Sensaciones de un principiante (II). Anotaciones de "mi camino"
Buenas tardes /noches!
Apuntaba hace ya (bastantes) semanas atrás en mi último post (bueno, mi primer y único xd) que tal vez publicase otra entrada anotando algunas cuestiones relativas a mi (corta) experiencia en El Camino. Aquí, con retraso, está...
Aquello que compartiré en las siguientes líneas no es más que un esbozo de lo vivido, de lo percibido, por lo que puede (o no) servir de (breve) referencia y que uno puede (o no) filtrar a conveniencia.
1. Preparación previa. Muchas veces he leído en el foro la recomendación de si dedides iniciarte en el Camino o alargar tu experiencia en él procures domar el calzado a utilizar, así como adaptar el cuerpo, las semanas previas, más si cabe si no sueles salir de manera habitual.
Por lo que respecta a mi persona he de decir que suelo salir a caminar, no con la asiduidad con la que me gustaría, pero lo hago. Aun así, las semanas previas a mi inicio (sin saber si lo haría realidad o volvería a ser un acto fallido como en anteriores intentos) salía a caminar con más regularidad, por terrenos que (pensaba) podrían ser similares a los que podría encontrarme, haciendo una media de 20 kilómetros en cada salida, con sus respectivas paradas "técnicas", con una mochila con peso (verdad es que, y aquí señalo posible aspecto a mejorar de cara a futuro, no era la misma que me llevé y el peso difería bastante, superior la del Camino) y el calzado correspondiente (en mi caso la decisión fue de dos números más).
Por lo tanto, ¿conviene o es necesario preparar al cuerpo para lo que se puede venir? Bajo mi punto de vista, la de un principiante, diría que sí. Luego, es verdad, que El Camino dispone.
También añadiría el prepararse mentalmente, pero esto sería otro tema a discutir ampliamente...
En este primer apartado podría añadir dos puntos que bien podrían ir perfectamente de forma independiente. Por un lado, los estiramientos. ¿Necesarios antes y después de la etapa? Habrá quien, con razones de peso, lo recomiendo y habrá quien comparta la otra postura. Yo no los hacía y aunque durante las primeras jornadas no tuvo efecto alguno sobre mi cuerpo posiblemente sí lo tuviese, con la acumulación de kilómetros, de días, de etapas de todo tipo, en las molestias en los tobillos de los últimos días que hicieron replantearme el acabar antes de León.
Y el otro lado serían las famosas ampollas y cómo prevenir para evitar su aparición. En casi tres semanas de andadura no hicieron acto de presencia. Esto no quiere decir que en próximas salidas no vayan a aparecer, pero en esta ocasión la fortuna quiso que no surgiesen. ¿Hice algo especial? ¿Me apliqué algo en los pies? Nada. Procuraba al concluir la etapa ir con calzado abierto para que mis pies se aireasen y durante las etapas intentaba en alguna parada "técnica" descalzarme. Cada pie es un mundo, por lo que cada uno tiene que procurar seguir su ¿instinto?
Eso sí, al finalizar la primera etapa podría haber surgido alguna ampolla (spoiler: no sucedió), pues ese día, con unas condiciones meteorológicas para olvidar, no tuve ningún momento de respiro para poder airear pies y al llegar a Roncesvalles llegué con el calzado y los calcetines súper mojados.
2. ¿Camino masificado? Valga decir que la respuesta a esta cuestión viene dada por lo vivido y percibido in situ en este mes de agosto (segunda quincena), con lo que puede no tener validez de cara a agostos venideros e incluso para estas fechas en las que nos encontramos (septiembre ya concluido y octubre a punto de hacerlo). Puede ser totalmente diferente y depende de múltiples variables.
Apuntado esto...¿masificación en el tramo realizado (Saint Jean Pied de Port - Carrión de los Condes)? Lo percibido y lo vivido, perdón por la reiteración, me lleva a decir que no. Había gente sí y eso se notaba en puntos clave (Saint Jean, Roncesvalles, Pamplona, Logroño, Burgos), pero ni en estos ni en otras localidades por donde pasé, ya para visitar, ya para hacer noche, vi gran afluencia de peregrinos. Es más, al caer la tarde /noche podía ver en los albergues huecos, espacios sin ocupar en las literas o camas bajas.
