Por fin he empezado a caminar! He salido de Coimbra demasiado tarde, casi había olvidado la regla básica: madrugar, madrugar, madrugar. Si no, te pasa lo que a mí: solarro durante horas. Y aunque estemos en abril, el sol no sabe que es primavera, que todavía no toca estar tan fogoso... bueno, sí debe saberlo, que para eso es el sol... 

Pues resulta que hoy es 25 de abril y se celebra el 49 aniversario de la Revolución de los claveles (Revoluçao dos cravos). Y pensaba encontrarme con un ambiente festivo allá por donde pasara, pero no ha sido así. Algunos comercios cerrados, y ya. Lo que sí me sorprende, relacionado con las fiestas en general, es que en muchos pueblos y freguesías siguen colgando adornos y decoraciones de celebraciones ya pasadas: por aquí unas banderitas de colores, por allí unas bandss de plástico atadas entre farolas, haciendo zig zag... En Lisboa ya lo había visto, hace veinte años sobre todo, pero también ahora. Allí me pareció incluso más kitch pues los adornos que se conservaban en algunas calles parecían de navidades lejanas.

Volviendo a lo de hoy: mucho sol y mucho asfalto. Y un consejo: a la altura de Sta. Luzia, a unos 13km de Coimbra, hay algunas guías que dan la opción de seguir un buen tramo por carretera. Yo me lo he pensado pero he tomado la decisión más acertada del día: no hacer caso y seguir las flechas por el camino más largo y más bonito de la etapa, el que te lleva entre eucaliptos y pinos durante 1,5 km aprox. Este tramo, junto a otro más adelante que va entre olivos, es la única tierra que he pisado hoy y casi la únics sombra que había.

Ahors escribo desde Sernadello, en el albergue de Hilario, donde voy a dormir en una camita que tiene muy buena pinta. Ah! Y ya coincidí con los primeros peregrinos de este camino!