jordisud
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¿Donde ocurrió?

Saludos.

Cuando se reúnen peregrinos, veteranos o no, más pronto que tarde surge el tema de los arrobos, las epifanías, los estados de conciencia muy diferentes a los vividos en el día a día y es muy frecuente notar que la mochila pesa menos, que andamos con más energía, percibimos lo que nos envuelve como un todo del que somos parte viva.

Quiero pediros un favor: Podéis decirme donde os ocurrió y que sentisteis?

Tengo intención de colocar esos lugares en un mapa y necesito vuestra colaboración ,así como la de los peregrinos que no son foreros pero que sin duda conocéis. Podíais preguntarles y ubicar esos lugares sea cual sea el Camino por el que se ha peregrinado?

Muchas gracias y para desearos felicidad en los próximos Caminos un texto de Cora Coralina:

"Hay más caminos en mis ojos que cansancio en las piernas, más esperanza en mis pasos que tristeza en los hombros, más caminos en mi corazón que miedo en mi cabeza."

Indi
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Yo ya lo he contado alguna vez. Primer Camino. Desde mi casa, decimosexto día de Camino. Un par de km antes de San Juan de Ortega.

Experiencia: de repente fui consciente de caminar sin hacerlo, de portar mochila sin sentir peso alguno, ni de ella ni del cuerpo... pero tampoco era antigravedad. Pisaba el Camino pero no era yo quien caminaba, portaba mochila pero no era yo quien la portaba. 

Duración: una vez fui consciente de ello creo que la sorpresa y la emoción me devolvieron en cuestión de segundos a mi yo habitual, fluyeron lágrimas de pura felicidad y de incredulidad y poco a poco regresó el peso y volví a ser yo quien caminaba. De pronto llegué a San Juan, puerta abierta y nadie dentro. Allí sentado permanecí un buen rato, curiosamente no buscaba explicación, quería volver a Ser sin ser.

Conclusión: realmente no puedo saber cuánto tiempo estuve fuera estando dentro (porque no me vi "fuera" como otros cuentan), no creo que mucho. Tal vez cien metros,...¿doscientos?, ¿más? ¿Cansancio? ¿Síndrome de Stendhal? No, eso no. Creo que fue como una desconexión de la materia y de la mente, o, mejor, una conexión con....¿todo? No lo sé.

Y hasta aquí mi flipe caminero. Solo yo sé que, pasar, pasó. No me importa si nadie lo cree. Después, a mi duro regreso de aquel Camino, me enfrasqué en una confrontación personal, búsqueda de respuestas, espiritual, meditativa, que....esa es otra historia.

Ya la has liao, Jordi laugh

 

 

Penedo
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Hola a tod@s. Yo esa sensación la sentí dos veces y curiosamente las dos en Andalucia, la primera vez fue haciendo el Camino desde Málaga y me pasó en la etapa entre Villanueva de la Concepción y Antequera, había tenido un inicio de Camino complicado, había llovido mucho en la primavera del año 2.013 y ya en la primera etapa tuve problemas, porque no había flechas visibles en ningún sitio, estaban tapadas por el crecimiento de las hierbas y matojos, producto de esas lluvias primaverales, lo recuerdo como si fuera ahora mismo, 15 de Abril del 2.013. Puesto en contacto con la Asociación de Málaga, ya me avisaron que al día siguiente más de lo mismo, así que habia que mentalizarse y posiblemente esa "mentalización", provocó el efecto de estar como "flotando" y no fui consciente, ni lo soy ahora, de haber pasado por el puerto de Escareruela.

Igualmente viniendo de Granada, pero ya en la etapa Reina del Mozárabe, Villaharta-Alcaracejos, kilometraje a tener en cuenta, y etapa conocida por haberla hecho en ese año 2.013 que mencioné anteriormente, quizás por esa misma mentalización, me resultó muy "fácil", cuando no tiene nada de fácil, fue algo curioso, porque es cuando pasan un par de horas de llegar a destino, es cuando me doy cuenta que no fue normal lo ocurrido.

