tono azul marino.
...Mientras tanto notaba surgir inevitable y sin permiso: la emoción del momento, un cosquilleo en el estómago y una presión en el interior de mis ojos. Agarré el bordón con mano firme y me puse en marcha sin dejar de mirar al horizonte. Justo en el punto medio, allí se encontraba mi objetivo...
... Allí se encontraba, en mitad de la nada, plantado como una tarta: Eunate. Las cien puertas.
Antxón González Gabarain, "Bolitx". Relatos de Bolitx. Editorial Erroteta.
(Con permiso para su reproducción otorgado por Antxón González.)
Hace pocos días, repasando lecturas camineras volvimos a recordar El Gran Caminante y con él al que, sin duda, expresó de una manera sencilla y cercana, que hace que todos nos veamos reflejados, el espíritu del Camino, y hace renacer las mariposas en nuestro interior deseando regresar volando cuanto antes al Camino. El relato que he reproducido forma parte del compendio de posts sobre el Camino Aragonés que Bolitx dejó plasmados en el foro amarillo, y que no posteriormente fueron recopilados junto a muchos otros, y publicados en el libro Relatos de Bolitx.
También en estos días hemos estado siguiendo el periplo por el Camino Aragonés de algunos foreros. Pocos o ninguno de los peregrinos que caminan por él pueden quedarse indiferentes al plantarse delante de "la tarta", que es como la llama Bolitx aquí, sin duda por su original forma estructural octogonal, que la recuerda, pero también como el premio, el regalo, el culmen que hallamos en el Camino Francés por Aragón a escasos dos o tres kilómetros de su unión con el Francés por Navarra, que nos genera un impacto emocional —ya desde que intuimos su presencia— ante su aparición (a mí me pasó la primera vez exactamente igual que a Bolitx, y creo que a los demás os habrá generado parecida emoción), en cuyo interior reflexionamos, nos vaciamos, pero a la vez nos cargamos de energía, pues allí se percibe indudable, y nos alejamos dando la espalda sin decir adiós sabiendo que ese instante permanecerá siempre en nosotros.
Hoy, Carapau, acabará de pasar por allí ¡Buen Camino!
PD- Es fácil ver mi predilección por ese enclave. Es mi imagen desde que me registré en el foro. Cada uno "despertamos" en una cama diferente; la mía tenía ocho lados, cien puertas y parece una tarta.
- Inicie sesión o regístrese para comentar
Hola Indi!!
Muy bien!!!
Me trajó de vuelta al lugar.
Y, realmente, parece que aún lejos de Eunate, sin saber la distancia que resta, caminando por un camino muy cerrado, muy angosto, sientes la presencia de algo diferente en el aire.
No puedo describirlo, pero sucede algo diferente, muy fuerte, denso, extraño... al acercarse a Eunate!! ¡¡Es impresionante!!
Saludos y gracias!
Hola Joao, comparto contigo esta emoción. El desvio a la derecha a ese Caminito que lleva a Eunate, angosto y humedo por el rio pequeño fuerza tu vista hacia delante y te prepara para que vayas descubriendo Eunate. A veces cierro los ojos y huelo y siento ese tramo pequeño de Camino. Una maravilla sin duda. Y la paz del lugar..... Abrazo amigo
Indi, gracias por traernos es relato. Esta semana he recibido el libro y también, con mucha amabilidad por parte de la familia, el dosier con otros relatos.
Genial! el año pasado cuando hice el Francés, quise desviarme a Eunate pero justo ese día estaba cerrada y ahora que leo esto me alegro que se dio así porque la veré cuando haga el Aragonés y no cuando vuelva a Navarra de turista.
Hola Indi,
Emoción es lo que se siente al leer el relato de Bolitx que has transcrito con independencia que se refiera a Eunate, ese símbolo tuyo que compartes todos los peregrinos. Siento que las palabras que utiliza son poesía y cuando las lees estás percibiendo la grandeza y la energía de Santa María de Eunate y su entorno.
Un hurra por Bolitx y a ti gracias por hacerlo presente.
Saludos y Buen Camino
Siempre es gratificante leer los relatos del Gran Bolitx.
Gracias Indi por ponernoslo¡
Hola. Tengo entendido que el autor del relato abandonó su Camino, el de la vida, en septiembre de 2012. Justo entonces, septiembre de 2012, inicié mi primer camino. Supongo que, aún sin conocerlo ni saber de él, algo de la luz que irradiaba aquel hombre me iluminó también a mi. Saludos, Indi. Gracias por el relato.
Hola a tod@s. Muchas gracias Indi por subir este relato de nuestro añorado Bolitx. Es curioso, pero a medida que acumulo Caminos en mis espaldas, más pongo en valor algunas frases memorables, de quien para muchos de nosotros, tuvimos la oportunidad y la suerte de "convivir" con él en el foro amarillo, y que en un principio lo leíamos como las "tareas de un loco del Camino" y a día de hoy que los locos somos nosotros, más las entendemos y añoramos.
Su libro, El gran Caminante, es un relato de vida de quien sabe, que de ella poco le queda, y lo que le quedaba, prefirió agotarla como más le gustaba, yendo al Camino. Un ejemplo.
Bo Camiño.