9 etapas hasta el enlace me parece más equilibrado.

En general estoy muy de acuerdo con Pombo con la disección efectuada al Camino de Invierno en su artículo, al que a partir de ahora tal vez me refiera también como Camino del Sil, aunque a los del Miño tal vez no les guste mucho eso. Una vez que se ha oficializado un nombre a un itinerario se me antoja misión imposible cambiarlo, salvo a fuerza del uso y costumbre.
Entiendo que el haberse ceñido al recorrido oficioso no daba lugar a elucubrar sobre si su elección en algún tramo concreto fue acertada, lógica, o no. Me refiero por ejemplo a la etapa Quiroga-Monforte, donde la elección de abandonar el Sil siguiendo río Lor arriba no parece ni mucho menos la mejor, la más lógica, ni la más asequible físicamente hablando. Es cierto que, a día de hoy, haciendo cambalaches, admite alguna posibilidad más de pernocta, lo que la hace factible, pero sinceramente, el recorrido que en un principio se barajó, a través de La Cubela, e incluso la alternativa ampliamente debatida en este mismo foro de Gronze por Ribas de Sil, Salgueiros y Rozavales son claramente la mejor y más lógica opción. Con voluntad política y alguna iniciativa privada podría convertirse en la opción mayoritaria por la que se decantarían la mayoría de peregrinos, y afianzaría la justificación de llamar al Camino, del Sil.
Sé que es egoísta por mi parte, pero este Camino, limando lo ya dicho sobre algún tramo carretero a evitar y algún que otro albergue más en lugares donde es necesario, tiene todo lo que un peregrino solitario e introspectivo puede desear, empezando por el número y tipo de peregrinos que lo recorren. La infraestructura, pese a ser justa es suficiente aunque no siempre haya albergues, ya tenemos el resto de Caminos para hartarnos de bares y tiendas de souvenirs.
No sé cómo explicarlo, pero lo intentaré. En este Camino, creo que sé el nombre de todas las personas que regentan los pocos bares o establecimientos intermedios, y de muchos finales, que existen. Tanto ellas como los paisanos con los que se cruza tu Camino son afables, empáticos, solidarios. Si tienes un problema no tendrás que preocuparte, pues están pendientes de tí incluso una vez te has marchado. Han luchado por lo que tienen con la esperanza de seguir adelante puesta en el Camino, y nos han atendido desde el primer peregrino que pasó por allí como si estuviéramos en nuestra propia casa. Como bien se ha indicado hacen un esfuerzo para ajustar los precios a nuestras necesidades, y no poco además. Por eso veo con un poco de preocupación la próxima llegada de oportunistas y especuladores profesionales, que puede dar con su esfuerzo al traste y, con ello, parte de las maravillosas sensaciones que este Camino nos deja en la actualidad. Ya lo he dicho antes: soy muy egoísta. Ellos necesitan el Camino y, por ende, a los peregrinos, para asentar en parte su futuro y el de sus hijos. 
Una vez más animo a todos a recorrerlo tal como es hoy, pues mañana tal vez sea muy diferente.

Yo estoy pensando en tomarlo en Ponferrada en unos días.

Saludos