En otras etapas, pasó algo similar, pero no tan intenso como lo comentado. La verdad es que leeros contando estas circunstancias, me libera un poco, porque ya veo que no soy ningún "bicho raro".

Bo Camiño

alonsus
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Muy interesante! surprise Nunca pensé que leería algo sobre esta especie de desconexión o "trance místico" que se vive en el Camino. A mi me pasó en mi primer camino, el Francés, en la primavera del 2018, concretamente luego de pasar el Conveno de San Antón y antes de llegar a Castrojeriz. Recuerdo que en un momento dado desaparecieron la sensaciónn de cansancio y el esfuerzo de caminar, sentí que me desplazaba como si estuviese en una cinta transportadora, con pasmosa rapidez sobrepasé a un grupo de 3 jóvenes y seguí avanzando invadido de una sensación de paz interior y plenitud. No sé si esto se puede hacer a voluntad o pasa sin más porque te ha tocado ese día. Leí an alguna parte que también se puede meditar mientras se camina, y según la profundidad con que se haga se puede desencadenar una experiencia mística. En mi caso fué involuntario, sin más.

Ya tenéis mi testimonio.

jordisud
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A mí me ha ocurrido en dos ocasiones. La primera durante mi primer Camino, un kilómetro antes San Bol aproximadamente, olvidé que caminaba (a esto le puse palabras después ) y de pronto estaba en albergue, que estaba cerrado, sin recordar cómo había llegado. Desconcertado pero tranquilo, me senté al lado de la pileta, bajo los árboles y no me dormí, pero cuando regresé al mundo había un montón de peregrinos esperando que abrieran. No los oí llegar y habían pasado casi dos horas bajo los árboles. ¡Me sentía tan bien...! La segunda fue en el Camino aragonés. Antes de llegar al desvío a Artieda, a la izquierda del Camino, alguien puso una mesa y dos bancos; paré a desayunar y cuando recuperé la conciencia normal también habían pasado casi dos horas. Tampoco dormí. Recuerdo sentirme parte de todo, percibir la belleza como no la había percibido nunca, respirar con una enorme amplitud. El resto del día sentía que todo era perfecto.

Sofía
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Indi
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heart

Berto_kairos
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¡¡Qué bien lo has relatado!! heart

João Batista Campos
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heart kiss

Ma Teresa
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heart Bravo!

amancio
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Un asunto curioso, sí!!!

a mí me resultó veloz, la media me salía cerca de 7 km por hora, en el tramo de Ponferada a Vega de Valcarce, arcén cansino, cansino, cansino, pero que, no sé por qué, me echó a volar, fue mi primer camino, venía desde Burgos.

En Hospitales y en la mítica cuesta de la Lastra, me sentía volar también.

La subida a la Pedraja, con nieve incluida, me pareció ir flotando sobre nubes.

Y Cáceres a Casar, a las 7 de la tarde, tras salir de Alcuéscar y no encontrar alojamiento, la etapa más larga de mis caminos, casi anocheciendo, con 40 km ya en las piernas, y fui como si nada. Un día extraño, porque coincidía la víspera de San Marcos (25 de abril) con el sábado de pascua, y se oían las charangas de fiesta en n lado del pueblo, y la procesión de semana santa por otro, un día memorable.

Lo que me hace falta es volver a sentir el camino, espero que este 2025 pueda volver!!!

David Rod
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Iba yo preocupado, renqueante, era mi primer camino,2019, el del norte, el rompe piernas!!,  y vaya si me rompio, una tendinitis que nunca olvidare,que arrastraba desde Laredo.

La noche antes estuve apunto de retirarme tras un diagnostico " a mala leche" en el hospitalillo de Llanes de posible trombo, mi espinilla derecha, o era la izquierda?, era el doble de ancha que la gemela, aquello parecia un chorizo gigante por el color.

