Muros
Notas destacadas
En la iglesia de San Pedro se puede obtener la credencial emitida por la catedral de Santiago, y poner el primer sello de la ruta. Si ya la tenéis, y la iglesia está cerrada o no hay nadie en la sacristía, podéis sellar en la oficina de turismo. |
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El pueblo es un pequeño tesoro de arquitectura tradicional marinera renovada con balconadas y galerías de gusto burgués. Recomendamos perderse por sus callejas, de evocadores nombres, y plazuelas presididas por cruceiros y capillas. Conservan el sabor de antaño, con sus soportales, tanto el frente marítimo como la Praza da Pescadería Vella. |
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De sus monumentos sobresale la excolegiata gótica de San Pedro (s. XV), de amplia nave única, que posee una curiosísima pila de agua bendita con una serpiente enroscada. |
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En Muros no hay por el momento albergues, pero sí en Louro (a 4 km), centro estival que ha crecido alrededor de sus playas. Aunque concebido para los surfistas, si tiene plazas seremos bien recibidos, y quizá hasta nos animemos a alquilar una tabla y bajar a la playa de Area Maior. |
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Ya que estamos de paso, deberíamos apostar por los productos de cercanía, o sea, por lo que la ría produce. Así, además de los pescados que se desembarcan en la activa lonja de Muros (pescada o merluza, congro, sardiña, xurelo, xarda, pinto, maragota, raia, centola, nécora, pulpo…), los moluscos bivalvos cultivados en los arenales y el más de un centenar de bateas de la ría, especialmente berberecho, almeja, navaja, ostra, vieira y mejillón. |
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Las pastelerías y restaurantes ofrecen un dulce, la tortilla romana. Según la tradición fue el obsequio de un capitán italiano, en los años 40, a la cocinera de la fonda donde se había hospedado mientras reparaban su barco. La tortita está rellena de crema pastelera con almíbar de brandy y azúcar quemado. La suelen preparar a diario en la pastelería Goya. |