Hola, solo unos comentarios del camino que acabo de terminar. Sin duda es un camino auténtico, imprescindible donde la calma y sosiego son la tónica dominante, con un tráfico mínimo de peregrinos al no ser tan conocido. Naturaleza por doquier en estado puro y aunque también hay asfalto, el entorno hace que pase casi desapercibido. El Sil y el Miño son buenos compañeros de viaje. 
Hay bares y supers en la ruta aunque hay que tener previsión en los que no hay como albergues de  Villavieja y Outeiro. También hay bastantes fuentes a lo largo del camino.
Personas como Julio (alcalde de Puente DF) o Begoña (Monforte) hacen con su actitud y trato al peregrino una experiencia inolvidable, muy recomendable contactar con ellos sin duda. Tampoco olvidar la amabilidad de los lugareños para con el peregrino. Solo añadir que recomiendo mucho mucho empezar en Ponferrada para poder disfrutar de una ruta única que esperemos mantenga su esencia largo tiempo.