Plasencia, ciudad situada en la puerta del valle del Jerte, con una población que ronda los 40.000 habitantes, es la localidad más importante de la provincia de Cáceres, después de la capital. Es sede episcopal y acoge diversos servicios de la Junta de Extremadura. Fue fundada por el rey Alfonso VIII de Castilla en 1186 por razones de estrategia militar, propias de la Reconquista, era frontera de las tropas castellanas del reino de León, marcada por un calzada romana, al Oeste y las tropas musulmanas al Sur. Como anécdota cabe destacar que por recomendación de los médicos de Fernando “el Católico”, como el lugar más saludable de todos sus reinos, se fijó la residencia en 1515.

Es una ciudad que tiene solera y vestigios jacobeos por los datos que aporto a continuación y además dispone de un albergue y paradójicamente está desvinculada del Camino de la Vía de la Plata de la que queda desconectada en su itinerario, siendo posible su conexión si desde Carcaboso el camino se dirigiese a Plasencia de la que dista 12 kilómetros. Ya desde Plasencia se puede conectar con el Arco de Cáparra a través del Camino Real de Plasencia a Villar de Plasencia por el santuario de la Virgen del Puerto, que dispone de una calzada romana de la que dista 23 kilómetros sin necesidad de recurrir a llamar a los alojamientos de la N-630 El Avión, Asturias y Jarilla, para que recojan a los peregrinos que por la distancia excesiva no puedan continuar hacia Aldeanueva del Camino desde el Arco romano de Cáparra tras su inicio en Carcaboso.

Así entre los edificios jacobeos, hay que destacar la Iglesia de Santiago, conocida por “El Cristo de las Batallas”, situada a extramuros y en el camino de ronda de la ciudad que enlaza con la calzada de la Mesta, o camino de Castilla, que se dirige hacia el norte por el Santuario de la Virgen del Puerto. Se ha podido comprobar que esta iglesia fue construida ex profeso para el uso del peregrinaje jacobeo. Los clásicos signos del peregrino ocupan toda la ornamentación y en sus piedras encontramos labradas, conchas, calabazas, bordones y otros detalles significativos, de tal forma que ésta sola iglesia nos bastaría para asegurar la importancia en estas peregrinaciones a Compostela.

Tiene junto a la portada un alto relieve de Santiago peregrino, enmarcado con las llamadas “bolas de Ávila”, de tiempos de los Reyes Católicos y debajo había un limosnero.

La imagen de Santiago peregrino tallada en madera, que era titular de la iglesia, la regalo D. Juan Torrejón Barba a la parroquia de Casas del Castañar, desconociéndose su paradero actual.

Todos estos detalles habían pasado desapercibidos, se ponen al descubierto para aquellos curiosos placentinos, ya que no habían sido citados anteriormente por otros historiadores, y nos demuestran claramente que esta iglesia estaba dedicada de exprofeso al culto jacobeo y que la incidencia del peregrinaje compostelano debió de ser de extraordinaria importancia.

En el interior de la nave se pueden ver labrados, los escudos del obispo Vargas y Carvajal, así como la Cruz de Santiago, conchas de peregrinos, bordones, calabazas, limosneras, etc..., todos ellos relacionados con la tradición jacobea.

También había hospitales para atender a los peregrinos como el de la Merced, Santa María y el de Convalecencia o Yaga.

Así el Hospital de Santa María o de Doña Engracia de Monroy

Se puede decir que es uno de los hospitales que más tiempo ha estado en activo, pues le faltaban muy pocos años para hacer los 700 ininterrumpidos como hospital. Hoy está destinado a varias funciones sociales, como museo, conservatorio de música etc.

Su fachada principal (Plaza de la Catedral), es renacentista, sobre la portada se ve una imagen de la Virgen, sobre ella una cruz floronada de la Orden de Santiago cantonada con cuatro veneras (conchas), por lo cual se le considera un hospital de peregrinos

Fue posiblemente albergue de peregrinos, suposición que hacemos al observar las conchas y la cruz del primitivo escudo de su puerta principal.

La suposición que se hace, es por la referencia que hace la guía Everest titulada “EL CAMINO DE SANTIAGO”, cuyo autor D. Eusebio Goicochea Arrondo dice que “acogía desde el siglo XIII a los peregrinos por una noche”

Otra de las conexiones de esta zona con el Camino de Santiago, la tenemos en la influencia arquitectónica, que se plasma en algunos de nuestros monumentos y que evidencia la relación de los constructores con las restantes ciudades de la ruta. La prueba más palpable de esta relación se constata a través de las cúpulas gallonadas que surgen a lo largo de la Vía de la Plata y que van a enlazar con el Camino Francés.

En Plasencia aparece una de estas torres, la más meridional del camino, cubriendo la Sala Capitular de la Catedral Vieja o Capilla de San Pablo y que es conocida popularmente como la Torre del Melón. Le sigue hacia el norte la Torre del Gallo de Salamanca, más al norte la Torre del Gallo de la catedral de Zamora, y por último, la Colegiata de Toro. Aparece también en la Catedral de Évora, en lo que se supone camino jacobeo portugués. Siguiendo el camino francés encontramos la más septentrional en Santa María de Angulema, en Francia.

La Fuente de los Alamitos, ubicada en el Camino de Castilla, punto de salida de los peregrinos que realizaban la ruta jacobea desde los hospitales de las Yagas o de la Merced y Santa María. Esta fuente se puede considerar “Fuente de Peregrinos” pues lleva veneras o conchas de Santiago características de las rutas jacobeas.

La Torre de Lucía ubicada en la muralla, se utilizaba como faro y se prendía fuego para guiar a los caminantes que se dirigían a la ciudad de Plasencia.

Altar de las reliquias en la Catedral.-

La portada es de estilo muy semejante a la portada de la sacristía, y se piensa que puede datar entre los años 1.513 y 1.522. Sobre su dintel campea una venera y dentro de ella se ve la figura de Santiago El Mayor, con abundante barba y cabello, cubriendo este con un sombrero de ala.

Por estar presidida esta portada por el Patrón de España, y no teniendo nada que ver el altar y retablo que posteriormente se colocaron delante de ella (1.747), tapando así su contemplación, no parece justo que se la denomine “Portada de San Agustín”, sino que debería de llamarse Portada o Puerta de Santiago El Mayor.

En Villar de Plasencia, junto al cementerio y a 1’5 kilómetros del Hostal El Avión nos encontramos con el crucero del siglo XVI “El Humilladero”, que dispone de ornamentación de vieiras.

Hubo una Asociación de Amigos del Camino en Plasencia a cargo del canónigo de la Catedral de Plasencia D. José Sendín Blázquez.

Además está previsto inaugurarse una Vía Verde que desde Plasencia podremos acceder a Aldeanueva del Camino si vamos a pie y a Hervás y Béjar si vamos en bicicleta por el zigzague de la montaña, para unirnos a la Vía de la Plata. 

Por todas estas informaciones, la ciudad de Plasencia conserva el espíritu jacobeo que el Camino del Vía de la Plata trata de ignorar y que el Camino Mozárabe por Trujillo tiene presente para el recuerdo de los peregrinos, por los caminos y reliquias que conserva. Saludos y Buen Camino.