Últimamente cada jornada al empezar a caminar veo las estrellas. No es que salga antes del amanecer y ante mi se desplieguen las constelaciones celestes. Es solo que mi pie derecho me está recordando que estaría mucho mejor sin la bota.

Antes de llegar a Granja de Moreruela vi una estrella fugaz. Rápidamente formulé un deseo. Cualquiera podría adivinar qué pedí. Pero no estoy convencido de que se me conceda. El camión de Estrella Galicia circulaba raudo por la autopista junto a la que discurre el Camino y su visión fue igual de fugaz que si se hubiera tratado de un meteoro de verdad. Aun así tal vez no se acepte como un bólido genuino de los que caen del cielo. A ver si hay suerte.

Después de Granja iba caminando y empecé a oír detrás de mi el tic toc de unos bastones de senderismo. Súbitamente me rebasó alguien avanzando a paso de legionario. ¡Buen Caminoooooo! Aunque lo intenté no pude ver si lo acompañaba la cabra correspondiente. Me pareció que no y, por tanto, supuse que no era legionario sino otro peregrino. Pude confirmarlo después porque lo encontré en el albergue de Tabara. Era italiano, septuagenario , no hablaba ni papa de español ni de inglés y era practicante de trekking extremo, sea eso lo que sea. Cada vez resulta más complicado saber en el Camino si quien tienes enfrente peregrina o trabaja.

Como digo, ayer pernocte en el albergue de Tabara. Allí se practica lo que ha venido en llamarse acogida tradicional. La noche anterior estuve en el de Fontanillas que se rige por idéntico principio. Los dos albergues son municipales. Tabara es significativamente mayor que Fontanillas y su población también. Su albergue dispone tan solo de lo indispensable para atender a los peregrinos pero sin excesivas comodidades (tal vez eso cambie con la ampliación que se está llevando a cabo). El de Fontanillas, en cambio es más reciente y personalmente me pareció incluso confortable. La atención proporcionada por los hospitaleros en ambos casos fue excepcional, recibí un cálido recibimiento y estuvieron pendientes de sí precisaba algo. Dispuse de un refugio bajo techo y resguardado del frío. Me pude asear con agua caliente. En Fontanillas me lavaron la ropa (en Tabara no fue preciso y además llegué algo tarde). Me dieron de cenar y el desayuno,  espléndidamente en Fontanillas y bastante menos en Tabara. En Fontanillas éramos dos y en Tabara ocho o nueve.

Comprendo lo que es la hospitalidad e imagino que el termino acogida tiene ese sentido. Lo de tradicional no acabo de entenderlo. Antiguamente los peregrinos que disponían de medios económicos podían satisfacer sus necesidades igual que hoy en día, pagando.  Los peregrinos necesitados recurrían incluso a la mendicidad y para atenderles se creó con el tiempo una red de asistencia pública. Los recursos eran aportados por diversas vías y gestionados con mayor o menor honestidad, que en eso también está todo inventado desde el principio de los tiempos. El resultado para el peregrino pobre solía ser una asistencia mala o peor según los recursos disponibles.

Busqué el significado de hospitalidad en el diccionario (el de la RAE):

1.  Virtud que se ejercita con peregrinos, 

menesterosos y desvalidos, recogiéndolos y prestándoles la debida

 asistencia en sus necesidades.

2.    Buena acogida y recibimiento  que  se hace a  los  extranjeros  o  visitantes.

De la primera acepción me quedo con que se trata de una virtud. Es decir se tiene o no se tiene. De la segunda con lo de la buena acogida. El calificativo buena puede tener un sentido muy amplio y ambiguo. En cualquier caso entiendo que es algo que parece hacerse sin esperar nada a cambio.

Pero para entender la inclusión de un donativo habría que considerar la idea de reciprocidad. Aunque no se exige se recuerda que el donativo es a cambio de esa hospitalidad y se justifica su necesidad en la sostenibilidad del sistema.

La cuestión es que si la relación anfitrión/huésped se considera como un intercambio acabará entrando en la ecuación el concepto de equilibrio. Si lo que facilita el anfitrión tiene que ser sostenido por la aportación del huésped este empezará a sopesar si recibe lo suficiente a cambio de lo que se le sugiere que aporte. Como todo el mundo sabe el peregrino no exige pero si que puede dejar un donativo menor y el sistema no se sostendrá. Pero el caso es que si aportara en exceso la hospitalidad se convertiría en un negocio y perdería su esencia.

Hoy me encuentro en Santa Marta de Tera, en su albergue municipal. Se trata de una localidad con una población algo mayor que Fontanillas, pero no mucho, y bastante menor que Tabara. Aquí han dispuesto para los peregrinos unas instalaciones amplias y cómodas. No apelan a la buena voluntad para que se contribuya al coste de mantenerlas, sino que piden el pago de la cantidad (muy moderada) que han considerado adecuada. No han proporcionado comidas pero facilitan los medios para cocinarlas y el espacio para consumirlas y para compartir con los demás peregrinos.

No estoy estos días muy receptivo al paisaje que me rodea. Sigo avanzando pero sin ese caminar alegre que llevaba por Andalucía y Extremadura. Estoy más pendiente de evitar pisar demasiado las piedras sueltas, que abundan en las pistas pedregosos que me están llevando por Zamora, que de los colores de la primavera que intenta despertar y que por aquí solo he visto en algunos campos de colza, llamativos de tan amarillos. Bajo un cielo en el que vuelan las nubes arrastradas por el fuerte viento continuo andando en soledad. Hay más peregrinos pero me quedo rezagado. De todas formas la sensación no difiere de cuando era yo el que dejaba rezagados a los demás. Cuando se recupere del todo el pie me pondré un rato en modo legionario, como el septuagenario italiano practicante de trekking extremo (sea eso lo que sea), para volver a sentir el vértigo de la velocidad

Ahora voy a prepararme para una potencial noche toledana porque el compañero de habitación, que casualmente es de Toledo, no ronca, ¡barrita!. Los otros tres ocupantes del cuarto han preferido huir con los colchones hasta el comedor en busca de un sueño más plácido. Yo me he quedado y espero que los tapones sellen eficazmente mis oídos.

Muchas gracias y buenas noches