Afrontamos hoy la etapa reina del Camino de Baztan: nos espera el puerto de Belate, con 938 metros de altitud y unos impresionantes bosques de hayas, que sin duda hará las delicias de los amantes del senderismo.
Etapa 4: Berroeta - Olagüe | Al Loro
No, no nos hemos equivocado con la duración de la etapa: lo más prudente es prever unas 7 horas, pero ello puede variar en función de vuestra condición física y de la meteorología. | |
Durante la primera mitad de la etapa pasaremos de los 285 metros de altitud (en el puente sobre un arroyo poco después de Berroeta) a los 938 metros en el puerto de Belate: el desnivel en dicha primera subida es de 653 metros, con las rampas más duras entre Almándoz y la Venta de San Blas. Tras descender al antiguo monasterio –en el ecuador de la jornada– comienza un nuevo repecho, por suerte más llevadero. | |
Si las previsiones meteorológicas fuesen muy negativas (nieve, frío o tormentas con aparato eléctrico), llegados a Almándoz o a la Venta de San Blas deberemos valorar si acometer o no la travesía del puerto de Belate. Recordad que estamos ante un recorrido largo, solitario y que discurre por zonas bastante elevadas, donde el mal tiempo puede complicar mucho la caminata y la orientación. | |
En el pueblo solo tenemos la Posada Palacio Beola, con restaurante de precio medio-alto; abre de miércoles a domingo a partir de las 11:00. | |
Pequeño hostal con bar-restaurante situado a pie del camino en plena subida por el bosque, donde Xefe y Karlos atienden desde hace décadas a los peregrinos. Recomendamos parar para descansar y tomar algo, pues ya no encontraremos nada en los próximos 10,3 km hasta Lantz. Cierran los martes, aunque si están allí los propietarios (y avisando previamente) es posible que os abran. Tel.: +34 626 198 455 / +34 948 585 016. | |
El símbolo del hostal es una becada, ave migratoria que suele pasar el invierno en los bosques del Pirineo navarro. Es difícil de ver, debido a su plumaje mimético y sus hábitos crepusculares; la reconoceréis por sus patas finas y el pico muy largo, con el que se alimenta de gusanos. Muy apreciada por los cazadores y los gastrónomos, su carne siempre ha sido considerada un manjar. | |
Belate es un collado de montaña que comunica desde tiempo inmemorial los valles de Baztan y de Ultzama, en la divisoria de aguas entre la cuenca cantábrica y la mediterránea; por aquí pasaba la calzada romana que unía Lapurdum (la actual Bayonne) con Pompaelo (Pamplona), como podremos comprobar —y pisar— en uno de los tramos más mágicos de cuantos recordamos en nuestros caminos. | |
El monasterio fue fundado en el año 1160 al pie de la antigua calzada romana, ruta muy utilizada en época medieval por ejércitos, pastores con sus rebaños, comerciantes y, por supuesto, peregrinos. Frente a la iglesia, con portada románica, se conserva el edificio del antiguo hospital de peregrinos, que en su día tuvo una importancia equiparable a los de San Salvador de Ibañeta (en el collado sobre Roncesvalles) o Santa Cristina de Somport. | |
El trayecto entre el monasterio de Belate y Lantz discurre al principio por una pista ancha de tierra; tras episodios de lluvias pueden quedar zonas embarradas, que evitaremos caminando por el margen del bosque. Después las flechas nos conducen por una senda preciosa a través de un gran hayedo, otro de los tramos inolvidables de la etapa. | |
Hay un albergue exclusivo para peregrinos, un bar-restaurante (cierra los lunes y martes) y también un hotel rural que puede servir cenas (imprescindible avisar previamente). La tienda de comestibles cerró en 2022. | |
Son famosos sus carnavales rurales, con personajes ancestrales como el Miel-otxin (representación del bandido malvado, que será capturado y ajusticiado), Zaldiko (mitad hombre, mitad caballo), el Ziripot (personaje gordinflón, envuelto por un relleno de helechos y paja), los Arotxak (herreros vestidos con sacos de arpillera) o los Txatxus (vecinos armados con escobas, ataviados con ropas de colores vivos y gorros de cucurucho). Según los expertos, este tipo de festejos, mitos y personajes son muy similares a los de otros pueblos de montaña a lo largo de todo el Pirineo. | |
La localidad, cabeza del municipio de Anué, cuenta con albergue de peregrinos (en la antigua Casa Parroquial, junto a la iglesia de San Juan Bautista), un bar-restaurante (cerrado los lunes y martes), una pequeña tienda-panadería (de 7:00 a 14:30 y de 19:00 a 20:00, cierra domingos y festivos) y una quesería artesana. | |
No dejéis de visitar, a un paso del albergue, el obrador de quesos artesanos (de lunes a sábado de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00, domingos y festivos de 11:00 a 14:00) donde se pueden adquirir tanto piezas enteras como porciones. Lo regenta María, pastora de un rebaño de cien ovejas de raza latxa que pastan en libertad, cuya leche ordeña a diario y con la que elabora diferentes quesos y postres lácteos que saben a gloria; es además la responsable del albergue y una divulgadora entusiasta del poco conocido valle de Anué. |