La noche antes entre mi desesperacion una peregrina sueca que era medica me miro la espinilla, se rio, y me dijo " es una simple tendinitis", "que va ser trombo", eso me animo ya que los "demas" no se mojaron y me dijeron que era lo que habia, q mala suerte, que uno mas que no llega a Santiago y "pa casa chavalote".crying

La verdad es que el dolor ya hacia dias que habia casi desaparecido pero la inflamacion aun no y menos el color, sali con energia a la mañana siguiente, el plan era llegar a ribadesella y pillar el tren hasta un pueblo interior donde estava el hospital central de la zona donde podrian hacerme una analitica y descartar el trombo, pero me fui sintiendo bien y con energia, sube baja continuo hasta que desconecte del poco dolor que quedaba y de la pierna, a la altura de Naves ya fui en piloto automatico hasta Ribadesella, ni las flechas me desconcetraban y sin saber muy bien como llegue a Ribadesella sin darme cuenta y sin acordarme de ni un solo pueblo por el que pase porque no pare ni vi a ningun peregrino en aquellas 3-4 horas, lo unico que sentia era que flotaba y que mi ritmo era veloz y alegre y que todo iba a salir bien.

El final fue feliz ya que era efectivamente lo q aquella angel sueca me dijo " una tendinitis sigue!!" , y tanto que segui hasta finisterre.

Volvi a pasar en 2021 por Naves o fue en Villahormes, un kilometro mas alla, que mas da porque la sensacion fue de pasar por un lugar nuevo hasta Ribadesella ya que nada recordaba.

 

José Antonio Fe...
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A mí no me ocurrió en un camino, sino en una etapa que "ofeci" a nuestro querido Apòstol para que ayudara a un amigo. La etapa ofrecida era desde mi casa en Ourense hasta Lalin, unos 50 km para hacerlos en el día de seis de la mañana a seis de la tarde cuando salía el tren de vuelta desde Botos a Ourense y ya con el billete comprado.

Día duro y lluvioso. Típico día invernal de Galicia. Aunque volvía esa misma tarde me calzé igual la mochila y le metí algo de peso. A las diez de la mañana ya estaba en Cea calado hasta los huesos. Pincho de tortilla y a seguir. A las dos un bocata en Castro Dozon ya bastante cansado, pero una ofrenda es una ofrenda.

En la subida desde Pontenoufe a Xesta ya iba en modo zombi. No me crucé en todo el día con ningún peregrino. Mis pensamientos y yo conseguimos subir a Xesta. Y ahí se me encendió el modo automático y supe que ya lo había conseguido, solo me quedaba la bajada a Botos. No recuerdo ni por donde pasé. Mis pies me llevaban pero mi mente ya estaba sentada en el asiento del tren. No sentía la mochila, en parte porque solo llevaba mitad de carga y en parte porque yo ya no estaba conmigo. 

Cuando llegué al mesón do Vento y me pedí la mil nueve de rigor pensé que iba justito y descubrí que me había sobrado una hora. Como lo hice no lo sé. Como en aquella subida de Fuenfria sin duda me "ayudaron"

Berto_kairos
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Me habría gustado compartir algún momento místico que haya vivido pero me cuesta definirlo con palabras. Me he leído todas vuestras experiencias y os comprendo perfectamente. Os juro que no hay día que pase que no recuerde alguno de esos momentos. ¿Os sucede también a vosotros? Estoy fregando y... boom!! me llega nitidamente el recuerdo de uno de esos instantes. No sé, pero creo que ya nunca volveré a ser el mismo después de esas experiencias límite.

También he de confesar que, contrariamente a lo que pueda parecer, todas esas experiencias no han hecho sino separarme más de las personas. No son pocas las veces que pienso que cuanto más profunda es tu alma, más solo te encuentras entre los demás. Ya decía Aristoteles que en soledad solo pueden vivir los dioses y los monstruos. Sin pretender ser un dios, estoy convencido que algo de divino hay en estas experiencias que habéis relatado. Cuanto más divino, más solitario. Y cuanto más solitario, más infeliz. Supongo que es el precio que 'el orden cósmico' tiene reservado para aquellos que pretenden ser más que humanos. Un castigo al fin y al cabo.

