.

A veces, el contraste de una experiencia te hace caer en la cuenta de lo valioso que es algo que tenías a tu lado diariamente, y por ello mismo, no lo apreciabas debidamente.

Hace unos tres años estuve colaborando una temporada en el Camino Forum, plataforma digital en inglés sobre el mundo jacobeo. Me gustaba el formato, me gustaba el espíritu, y claro, me dejaba seducir por la idea de que gente de todo el mundo se interesara por cuestiones del Camino de Santiago.

Para entonces ya llevaba yo un tiempo colaborando aquí, en el foro de Gronze. El Camino forum me parecía su prolongación natural, con un toquecillo de glamour interneixional , pero prácticamente lo mismo. Me defiendo con el inglés – y si no, ahí está el Google translate- así que registré un nick y me lancé a escribir y opinar.

Escribí algunos artículos, y vaya, parecía que había gente a la que les gustaba. Y de vez en cuando, en los hilos de otros, me veía aclarando cuestiones de cultura o historia española, no porque me las diera de nada, sino porque, inevitablemente, siendo español, hay temas de los que controlas más las vueltas y los matices.

Y así fue que una vez, alguien se refirió de pasada a “la España negra”. Y tal como resultaba en el contexto del escrito, a mí me pareció tendencioso, cargado de prejuicios y tópicos manidos. Así que colgué  un comentario intentando poner un poco de luz y matiz en la cuestión, y…. Ah mi sorpresa! Me censuraron el comentario.

Pero “ ¡Cómo es esto posible!? “ me dije, y pedí explicaciones a los moderadores del foro. “No puedes hablar de religión ni de política” me contestaron. Pero si estaba intentando aclarar por qué no era adecuada la expresión de ‘España negra” tal como se había usado en el forum. “Ya, pues lo sentimos, esos son temas conflictivos, y no queremos que nuestra publicación se meta en esas arenas”.

Dejé correr el asunto, pero en el lapso de un mes me censuraron otras cuatro veces, así que, realmente, me enfadé. Juro por las cigüeñas de Carrion de los Condes que no buscaba yo la polémica ni tocar las narices, y que creía genuinamente que mis comentarios puntuales sobre tal o cual aspecto de la cultura española eran pertinentes, pero zas! Caía una y otra vez en el mismo zepo.

Contacté con Ivar, el responsable noruego de esa web, y le expliqué mi perplejidad. Fue él amable y correcto, y creí percibir en él cierta empatía de europeo que no se deja fascinar por globalidades  facilonas , pero recuerdo perfectamente sus últimas palabras: “We try to keep this thing simple” “tratamos de mantener esto sencillo”.

Aha! Ahí radicaba el problema. “Mantener esto sencillo”. A todos nos encanta cierta sencillez de base del Camino de Santiago: el silencio de los campos, el “andar.comer.dormir”, la austeridad de los albergues, aligerar la mochila vital e ir a la esencia… en el mundo urbano occidental de hoy día, tecnologizado y carcomido por mil intereses contrapuestos no hay probablemente mejor medicina que esta sencillez peregrina.

Pero, pero… había algo en mí que se rebelaba. ¿Quería decir eso que en el Camino forum estaba de más todo lo que no fuera “simple.guay.interneixional”? Claro que una mochila Oxprey no es conflictiva, claro que una aplicación geo.localizada no es conflictiva, claro que no lo es una Coca cola, ni Instragram, ni el Aleluya de L.Cohen, ni un helado en Rúa Nova… pero bueno, así las cosas, podías coger todos esos elementos, y hacer un parque temático “Camino de Santiago” pegadito al  Disneyland París, y así hasta librarte del engorro de tener que cruzar los Pirineos.

Esa misma temporada que anduve por el Camino forum seguía colaborando aquí, en el foro de Gronze. Y ya digo, por la experiencia del contraste uno aprende, o mejor, cae en la cuenta de muchas lecciones.

Hay que estar un poco atento, con los reflejos despiertos, esas lecciones no vienen en formato valla publicitaria de autopista: A veces se presentan con la sutilidad del aleteo de un mosquito.

Por ejemplo: estás tú comentando en un artículo cualquier sinsorguería sobre una pájara que has podido tener intentando llegar a, no sé, Calzadilla de la Cueza, y en un comentario de dos líneas un Bruno Leonés, un Isidro, un Penedo, un Carapau (o un Berto_kairos,  un Papadopou, un...) de esos que pululan por Gronze te hacen una ‘llave jacobea” que te deja k.o por su precisión, su inteligencia, su bonhomía, su fragancia de “arrieros somos y en el Caminos nos encontraremos”.

Y es eso, en dos palabras, de pronto, te vienen tantas evocaciones a la conciencia: La sombra fresca de S.Martin de Tours una tarde de Julio, los juramentos que soltaste bajando con ampollas por la ruta de Hospitales, aquella charleta sobre Labordeta con Indi en Arrés, ¿o fue en Ruesta? Aquella bronca política sobre chorradas de nuestra  testaruda piel de toro por haberte pasado de listo en aquella cena en Grañón- y bueno, por haberte pasado con la bota de vino -.

¿Dónde sino en el foro de Gronze puede uno encontrarse con ese latido de verdad jacobea, con esa gozosa retranca, con esos reflejos para captar la luz de Palencia, la musiquilla del acento Leonés, la experiencia de tener los riñones molidos por haber dormido en soportales de ermitas gallegas? ¿Dónde sino aquí se pillan al vuelo esas briznas en el aire de un mundo intangible, que luego echamos de menos en nuestra plastificada vida urbanito.moderna, pero que  no sabemos ni minimamente verbalizar – y por tanto, reivindicar, y por tanto, luchar por mantenerlo - …?¿Dónde sino aquí?

Ya digo, a veces no apreciamos lo que tenemos a un tiro de piedra hasta que, por contraste, por su ausencia, te das cuenta de que estás a un trist de perderlo.

.

.