Vigo

Vigo es la mayor ciudad de Galicia y probablemente su motor industrial y económico. Cuando recorramos el centro de la ciudad no podemos dejar de visitar la concatedral de Santa María (que comparte sede catedralicia con la catedral de Tui), en la cual se venera un Cristo de la Victoria, y pasear por el casco viejo, con la Praza da Constitución, la Rúa Real y la Ribeira do Berbés, desde donde podemos proseguir el paseo por el puerto. Junto a la entrada a la ciudad por el camino oficial cabe destacar el parque de Castrelos, en cuyo interior se halla el pazo de Lavandeira, edificio del siglo XVII con bonitos jardines neoclásicos a los cuales se puede acceder libremente. Es curioso comprobar, observando en un mapa la trama urbana, el pequeño tamaño del núcleo amurallado de la antigua ciudad romana –Vicus– y medieval, a un paso del puerto, en comparación con la trama del ensanche decimonónico; ello indica que hace unos siglos Vigo no era más que una pequeña población, que en el siglo XVI no alcanzaba los mil habitantes. El gran crecimiento de la ciudad se produjo en el s. XIX cuando fueron derribadas las murallas y se inició la construcción de su ensanche, al cual se añadieron ya en el s. XX diferentes barrios fruto del desarrollismo y de las continuas inmigraciones desde la Galicia rural.