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Ideas peregrinas en un camino desde Madrid
Los nervios por el viaje no me dejaron dormir bien. Salimos temprano a buscar el autobús que nos llevaría al tren, para llegar al otro tren que nos llevó a la capital del reino. Toda una mañana de domingo para acercarnos al inicio de nuestro nuevo periplo.
El día anterior en el manifestódromo madrileño se habían congregado miles de pensionistas de todo el país reclamando lo suyo. Es la pega que tiene concentrar en una sola ciudad a todos los que cortan el bacalao. Cuando hay que llevar las quejas al maestro armero todos acaban aquí.
Supongo que será por eso que desde siempre se han hecho pasar por Madrid todas las carreteras y todos los ferrocarriles posibles. Así se puede acceder fácilmente a la capital para protestar de lo que no va bien.
Fácilmente menos cuando llueve, claro, que se organizan unos pifostios monumentales de tráfico. Ya se sabe: “Chove, porco governo!”. Por ejemplo, para la mañana siguiente se preveía algo de lluvia y desde el ayuntamiento ya avisaban y recomendaban dejarse el coche en casa y coger el tren, que ahora es gratis.
Esa misma tarde también se esperaba una gran afluencia de público con motivo de un nuevo partido Barça-Madrit. Unos no iban a salir contentos con el resultado. Me imaginé culés iban a ser. Los otros afrontarían la nueva semana con ánimos renovados. Tal vez ni les importaría que empezara gris y con el tráfico atascado.
Mientras tanto la ciudad bullía de animación. La gente llenaba las calles y las terrazas. No parecía importar a nadie que el otoño parezca haber dimitido ante un verano que todavía remolonea encadenando de manera absurda un veranillo tras otro. Hasta que un día, repentinamente, llegue sin avisar una ola de aire polar fresco, fresquísimo y nos pille a todos desabrigados.
Tampoco parecía molestar demasiado que buena parte del centro estuviera en obras. Hombre, dicen, esto es Madrid. El oso, junto a su madroño, reinaba sobre los cascotes en la Puerta del Sol, que estaba levantada y sin pavimentar. Si les acaban dando las uvas tendrán que buscar otro escenario para las campanadas de Nochevieja. Allí mismo Carlos, el tercero, subido a la estatua de su caballo observaba a la gente que buscaba los accesos al metro o al ferrocarril. ¡Allí está, allí está! ¿El qué? ¿La Puerta de Alcalá? No, esa sigue en su lugar viendo pasar el tiempo, como reza la canción, pero como la están acicalando la tienen envuelta como para regalo. Un poco más abajo Cibeles continua atascada en el centro de la rotonda sin poder incorporar su carro de leones al tráfico de la ciudad. En esta jungla de poco le ha servido su corona al Rey de la selva. Peor estaban los del Congreso que también han sido bien empaquetados en tanto dura el lavado de cara de la soberanía popular. De su sede (parlamentaria), mejor dicho, porque en realidad es toda la fachada del palacio la que han ocultado tras las bambalinas. Toda una metáfora.
Por la Gran Vía me encontré una alegre marea de bufandas y camisolas merengues que me confirmó que había acertado mi pronóstico respecto al partido. Todos solemos considerar legítimo mostrar euforia tras la derrota del rival, aunque sea (de momento) un rival menguante.
Un poco antes había pasado por Callao y admiré la profusión de pantallas con enormes imágenes publicitarias y letreros luminosos. Aunque no he estado nunca en aquella avenida nuevayorquesa de Times Square, no pude evitar pensar en las imágenes que he visto de ella en películas y demás. Pensé que el neón de Schweppes llevaba medio siglo allí mismo, y bien bonito. Y que quien preside la Puerta del Sol no es Carlos, el tercero, ni siquiera la Isabel de turno, sino un colorido Tío Pepe. Las comparaciones suelen resultar odiosas.
No fui a Madrid para turistear. Ni para recibir un chute de endorfinas por encuentro balompédico. Lo hice para iniciar un Camino a Santiago que todavía no he recorrido.
Los madrileños no parecen inclinarse por la ruta que sale de su ciudad y suelen aprovechan las múltiples facilidades de transporte de que dispone la Villa y Corte para irse hasta cualquier otro sitio a iniciar el Camino. Vamos, como yo que vine hasta aquí desde la periferia.