laugh
 

jordisud
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A mí me paso lo mismo, lo vivido me acercaba a algo mucho mayor que lo que conocía hasta el momento y me alejaba de la gente a la que amaba. Fue doloroso y confuso. Empezó a ser algo aceptable cuando me jubilé. Ya no hablaba de estas experiencias con nadie ajeno a ellas y al mismo tiempo escuchaba... cuanto cuesta encontrar las palabras... sin prisas es lo mejor que se me ocurre, aunque no es exacto. Hoy en día me siento parte de una cofradía de marcianos.... cariñosos, digamos. Yo vengo de la alta montaña y de la navegación oceánica, ni la soledad ni el esfuerzo me eran ajenos antes del primer Camino. Por eso pregunto por los lugares donde os ocurrió, es lo único diferencial con anteriores experiencias vividas. Berto, estimado Berto por lo que he leído escrito por ti, es cuestión de tiempo, según mi experiencia, que esa soledad que narras se convierta en tribu, amada tribu, no necesariamente con gente que camina.

Por cierto, cuando hago tareas domesticas es cuando vuelven con mayor intensidad las emociones vividas. Coincido.

Berto_kairos
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"Hoy en día me siento parte de una cofradía de marcianos.... cariñosos, digamos." Jordisud dixit.

Me quedo con tus palabras y las guardo a buen recaudo. Gracias. wink

Que continúe el Camino donde este nos quiera llevar. ¡¡No vamos a dar vuelta atrás ahora que hemos llegado tan lejos!!

JUAN PEDRO @
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Hola Berto y Jordi. Creo que estamos en el mismo barco. Cuando cuentas algo con personas ajenas al Camino te miran como un colgado o un extraterrestre. Esta claro que para entendernos tiene que vivir lo que Lis hermanos Peregrinos vamos viviendo si no muchos no nos entenderían. Un abrazo a todos y Feliz Navidad. Berto un fuerte abrazo y espero volvamos a coincidir los días que coincidí contigo en el camino de invierno fueron especiales. FELUZ NAVIDAD

Berto_kairos
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Juan Pedro!! También te deseo una Feliz Navidad!! Yo también recuerdo las conversaciones que tuvimos. Sería una feliz coincidencia que nos volviésemos a ver en el Camino. Un fuerte abrazo!! laugh

João Batista Campos
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¡Qué tema tan interesante has abierto Jordi! Y cada maravillosa historia que cada uno narró.

Aquí va el mío:

Estaba en Grañon cuando hice mi primer Camino, el francés desde SJPP.

Ceremonia de las Velas, que tuvo lugar en un salón oscuro, en la parte alta de la iglesia del Albergue.

Esa única vela encendida, bajo los rostros de los Peregrinos presentes, pasando de uno a otro, donde cada uno contaba por qué hacía el Camino.

Esa vela pasó de mano en mano y yo no podía prestar atención a lo que decía la gente, porque solo estaba pensando en cómo iba a contar mi historia que me llevó al Camino.

Cuando cogí la vela y la acerqué a mi cara, ¡se detuvo! Los ojos se llenaron. Se derramaron.

Un nudo en la garganta tan fuerte como el que siento ahora me impidió decir nada. Cuando finalmente logré decir algo fue, "para la vida...La vida!"

Dormí esa noche como un ángel.

El otro día cuando salí hacia la Etapa que tenía planeada, me detuve en la puerta principal, miré hacia atrás y vi el cartel que decía "Hospital de Peregrinos San Juan Bautista".

No me había enterado y no había prestado atención al nombre del Albergue, que tenía/tiene el nombre que mi madre con mucho cariño tomó prestado de la Biblia para mí.

Ese día caminé sobre el aire, sin hablar ni decir una palabra durante el Camino a Belorado donde me senté en un bar y brindé por la vida.

