Papadopou
Imagen de Papadopou

Ideas peregrinas para un Camino de invierno en  otoño IX

Pasado el rio Ulla enseguida llegamos a Outeiro. Desde que pasé por ahí en la última ocasión me ha sorprendido ver que ahí arriba, en el monte,  han arrancado eucaliptos y andan plantado viñas, muchas viñas.

Estábamos en las inmediaciones del Pico Sacro. Es una atalaya que se levanta a tiro de piedra de Santiago. Eso sí, un tiro de más de 10 km. Si el tiempo lo permite, y además tienes buena vista, es posible divisar desde la cumbre las torres de la Catedral compostelana.  Ayer, cuando subí, lo permitía y las pude distinguir con bastante nitidez aunque mi vista nunca ha sido nada excepcional. Si se me negaron las vistas en el Monte Faro de Rodeiro, aquí se me han concedido. Deposite allí mi piedra, que refulgía con la montaña, aligerando mi carga.

Esta mole rocosa brilla intensamente con la luz del sol, es otro faro sin mar. El cuarzo que forma sus peñas, además de reflejar el sol cuando aparece, dicen que amplifica la energía que fluye de la tierra y es capaz, según parece, de parar y deshacer las tormentas. Tal vez por eso se ha extendido el cultivo de la vid en esta zona, porque además se reduce el coste de los seguros contra el pedrisco.

Se trata de un enclave místico, otro más, donde escuchar humildemente a los dioses.  El cristianismo también se lo apropió, como acostumbraba hacer, y antes del año 1000 ya había en la cima un monasterio benedictino, de los del ora et labora. Fue fundado por un obispo de Compostela originario de Liébana. ¿A alguien le suena un tal Sisnando?  Algo se dijo de él en referencia al camino vadiniense.  Hoy día solo queda una modesta capilla como testimonio de un pasado formidable. En las profundas cuevas de  la montaña que, según se dice, alcanzan hasta el rio Ulla, vivieron mouros. También un dragón, lo que nos lleva de vuelta a la tradición jacobea.

Según la leyenda, los discípulos del Apóstol, una vez llegaron a estas tierras con sus restos, pidieron el permiso y la ayuda de la Reina Lupa, que gobernaba en la región, para sepultar el cuerpo. La reina envió a los recién llegados al Pico Sacro esperando que el dragón que allí habitaba los eliminara. También les proporcionó dos toros bravos para ungir  un carro que les sirviera para el transporte. Los discípulos lograron milagrosamente el amansamiento de los toros y la muerte del dragón. Tales sucesos provocaron la conversión de la reina y la culminación de la Traslatio de los restos de Santiago hasta Compostela, entonces Iria Flavia.

De forma menos milagrosa hoy hemos culminado también nosotros allí nuestro viaje, cerrando nuestro periplo ante la Catedral.

Me he descalzado mis botas de siete leguas hasta mi próximo Camino y me he despedido de un fiel compañero de viaje que me ha acompañado sirviéndose de apoyo en todo momento, mi bordón. Lo encontré en Villavieja y lo he dejado como ofrenda en la plaza del Obradoiro con la esperanza de que encontrara a otro peregrino que lo llevara hasta el fin del mundo.

Como despedida y colofón a mi relato sobre el Camino de invierno quiero compartir con todos una anécdota en la que tuve un breve papel  y que, creo, deja entrever los mimbres con los que se teje la vida mientras recorremos el Camino.

A nuestro paso por Orellan, en una particular segunda etapa, un simpático perrillo se cruzó en nuestro camino. Precediéndonos, mostraba el camino hacia el mirador sin hacer caso de nuestros torpes intentos de que regresara a su casa y nos esperaba si nos demorabamos. No hubo forma de evitar que nos siguiera hasta Las Médulas. Allí lo perdimos de vista mientras entramos a comer en un bar. Me quedé algo preocupado porque había leído que a veces los perros no son capaces de regresar a casa en situaciones similares.