Fui a la Plaza de Santiago, hasta la iglesia que el Apóstol comparte en la capital con San Juan Bautista. Todo el mundo sabe que el tema de la vivienda esta fatal en todas partes, y aquí más. En la sacristía una señora muy amable nos facilitó las credenciales y quedamos debidamente acreditados.
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Gracias, Indi.
Te aseguro que se me pusieron los pelos como escarpias viéndo que él (el bordón) se iba y yo me quedaba.
"Lástima de aquel tren sacrílego para salir de la capital
"
Bueno bueno! Que hay de malo en un Camino Tres Cantos-Sahagún. Hay que empezar a romper con la visión radial de Aquí.
Saludos.
Excelente narración Papadopou. Lo acabo de leer de un tirón y lo he disfrutado con deleite. Gracias
De un tirón, Montse? Espero que no te produzca una digestión demasiado pesada![laugh laugh](/sites/all/libraries/ckeditor/plugins/smiley/images/teeth_smile.png)
Saludos y gracias.
Todavía estoy a base de manzanilla! ( es broma )
Para ser un camino totalmente desconocido ha sido muy grato leer tus crónicas pues tienes un don especial para la narración. Sigue así !
Gracias Papadopou. Excelentes cronicas y fotos.
Muchísimas gracias Papadopou! He disfrutado leyéndote, qué bien lo describes todo... Gracias por compartir tu Camino!!
Hace dos años de este post....me encanta y allá que me calzo la mochila y arranco....el miércoles en Madrid
Pues gracias. Espero que lo disfrutes como disfruté yo. Saludos.
Pues por aquí ando en Cercedilla esperando atacar el alto de Fuenfria.
La cosa empezó mal. Cuando salí de Orense estaba con náuseas y vómitos, pero na, Paracetamol y que sea lo que Dios quiera.
Entre el viaje a Madrid y la estancia allí no comí nada. Parecía un ánima.
Fui a buscar la credencial "especial" del camino de Madrid y el sacerdote y dos sacristanes me miraron como si hablara chino. Sólo existe la del uclés, pero como era diferente a todas las que tengo la pillé.
La salida de Madrid un suplicio, yo con una crisis de ansiedad del copón por si no daba realizado lo previsto. Entro en Bravo Murillo a tomar un café (calle que nos acompaña hasta Plaza de Castilla y allí queda la mitad del croissant. Sudando a mares y temblando como un junco. Arreo para adelante y llegó a Plaza de Castilla. La Castellana peor, no sé cómo alguien puede vivir con tanto estrés. Hasta la salida del cementerio un suplicio.
En tres cantos ya iba más relajado, pero sin nada en el estómago y poca bebida ingerida. A todo ésto seis sobres de medicación.
Por la tarde continúo hasta Colmenar (pa chulo yo estando como estoy). Literalmente es un páramo. Nada de nada. Faltando una hora para llegar y debido a la ansiedad y la medicación se me acaba el agua. Ni en las granjas había a quien preguntar. Más ansiedad.
Como puedo llego a Colmenar y me calzo dos botellas de acuarius tumbado en el parque (pensé que no lo contaba).
Al ducharme compruebo que tengo ampollas en los dos pies. Mis quechua habían reventado en el primitivo y aunque éstas las había domado algo, nada que ver.
No sé porqué pero nunca doy dormido la primera noche así que muy temprano me cansé y salí.
Manzanares el real en fiestas. Pincho de tortilla de rigor y me invitan a una cerveza sin alcohol.
Recordad que la capacidad de hacer una etapa es inversamente proporcional al alcohol ingerido el día anterior.
Continúo camino y voy a comer a Mataelpino. Menú en espliego, espectacular. Poco que ver allí así que arranco para Cercedilla. Ya no siento las ampollas después de tanto tute peryde vez en cuando me recuerdan que siguen conmigo.
El tramo has Navacerrada llevadero y bonito. Una vez allí tienes que subir desde el ayuntamiento la calle Abel (no me extraña que lo matara su hermano) que suplicio por Dios.
Y aquí estamos en Cercedilla mis ampollas y yo comprando algo de comida para mañana, que promete ser interesante.