Como apunte anecdótico un hospitalero de Santo Domingo me comentó que estaba viendo durante el mes de agosto pocas personas y apuntilló: " la palma se la lleva de Sarria en adelante donde cada vez hay más gente..."
3. Agosto, ¿mes ideal? Para mí sí ha sido un mes propicio y no ya por el período vacacional disponible sino también porque las temperaturas en líneas generales han acompañado siendo este mes de agosto, al menos bajo mi percepción, un mes algo atípico en cuanto a temperaturas se refiere. Calor sí, pero no extremo.
Aun así, entiendo perfectamente las voces que sugieren que para peregrinar es preferible optar por otras fechas, por otras épocas del año, y más si cabe sabiendo que agosto suele ser período de temperaturas elevadas en según que zonas.
4. Albergues. En los anteriores - y fallidos- intentos por adentrarme en el "universo paralelo del Camino" opté por contactar y formalizar una reserva en la mayoría de los albergues donde preveía parar. En este agosto de 2024, al no tener claro si vencería a mis fantasmas ni tener seguro de cuánta distancia recorrería diariamente (en mi cabeza tenía un plan, alargar algunas etapas, pero spoiler: la realidad fue otra), solo reservé previamente en Roncesvalles y ya, tras ir avanzando y transcurridas algunas etapas - y a pocas horas de llegar- en San Juan de Ortega.
Este modus operandi - la de no reservar prácticamente nada - tiene sus pros y sus contras. El no reservar te permite no ir condicionado por acabar en un lugar concreto. Solo te condiciona tu cuerpo, las señales que te va enviando. Y las contras es que quieras ir a un determinado albergue y te encuentres con ocupación plena, algo que no he visto en este mes de agosto, o que dé la casualidad que ese mismo día cierre por descanso del personal. Ignoro si en anteriores épocas estivales ha pasado.
Ante esto, si regresase al Camino desde el inicio elegido volvería a tomar la misma decisión. Y eso que soy persona que intento tener las cosas organizadas y algo controladas, pero en esta ocasión la aventura o la inconsciencia xd pudo más. El Camino dispone.
Es más, tenía muy claro que, pese a tener una idea precisa de donde me gustaría pernoctar al llegar a cierta localidad - y en caso de alargar o acortar etapa disponer de alternativa en mente- no iba a correr, a forzar la marcha por conseguir plaza segura en albergue. Confieso que muy pocas veces lo llevé a cabo, la más notoría yendo a San Juan de Ortega donde deseaba pernoctar en La cuadra de Luisito consiguiéndolo al fin, aun dudando si la reserva efectuada horas antes daría buen resultado.
¿Qué tipo de albergues? Depende mucho de lo que busques y del presupuesto que manejes.
En mi caso, de todos los albergues en los que estuve 6 fueron de titularidad privada (8 si contamos Espíritu Santo de Carrión y las Carbajalas de León como tales) y el resto (10, o 12 en función de lo anterior) municipales. Siempre en habitación compartida.
¿Qué buscaba para elegir los albergues? Al ser la primera vez mis referencias más cercanas eran lo leído en Gronze, pero ya sobre el terreno me dejaba guiar en ocasiones por mis sensaciones u otras variables (como coincidencia con otros peregrinos habituales en el recorrido). En Saint Jean estaba con la idea de o el municipal o uno privado que me había llamado la atención. Recalé finalmente en el privado. En la decisión influyó no solo el precio (25 euros, incluyendo cena y desayuno comunitario) sino también que en la Oficina de Pereginos de la localidad conocí a dos personas, una de las cuales tenía reserva en dicho albergue y lo reccomendó.
El precio, el trato recibido por el hospitalero, la ubicación, el ambiente respirado fueron factores que me indicaron a posteriori que había tomado una buena decisión. Esencial para ser mi primer día y haber ido a la aventura, sin reserva alguna.