Ma Teresa
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heartsmiley

David Rod
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jordisud
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Ma Teresa
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Inicio de mi Camino Aragonés, justo al inicio, sentada en unos de los muros de las ruinas del Hospital Santa Cristina.  Me estaba preparando para comenzar la bajada, me había comido un pequeño bocadillo tranquilamente y dejé que la inmensidad del paisaje me envolviera. No sé como explicarlo, pero quería absorber cada detalle del entorno. 360º de naturaleza desplegada en estado puro y yo en el centro. Me relajé y quise, de forma consciente, prestar atención a cada detalle del entorno, todos los sentidos abiertos y alertados, se oía el chop chop del pequeño río, el sol tibio me daba en la cara, olor fresco de hierba, el canto de algunos pájaros No había nadie más, solo yo y la naturaleza, como si el tiempo se hubiera detenido.

Sentí cómo bajaba revoluciones, cómo mi mente se aquietaba. Fue como si de pronto todo encajara: una paz y una conexión profunda con la naturaleza que me hizo sentir pequeña, insignificante ante la grandeza de todo el entorno, y al mismo tiempo, me sentí inmensa, llena de fuerza, de voluntad. Era una paradoja maravillosa. Fue un instante de plenitud, de contacto puro con lo esencial. Algo tan simple y grande a la vez.

João Batista Campos
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Hola Querida Amiga!

Yo sabía que este lugar tenía alguna cosa especial para ti cuando me dijiste eso, por ocasión de mi Camino desde Oloron:

"Joao, que tengas un muy buen comienzo de este gran viaje. Si tienes ocasión, en Candanchú, a media ladera, están las ruinas del antiguo hospital de Santa Cristina. Párate a descansar allí unos minutos y disfruta del paisaje y de la paz del lugar."

Así lo hice!

Gracias 

Ma Teresa
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Querido amigo, querido Joao, guárdame un secreto. Allí sentada, supe que el sonido del rio no era del agua sino las voces, las conversaciones, las palabras de tantísimos peregrinos que han quedado atrapadas en el fondo del valle. Ese lugar tiene magia! Ese Camino es especial!

João Batista Campos
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winkheart

Ma Teresa
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Jordi, ya se que no es el hilo pero el post de Sofía señala otro gran tema que nos toca de cerca a los peregrinos: las personas que hemos encontrado en el Camino. Esos encuentros, que muchas ocasiones son breves, fugaces, pero que nos dejan una marca, una huella, caray!! en nosotros y que de verdad sentimos que el viaje no es solo físico o religioso, sino también muy humano. 

David Rod
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Asi es, iba yo por el camino de Madrid en mayo del 2022, y resulta que un buen paisano ya metido en años, estaba a sus labores en su finca y de repente al  verme pasar se soprendio, me saludo y empezo a contarme sus historias, muy amable, muy simpatico, esto y lo otro, y yo con prisa, prestandole atencion pero a "ver si me suelta", seguramente queria "llegar de dia o habia que cumplir con el ritmo de etapa para cumplir con los horarios"... pues fijate que no olvidare nunca  a este señor, me hablo que sus hijos ya no le hacian caso y que no corriera tanto y cierto es, desde entonces voy mas tranquilo y si me cruzo con alguien que da "chance" no pienso solo en caminar le doy su espacio y que me cuente, ya que el camino tambien es eso, la gente que te encuentras y sus histoirias.

saludos MA Teresa.laugh

jordisud
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heart

Ma Teresa
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heartyes salufos David!

Fernando Cristó...
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Este verano aquí mismo, en el foro, durante el mes de Agosto, algun@s nos fumamos más de un ciber.tripie con el hilo "Estados alterados" de Xavier Riera. Si entras y lees los textos, encontrarás mucha información al respecto,  y mucha pinza ida, también, claro wink

https://www.gronze.com/foros/general/estados-alterados

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Ma Teresa
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Si.yes Hilo muy interesante que se relee con muchas ganas. Y que no decaiga la "pinza ida". 

Cristineta87
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heart

Xavier Riera Luna
Imagen de Xavier Riera Luna

Salud y Bon Nadal,

Los estados místicos son absolutamente normales, propios de cerebros sanos y personas completas, solo que se dan en situaciones poco habituales, por eso los llamamos "estados alterados". El Camino es un lugar propicio, tanto por la propia energía que posee como por la "actividad" que en él hacemos. Al peregrinar ya entramos en una disposición de ánimo diferente a la habitual, y si además se dan otras circunstancias que lo subrayen (caminar o estar en lugares especialmente bellos o energéticos, caminar sol@, larga distancia, apoyo botánico...) es posible deslizarse con mayor frecuencia y facilidad hacia un estado alterado, siempre y cuando la Gracia nos lo conceda, ya que no somos nosotros los que lo decimos (si no ahí estaría todo el día).