Saludos
Pues mañana ten cuidado, entre Ceercedilla y Segovia no hay nada, un par de fuentes todo lo más. La travesía de las dehesas es un bonito paseo pero la subida de la Fuenfría por la calzada romana, con ampollas, puede ser muy incómoda por la cantidad de piedra suelta, mejor ve por la llamada carretera de la república, es más largo pero un terreno muchísimo mejor. Cuando pases la Fuenfría tienes también buen terreno y en la Fuente de la Reina puedes coger agua, te hará falta. Al salir de la montaña vas a encontrar casi con certeza vacas y toros de los que imponen un poco, ni caso, ellos están a lo suyo y tú también, con no acercarte es suficiente. Y a partir de ahí paciencia porque la llegada a Segovia se hace esperar y siempre parece bastante pesada por el vacío y la ausencia de sombra. En Segovia puedes descansar y luego tranquilamente a Zamarramala que, aunque en alto, está cerca.
Buen Camino.
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Hazte amigo de tu ansiedad, visualizala, ponle nombre, déjala que se evapore con el aire de la mañana, memoriza alguna canción/poema/oración que la retrate con gracia y amor. En realidad, es un cúmulo de sensaciones y nervios taponados demasiado tiempo, y que ahora han encontrado un orificio por el que salir. ¡Bendita sea!
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Buenas. Pues aquí andamos ya mis "amigas" y yo por Cigüeñuela.
Gracias Fernando por tus palabras. La verdad es que la tengo ya más o menos dominada. Aunque siempre llevo conmigo algo de química prefiero ir al natural, una buena caminata lo cura casi todo.
Gracias Bruno por tus consejos. Debería de haberlos seguido. Hoy sin duda lo haría.
A la entrada de Cercedilla hay una pista de arena con una placa que reza "camino del calvario". Creo que deberían trasladarla al inicio de la subida a Fuenfría. La pendiente es dura pero superable. En cambio, subir por esas piedras sueltas es insufrible. Deberían de avisar con más énfasis de su dificultad. En el último tramo no sabes si subir, bajar o llamar directamente al 112.
Mira que me gusta Segovia, pero bajando de Fuenfria llegas a cansarte de ella.
Pasar de tanta piedra y guijarros a tanta arena entre pinar resulta un alto contraste, pero se agradece esa inmensa paz fuera de la sierra.
Sólo he visto a dos peregrinos y un bicigrino en estos días, lo que resulta extraño para un camino tan tranquilo y bonito y con las temperaturas ideales que hay.
Una de las peregrinas es Heather, de Vancouver (Canadá). Se va a hacer en 55 días el de Madrid, el Valdiviense, parte del norte, el de la costa y el inglés....pura envidia.
He costatado también que aunque no hay mucho servicio y en ocasiones se hacen largas las distancias, si que lo que hay es más asequible que en otros caminos.
Buen camino
Si vas por Medina de Rioseco no dejes de dar una vuelta por sus iglesias, son fabulosas. Y para cenar tienes muchos sitios, en el pueblo ha llegado a haber noventa bares y restaurantes, algo que nunca he conseguido entender. Cuando paso por ahí suelo cenar en el Santa María, es de los mejores para el Camino. Y al día siguiente no te compliques, por la orilla derecha del Canal hasta Tamariz y luego a Cuenca de Campos o Villalón, a mi me gusta mucho el albergue de este último y para comer Casa Peña, queda cerca y se come bien. Disfruta la Castilla profunda, tierra de místicos.
Buen Camino.
Recién llegado a casa y con la lluvia persiguiéndome pero sin llegar a alcanzarme he terminado este "curioso" camino de Madrid.
Un nuevo contraste surgió este fin de semana. De pernoctar en Villalon de Campos con todos los bares cerrados (literalmente, todos) a llegar a Sahagún y no saber cuál escoger.
Llegando a estar hasta incómodo con tanta mochila después de 10 días de franca soledad, me he armado de paciencia y hasta Leon de puntillas para llegar a casa.
Gracias Papadopou por prestarme tu espacio y gracias a todos por los consejos. Camino que recomiendo a quienes nos vamos alejando poco a poco .
Buen camino