También en Belorado opté por uno privado, en lugar del municipal. Lo confieso, que el albergue tuviese una piscina ayudó xd.
En ocasiones el precio entre los dos tipos de albergues era similar, caso de, por ejemplo, Castrojeriz donde recalé en uno privado, a poca distancia del municipal, pero con la particularidad de disponer de camas bajas.
Ante lo expuesto, ¿se antoja necesario reservar? ¿Municipales o privados? La lógica indica que al menos si tu punto inicial de partida es Saint Jean o Roncesvalles y deseas ir con cierta tranquilidad lo hagas (reserves) y a partir de ahí vayas haciendo en función de las sensaciones que tengas acerca de lo que estás viendo.
Mi caso fue el comentado al inicio de este punto (no seguí la lógica xd). Mi primer destino - más allá de llegar a Pamplona a las cuatro de la madrugada y esperar casi 8 horas al autocar que me llevase a- fue Saint Jean sin reservar absolutamente nada, yendo un poco a la aventura. Funcionó. Tuve suerte. Lo sé, no siempre ocurre u ocurrirá.
Eso sí, en Roncesvalles sí hice reserva, por si acaso. Era 14 de agosto, previo a un día festivo en España y cercano a un fin de semana.
5. Saint Jean Pied de Port o Roncesvalles. ¿Dónde iniciar? Mucho se comenta del lugar más idóneo para empezar el Camino (más allá de iniciarlo desde la puerta de tu casa o del típico punto de Sarria). En mi caso la elección fue un enclave que me atraía: Saint Jean. Me apetecía visitar esa localidad, perderme por sus calles, respirar ambiente de peregrino desde el primer momento. Si alguien prefiere empezar desde Roncesvalles le recomiendo que dedique una jornada a visitar Saint Jean.
¿Qué decir de la etapa Saint Jean- Roncesvalles? Seguro que algo en el tintero quedará sin anotar...
¿Recomiendo la etapa? Sí, sin lugar a dudas. Eso sí, quien se atreva a hacerla debe marcar desde el principio, desde poco antes de la salida del pueblo, un ritmo pausado y constante si no quiere acabar extenuado, exhausto.
Antes de iniciar dicha etapa tenía claro, y no ya por llevar una mochila con peso en la espalda o por el ser la primera jornada de muchas, que el ritmo que iba a llevar a cabo iba a ser lento, pausado, sin florituras. Lo cumplí. Y eso que las condiciones (lluvia débil, pero suficiente para calar, viento, niebla, fresco) no ayudaban. Aun así, no me desvié de mi objetivo de ritmo.
Una vez vivida y superada la etapa me atrevo a recomendarla, menos si se dan las mismas condiciones de lluvia, viento, niebla, fresco. En ese caso animo a que se congele la salida y se efectúe en otro momente. Aquel día, 14 de agosto, ni yendo por la variante de Valcarlos (yo opté por la de Napoleón) uno hubiese estado del todo seguro y confiado. Mas cada caso es un mundo y para gustos colores.
Como apuntaba ahora, el 14 de agosto, día de mi primera etapa, el tiempo no acompañó, por lo que no pude disfrutar del paisaje ni realizar las pertinentes paradas técnicas para hidratarme en condiciones, comer y descansar algo. Tan solo tuve la oportunidad de pararme en Orisson (unos 30 minutos), en la autocaravana de mitad del recorrido (unos 10 minutos) y en el refugio (otros 10 minutos). Aquel día entendí - con mayor claridad si cabe- por qué las autoridades navarras y francesas deciden cortar en invierno la variante de Napoleón. Sin con las condiciones del pasado 14 de agosto fue para pensar ¿qué hago yo aquí? no quiero imaginarme cómo está el terreno con nieve, con bajas temperaturas y demás condiciones propias de época invernal.
¿Recomiento esta etapa para todos los públicos? No. Indendientemente de si el tiempo acompaña o no quien desee hacerla con menores ha de pensarlo muy bien y optar mejor por Roncesvalles. Apunto esto porque aquel día coincidí con una persona que iba con dos menores de unos 7-8 años de edad...