Ayer en Deseiro, mientras charlaba en el albergue con un peregrino con el que íbamos coincidiendo desde Rodeiro, mencioné el pueblo de Entoma, antes de O Barco.  Al oírlo me dijo que allí dejó un perro que le venía siguiendo desde Las Médulas. Sorprendido le pedí que me describiera al perro y me mostró varias fotos. Me quedé sin palabras al comprobar que se trataba del mismo perro. Él me explicó que el perrillo lo estuvo siguiendo varios días y que en Entoma, al comentar su situación y comprobar que se trataba de un perro de un par de años y abandonado, un hombre le ofreció quedárselo para su padre que había perdido recientemente su propio perro atropellado por un coche y que estaba teniendo serias dificultades para superar la pérdida. El perro había encontrado un hogar y aquel hombre un nuevo compañero.

El peregrino pidió que llamaran al perro Invierno, o en gallego Inverno, como el Camino que estaba recorriendo. Así que si pasáis por Entoma y veis un amigable perrillo negro y con blanco en las patas, probablemente se trata de Inverno.

Buenas noches, desde Santiago, y muchas gracias. Ultreia!

EngelAbel
Imagen de EngelAbel

«Esta mole rocosa brilla intensamente con la luz del sol, es otro faro sin mar. El cuarzo que forma sus peñas, además de reflejar el sol cuando aparece, dicen que amplifica la energía que fluye de la tierra y es capaz, según parece, de parar y deshacer las tormentas. Tal vez por eso se ha extendido el cultivo de la vid en esta zona, porque además se reduce el coste de los seguros contra el pedrisco.»... Curiosos los efectos de la composición de tan emblemático, enigmático y misterioso faro. Curioso y llamativo Inverno. Hay otros casos, pocos, como el de Inverno, pero siempre resultan llamativos y también hacen abrir la atención, o debería decir la percepción,... u olvidar, o re-concentrarse o "volver" de ciertas abstracciones,... o evadirlas todas por un momento, también puede ser.

En el mirador de la Tejeda de Tosande tomé una piedra, una de muchas, por el brillo que tenía bajo el sol. Al bajar hacia el trazado del Camino Olvidado dejó de hacerlo. Había sol, pero no había sombra: en el descenso ya había entrado en la estrecha banda de penumbra antes de entrar en el hayedo y en la tejeda y su brillo se desvaneció. Ya no tenía el lustre de las del suelo, que brillaban más, tanto como brillaba instantes antes la que traía en mi mano desde allí arriba,... y resultaba sin interés, anodina. Respetuosamente la dejé al lado del sendero, donde volvió a brillar. Puede que sea ella la que escoja con quién moverse. Creo que la tuya quería "rodar" y te eligió a tí. Seguro que hubo una razón.

Bueno Papadopou, un Camino sanamente envidiable. Porque es Camino, un Camino con "C" mayúscula en el que la distancia recorrida, la que sea, poco tiene que decir en contra, como esos grandes espacios abiertos a veces ocultos por la bruma y los amaneceres, azules y fríos, y sí mucho a su favor las sensaciones, las vivencias, los pensamientos, los sentimientos y experiencias que te llevas. La sensación al leerte es no solo que lo has disfrutado con los cinco sentidos, sino que lo has vivido e interiorizado y para eso hacen falta algunos más. No serán fáciles de olvidar. Resonarán los sentidos (todos) de ese Camino con un eco profundo mucho tiempo. Y lo has transmitido. Dices «(...) alfombra de hojas caídas  para el caminante que hoy ya ha dejado de serlo.»,... puede,... Puede que, por ahora, ese final en Compostela haya terminado con esos pasos físicos por los caminos, pero como se suele decir, ahora es cuando empieza el verdadero, en mi opinión, Caminar es algo más. ¿La prueba?: nos has hecho Caminar a todos (a unos desde casa y a otros estando lejos de ella) y eso no ha sido solo con el describir, día a día, cada paso, ni con cada poner un pie delante del otro.

Buen Camino siempre !

Papadopou
Imagen de Papadopou

Hola EngelAbel, gracias. Coincido contigo en que es un camino para disfrutar reposadamente. Se afinan todos los sentidos y, de tanto en tanto, hay que desconectarlos para que tantos estímulos no te distraigan en el intento de conectar con ese mundo lleno de magia y leyendas por el que vas transitando.