Creo, Jordi, que tu mapa no debe ser el de los Caminos, sino el del espíritu. Cuando lo tengas quiero copia!!! wink

Abrazo navideño desde Compostela 

jordisud
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Bon Nadal i bon Camí Xavier.

Como tu mismo has señalado, entre los muchos factores que conducen al trance podrian estar los "lugares energeticos" y esos lugares son los que trato de situar en un mapa. Sobre el "mapa" del espiritu se ha escrito mucho y a mi parecer muy bien en este foro. Querria, si esto fuera posible, ver si hay lugares donde el "transito mistico" se diera con mayor frecuencia.

Fernando Cristó...
Imagen de Fernando Cristóbal Otxandio

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Como probablemente sabrás, Jordi, los maestros constructores de iglesias de otros tiempos retenían conocimientos/sensibilidades muy especiales sobre dónde situar los templos (promontorios, luz, corrientes subterraneas de agua, orientación...),  lugares que generaban un bienestar genuino en los personas que los habitaban. Berto_kairos dejó aquí hace menos de un mes la referencia de un documental de la 2 en el que se analizaban estas cosas, y ponían como ejemplo la iglesia Villalcazar de Sirga, en Palencia, en pleno Camino francés.

https://www.rtve.es/play/videos/cronicas/cronicas-cielo-290517/4040519/

Luego hay, claro, otro tipo de factores: siempre me acordaré de un desmayo que me dio, Julio de 1995, en una iglesia que hoy no sabría situar si en Burgos o Palencia. Aquello fue por la imprudencia de estar andando a media tarde a pleno sol por los campos y luego entrar de sopetón y sudado en la sombra fría del templo, pero el caso es que aquel desmayo es  el mojón en que mi memoria mejor centra lo volada que llegué a tener la cabeza aquella primera peregrinación.

Ligado a esto del desmayo, pienso que parte de la "geografía del espíritu" pasa por los accidentes del cuerpo... y me explico: la fragilidad del peregrino, sus cansancios, caídas, hambre, dolores varios provocan una sensibilidad especial, a veces irritada, a veces amansada, a veces sublimada, que a lo largo de la peregrinación va generando una "cultura" en torno a ello. Uno se acuerda de un chiste sobre cojos, otro de la canción "una piedra en el Camino me enseñó que mi destino...", éste del pasaje del buen samaritano en las escrituras, y aquel de una técnica de respiración para controlar el dolor que aprendió en un curso de tal.chi. Y el cuerpo va "templandose" hasta convertirse en "templo" de un estado anímico especial.

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Jaor
Imagen de Jaor

Para mí en uno de mis caminos que entro en la ciudad de Compostela, en los que no había tenido la oportunidad de mojarme, estando el terreno completamente seco, he aquí que vislumbro la ciudad del Apóstol y las torres de la Catedral, desde un alto donde gripo "Albricias" y comenzaban a cernirse las nubes sobre el horizonte y solo pensaba en que lloviese pues me agradaría entrar en Compostela con agua después de tanta sequía y así fue tras invocarme a la Virgen nada más pisar la calle del Sar se desató una pertinaz lluvia que hizo correr el agua por la cuneta de la calle a borbotones, aunque es normal de que en Santiago llueva, comprobé como la gente salía de los bares sorprendida a contemplar este chisporroteo incesante. Yo estaba henchido de emoción, mojado por dentro y fuera pero muy contento y feliz, se había cumplido mi prerrogativa.