Por cierto, pese a todo el interior de la mochila sobrevivió. Llegué a Roncesvalles con el temor de encontrarme todo mojado. No fue el caso. Ayudó el cubremochilas que tenía (no el que tenía la mochila en uno de sus bolsillos sino uno que adquirí años atrás por si acaso).
6. ¿Madrugar para realizar la etapa?
Cuando pensaba en la realización de mi camino tenía claro dos cosas. Una, que el ritmo que iba a poner en práctica iba a ser pausado, constante, sin forzar, algo que conseguí en un 90 por ciento.
La otra cosa clara era que no iba a madrugar para caminar. Spoiler: no llegué a cumplir esa premisa.
De todas las etapas realizadas en una llegué a iniciar a las 5.30 de la madrugada (Belorado- San Juan de Ortega), en otras oscilaba entre las 7.15 (Zubiri- Pamplona) y las 6.15 (Logroño - Nájera). Infuía en esa tesitura de madrugar o no el haber conocido a personas con las que deseaba compartir tramo o que fuese día de fin de semana, con lo que podía encontrarme alguna tienda de alimentación cerrada si llegaba más allá de una hora más "apropiada".
Conocí a peregrinos que optaban por levantarse muy pronto e iniciar etapa a partir de las 4.30, mas yo poco propenso a caminar de noche (tampoco lo hago en mi vida cotidiana, la de madrugar para caminar, salvo contadas excepciones) optaba por un horario algo diferente. Sí, me levantaba minutos antes de las 6, pero esos instantes previos al inicio de la etapa los dedicaba a organizar lo poco que tenía que organizar de la mochila, a desayunar bien, a abstraerme.
Las etapas concluyeron como muy tarde hacia las 14.00 (el día de la llegada Pamplona o a Burgos), otras entre las 11.30 (San Juan de Ortega u Hornillos) y las 13.00 aprovechando el resto del día para lavar la ropa, ir a la tienda de alimentación si lo veía necesario, descansar en el albergue, visitar la localidad y/o conocer a otras personas.
7. Equipamiento. En este apartado no me explayaré demasiado, pues mucho se ha escrito y comentado acerca de la conveniencia de una mochila con un peso adecuado, de un calzado adecuado y domado. Para explicar algo diferente comentaré los por si acaso, pero los "me lo llevo por si acaso". No, sino al revés.
Cierto es que en mi mochila puse algunas cosas que tal vez podía haber evitado llevar (aun así no llevaba, bajo mi parecer, exceso de peso), pero cuando organizaba la mochila en casa (punto aparte merece el tiempo que uno dedica a hacer y deshacer la mochila para que todo cuadre y no surjan las dudas de si o no) opté por aparcar en casa alguna que otra cosa que con el tiempo (nunca mejor dicho) descubrí que hubiese sido una opción ultra útil. Sí, esos son los no tan famosos por si acaso no me lo llevo...Aquí, un servidor, decidió dejar en casa un poncho (en la primera etapa lo eché de menos y eso que lo descarté adquirir en Saint Jean el día anterior), una sudadera (la acabé comprando en Saint Jean al intuir que iba a utilizarla más de la cuenta. Fue de gran ayuda en algunas etapas donde el fresco matinal invitaba a tener más de una capa.
Conclusión: hay que llevar algo que te cubra todo el cuerpo y por ende la mochila aun disponiendo de cubre mochila.
7.1. Saco o saco sábana. He sido partidario siempre del uso de saco de dormir, pero viendo cuando hacía y deshacía la mochila en las jornadas previas al Camino que el peso y lo que ocupaba el caso de dormir que tenía eran aspectos a considerar opté por comprar un saco sábana. Para un período como agosto viene bastante bien. La mayoría de noches no tuve problema alguno de dormir con un saco sábana, aunque alguna que otra jornada nocturna (sobre todo si tenías algún vecino de habitación que dejaba la ventana abierta) sí tuve algo de fresco, pero durmiendo con una camiseta y dentro del saco sábana lo arreglaba.
Y esto son algunas de mis anotaciones como principiante. Seguro que me dejo algo, pero la cuestión es aportar algo diferente. No sé si lo habré conseguido.
