Urdax/Urdazubi
Dantxarinea | » 3.2 km » | Urdax/Urdazubi | » 9.4 km » | Amaiur/Maya | |
Etapa 2: Souraïde - Amaiur/Maya |
Notas destacadas
El monasterio de San Salvador, fundado en el año 1172 por una comunidad de monjes premonstratenses, fue hospital de peregrinos desde el siglo XII. Además del albergue, que ocupa un ala del claustro, el edificio cuenta con un pequeño museo histórico, así como una exposición permanente de artistas vascos. |
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Los que pernocten aquí pueden aprovechar la tarde para visitar la cercanas grutas de Urdax-Ikaburu (a 1,4 km del pueblo), con espectaculares formaciones de estalactitas, estalagmitas y un riachuelo subterráneo (ver horarios y precios en este enlace). En diferentes cuevas de la zona se han hallado pinturas rupestres del Paleolítico, con figuras de bisontes, ciervos y otros animales, así como herramientas de sílex. Si disponemos de tiempo suficiente, cabe la posibilidad de visitar también la cueva de Zugarramurdi (a unos 4 km de Urdax), donde supuestamente se celebraban akelarres de brujas, cuya fama aumentó tras la película de Álex de la Iglesia. Existe un camino circular que une las grutas de Urdax, Zugarramurdi y Sare (Francia), señalizado con la figura de un pottoka, la raza de caballo-poni autóctona de estos valles pirenaicos. |
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Junto al monasterio se halla el centro de educación ambiental Trikuharry, dedicado a la recuperación de fauna salvaje, en especial animales rescatados del maltrato. Tienen sello del camino y cuenta con un pequeño bar; está gestionado por el mismo hospitalero del albergue y ofrecen visitas guiadas, muy interesantes. |
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El nombre Urdazubi significa en euskera «agua y puente»; existe en el centro del pueblo un molino cuya maquinaria data del siglo XVIII y que todavía funciona (se pueden concertar visitas guiadas). También son interesantes las diferentes casas de indianos, construidas por emigrantes enriquecidos tras su estancia en América. |
Cultura e Historia
Aldea donde el tiempo se acompasa: todo parece extrañamente pausado, como si el pequeño valle de Urdax fuera un paraíso que no perteneciera a este mundo. El paisaje sereno, el intenso verde de los prados y bosques, el suave perfil de las montañas, las majestuosas, quizá eternas, casas señoriales, los sugerentes canales de agua que atraviesan el pueblo hacia una casa-molino, exposiciones de arte aquí y allá, y un acogedor albergue en el mismo monasterio, en unas dependencias que dan al claustro.
El monumento más importante es el románico monasterio de San Salvador, fundado como hospital de peregrinos en el siglo XII por el rey navarro Sancho VI el Sabio, y que pertenecía a la Orden Premonstratense. El abad tenía voz y voto en las Cortes de Navarra, y gran autoridad en su zona de influencia. En el año 1793 el monasterio sufrió un importante incendio, del que todavía quedan secuelas.
Otra joya cultural son las cuevas de Urdax/Urdazubi, también conocidas con el nombre de cuevas de Ikaburu. Se encuentran a 1,4 km del pueblo de Urdax, siguiendo la carretera de acceso y girando a la izquierda (bien señalizado). Se trata de una serie de galerías con unas extraordinarias formaciones de estalactitas y estalagmitas, formadas a lo largo de miles de años por la erosión provocada por el río Urtxume. En ellas encontraron refugio desde humanos prehistóricos, hace decenas de miles de años, hasta contrabandistas y fugitivos hace pocas décadas. Se realizan diariamente visitas guiadas (no se puede visitar por libre): www.cuevasurdax.com.
En otras cuevas del municipio se han hallado recientemente pinturas rupestres del Paleolítico (hace unos 25.000 años), con figuras de bisontes, ciervos y otros animales, así como herramientas de sílex. Si disponemos de tiempo suficiente, cabe la posibilidad de visitar también la cueva de Zugarramurdi, famosa por los akelarres de brujas que supuestamente se celebraban y por la película de Álex de la Iglesia, y que se halla a unos 4km de la cueva de Urdax (consultar horario de visitas). Existe un camino circular que une las grutas de Urdax, Zugarramurdi y Sare (Francia), marcado con la figura azul de un pottoka, la raza de caballo-poni autóctona de estos valles pirenaicos. Parte de dicho recorrido coincide con la conocida como ruta de los contrabandistas (actividad tradicional de estos senderos transfonterizos).