Ahora toca volver al Camino del día a día. Hasta que llegue la ocasión de volverse a calzar las botas.  Saludos.

Cristineta87
Imagen de Cristineta87

Muchas gracias por tus relatos Papadopou, enhorabuena y buen Camino!!

 

Papadopou
Imagen de Papadopou

Gràcies, Cristineta. 

Ma Teresa
Imagen de Ma Teresa

Gracias Papadopou por hacernos participar de vuestro Camino. Ha sido muy revelador. Espero que tus acompañantes también hayan disfrutado y queden contagiadas de "caminitis". Buen Regreso.

Papadopou
Imagen de Papadopou

Ha sido un placer,  Ma Teresa, gracias. Mi esposa ya conocía el Camino y hemos ido juntos varias veces, pero los nuevos compañeros no me han parecido muy convencidos con la experiencia. Todos sabemos que muchas personas no acaban de conectar con el Camino y les cuesta salir fuera de su zona de confort. Saludos. 

Xalic
Imagen de Xalic

"Estábamos en las inmediaciones del Pico Sacro. Es una atalaya que se levanta a tiro de piedra de Santiago. Eso sí, un tiro de más de 10 km. Si el tiempo lo permite, y además tienes buena vista, es posible divisar desde la cumbre las torres de la Catedral compostelana.  Ayer, cuando subí, lo permitía y las pude distinguir con bastante nitidez ... "
Aclarado ! Una de las "chicas" con la que hice el Camino en septiembre decía durante las tres últimas etapas que iba viendo las torres de la Catedral, y le decíamos que era imposible. Cuando la vea le diré que como no subimos al Pico Sacro, las torres estarían en su imaginación hasta la entrada a Santiago.
Enhorabuena, gracias por los interesantes relatos y Buen Camino Papadopou.

Papadopou
Imagen de Papadopou

Gracias Xalic. Efectivamente, siguiendo el Camino por esta ruta solo ves la catedral cuando llegas donde tomaste esa foto, arriba de Angrois y empiezas a bajar hacia el Sar. Saludos. 

Indi
Imagen de Indi

Como lo que sea que escriba desmerecerá todo lo anterior, solo puedo daros las gracias por lo que compartís con nosotros, y sobre todo de cómo lo hacéis.

La historia del perrillo, al margen de lo demás, me resulta especialmente entrañable. Tal vez en estos momentos algún niño o persona mayor lo eche de menos en Orellán, o tal vez no, en cualquier caso su destino ha estado ligado al Camino y a los peregrinos, y el nombre sugerido no puede ser más acertado. Solo espero que en Éntoma acuda a recibirnos alegre y reciba nuestro cariño. En Éntoma compartí impresiones con un señor mayor muy cercano y agradable que me salió al paso en la última casa y naves saliendo a la izquierda, justo donde inicia el camino por las viñas. Estaba a la puerta de una nave junto a un viejo y cansado caballo, y me llamó la atención no ver ningún perrillo próximo, tan habitual en esas circunstancias. Me puso al día de las circunstancias y peculiaridades del pueblo, de las variedades de uva que cultiva y de la alegría que le producía ver pasar a los peregrinos por la puerta de su casa y departir con ellos. Ojalá sea el mismo señor que perdió a su perro y que ahora tiene nuevo compañero. Como sabemos, en el Camino suceden estas causalidades, así que todo puede ser. 

Me viene ahora a la cabeza que en repetidas ocasiones se ha comentado que es una pena que ciertas entradas del foro queden diluidas en su inmensidad. Tus ideas peregrinas merecerían ir a ese "cajón" que algunos hemos sugerido para tenerlas más a mano.
Buen regreso!

​​​​

Papadopou
Imagen de Papadopou

Gracias,  Indi.  Ya en casa preparando la inmersión en la cotidianidad para mañana mismo, sin margen para el arrepentimiento. Saludos.

SandraCamina
Imagen de SandraCamina

Bona nit Papadopou

Ha sido un placer leerte estos días. Me has transportado a sitios que no conozco y he sentido que estaba allí, como cuando la niebla de Saramago. Me ha encantado.

Moltes Gràcies i Bon Camí!