La Vía de la Plata de Sevilla a Astorga, 2013
Sí me ha gustado.
Difícil en algún tramo por el calor y la soledad entre poblaciones.
En general buena, a veces duplicada por las asociaciones de amigos del camino y administración, en otras ocasiones sería bueno, para tranquilizar el peregrino, alguna señal en tramos largos sin variación de dirección, me he despistado en tres ocasiones.
Hay alguno muy básico pero suficiente, algún otro con chinches e incluso abandonados por parte de los municipios, en otros en cambio cuidan tanto del albergue como del peregrino: Monesterio, Alcuéscar, Cubo del Vino, la Bañeza...
Con entrenamiento, suficiente agua y determinación el calor se supera. Es un placer llegar andando a tantas ciudades llenas de historia también en este camino Sevilla, Zafra, Mérida, Cáceres, Salamanca, Zamora... así como cruzar ríos importantes, percibir el cambio de paisajes, cultivos y formas de hablar descubriendo tantos pequeños pueblos viviendo y sobreviviendo.