Buen camino!
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Buenas tardes, he leído lo que has escrito y todo me sonaba... Alomejor incluso hemos coincidido este verano en el Camino. Para mí y mi marido también ha sido nuestro primer Camino, el cual no hemos terminado, con intención de seguir el año que viene dondo lo dejamos (Burgos), por falta de tiempo. Mí sueño de toda la vida, el cual contagié a mi marido, ha sido hacer el camino francés, eso sí, empezando en SJPP o nada... Empezamos allí el día 11 de Agosto, sin ninguna preparación previa especial, yo tengo 55 años y mi marido 75, nos gusta andar, aunque nunca estas distancias, mi marido anda en concreto todos los días 12 kms. a buen paso, yo no por trabajo. Hicimos la ruta de Napoleón y bajada por el hayedo, nos pareción bastante dura, aparte de por el ascenso/descenso, sobretodo por el calor, nos hizo ese día 40 grados, sin una sombra donde refugiarse, además de casi agotar todo el agua que llevábamos hasta llegar a la fuente de Roland, pero lo hicimos y sin ningún problema. Hemos realizado 12 etapas sin descansar ningún día sin ningún problema ni lesión, de hecho a partir de la tercera etapa, la verdad, que fue como un paseo todos los días. Salíamos cuando ya había amanecido o amaneciendo, sobretodo, por no perdernos nada del paisaje, porque la verdad, llegábamos todos los días a una hora estupenda donde teníamos pensado alojarnos. Siendo el mes de Agosto, no me pareción para nada que estuviese excesivamente masificado, no espero lo mismo desgraciadamente eso sí a partir de Sarria. El clima nos pareció estupendo, no excesivo calor, eso sí, algunas mañanas nos vino muy bien la sudadera para esas temperaturas, aunque al rato ya te la quitabas. Saco sábana imprescindible, aunque yo también llevaba un saco pequeño, no demasiado grueso ni voluminoso, que alguna noche me vino bien. El calzado, en las dos primeras etapas utilizamos botas de trekking que compramos en el Decathlon, las más baratas que había y habíamos utilizado previamente para amoldarlas a nuestros pies, pero el resto del camino lo hicimos con las deportivas que tenemos de siempre del Primark, también las más baratas que venden y nos fué estupendamente. No aconsejo complicarse la vida con material excesivamente caro ni técnico, no vas al Himalaya... El Camino lo hicimos todo de albergues, algunos privados otros municipales, eso sí, menos tres que no se podía reservar, el resto los llevábamos reservados para nuestra tranquilidad y poder disfrutar las etapas. Al ser nuestro primer camino, no sabíamos lo posiblemente cansados que llegaríamos a cada destino y lo que menos nos apetecería seguro es estar buscando plaza en algún albergue o tener que desplazarte unos kms. más a otro pueblo en caso que estuviesen todos completos, cosa que no sucedió en ningún caso, como he escrito antes, no me pareción para nada excesivamente masificado, me imagino que a partir de Burgos, que volvemos el año que viene, se irá notando un incremento. La diferencia de precio de los albergues municipales a los privados tampoco es tanta, el más caro para nosotros fué en SJPP (22€), los más baratos los municipales (10€), los privados todos entre 12-15€, a reseñar: las Peñas en Nájera, estupendo y Félix un máquina, A Santiago en Belorado un oasis en medio del camino con su piscina y paz y la Cueva de Luisito en San Juan de Ortega estupendo también. A diferencia de muchos peregrinos más jóvenes y "preparados" con los cuales coincidimos desde SJPP y en sucesivas etapas, nosotros tomamos nuestra primera etapa a nuestro ritmo, sin darlo todo el primer día, sin las consencuencias que fuimos viendo en días sucesivos a diferentes peregrinos que en esa etapa nos adelantaban dándolo todo, montones de lesionados con sus rodilleras, mis consecuencias en concreto fueron un par de ampollas en cada pie desde el primer día, las cuales cuidé para que no se reventaran, lo conseguí y sin ningún problema más... Ansiosos que llegue Agosto del año que viene para continuar. Experiencia única, inolvidable...