Paul Palacios
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Hacía el Camino Francés, y había parado junto a mi hijo a tomar algo y descansar en Rabé de las Calzadas. Unos días antes trabamos amistad con una familia, con quien hasta ahora nos escribimos de vez en cuando. Al incorporarnos para continuar el Camino, vimos que junto a nuestros amigos caminaba una monjita, y juntos se dirigieron a una ermita, a la cual entraron. Al alcanzarlos y entrar a la ermita, inmediatamente la temperatura se redujo (propio de las construcciones en piedra en mitad del verano), había una música gregoriana, pero "algo estaba pasando ahí". La monjita, luego supe que se llamaba Sor Teresa, nos impuso a cada uno de nosotros una medallita colgando de un fino hilo. Fue algo fantástico por lo emocionante. Entró también una chica coreana, y la misma imposición. Luego, nos pidió que saliéramos de la ermita y nos coloquemos en fila. Nos fue abrazando uno a uno, y cuando llegó a mí, quedé paralizado. Fue como un rayo que te deja inmovilizado, sin poder hablar, sin poder decir palabra, sin otra cosa que sentir que las lágrimas mojaban las mejillas, las humedecían. Todos empezaron ya a despedirse de ella, y yo no podía moverme parado donde estaba. Jamás he sentido algo así, más allá de los infinitos momentos de extasis en diversos pasajes jacobeos. Ese fue mi momento. heart

Beamuz95
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Este hilo me ha hecho recordar un momento inolvidable que viví poco antes de llegar a Sarria, caminando por la variante de San Xil. Ese pequeño tramo me transportó al camino que me había llevado hasta allí, la Ruta de la Lana: tan solitario, silencioso y lleno de aprendizajes que dejaron huella en mí.

Dejé atrás a todos los peregrinos y, poco a poco, me adentré en un sendero tranquilo, rodeado de un bosque frondoso y atravesando pequeños riachuelos que parecían susurrar historias de quienes habían pasado por allí mucho antes. A medida que avanzaba, sentí cómo mis pasos comenzaban a fluir por sí solos, como si ya no fuera yo quien caminaba, sino el propio Camino llevándome adelante.

En ese instante, algo cambió dentro de mí. Por primera vez, me sentí completamente conectada con el entorno: el sonido del agua, el crujir de las hojas bajo mis pies, el aire frío acariciando mi rostro. Todo parecía alinearse: mi cuerpo, mi mente y mi propósito. Aquello que unas semanas atrás parecía tan lejano y confuso, como una meta borrosa en el horizonte, empezaba a tomar forma. El fin de mi Camino ya no era solo un destino; Era también una parte de mí que, sin saberlo, había estado esperando ser encontrada.

Fue uno de esos momentos que se quedan contigo para siempre, un instante de plenitud absoluta que me recordó por qué había comenzado a caminar. Ese tramo solitario, entre el bosque y el silencio, fue un regalo que me dio el Camino. A veces pienso que una parte de mí sigue allí, entre esos pasos, recordándome siempre que caminar es también una forma de encontrarme.

Fernando Cristó...
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heart

Xavier Riera Luna
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heart

Indi
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heart

Ma Teresa
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Cómo te entiendo!!. heart

jordisud
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Gracias. Gracias.

Penedo
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Hola a tod@s. Hola Beamuz95. Te dice Ma Teresa que como te entiende, je je, yo también.

Es muy frecuente, y una de las preguntas por autonomasia en cualquier foro de peregrinos, es si voy por San Xil o Samos. La pregunta tiene su tela y no es fácil de contestar precisamente, para "regatearla", se suele decir un año por un lado y cuando vuelvas por el otro. Personalmente, una vez conocida la de Samos, siempre siempre, por San Xil, porque eso que comentas de caminar entre "carbayos"(robles en gallego), bosque muy frondoso, agua por todas partes y tú solo con la Naturaleza, es de dificil explicación, hay que vivirlo.

Bienvenida al mundo de los "locos".

Bo Camiño.

Edito para corregir.

PepeBarrigon
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Sr.Penedo, los carbayos son robles, no son castaños. Carbayeira, bosque frondoso de robles.

cheeky

 

Penedo
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Hola a tod@s. Hola PepeBarrigon, tiene usted toda la razón. Un lapsus.Lo siento.

Bo Camiño