Este es un cuento sobre el Camino Mozárabe, sobre momentos mágicos, gente buena, naturaleza maravillosa.

Mi amigo andaluz y yo empezamos en la última semana de este mayo el Camino Mozárabe. Empezamos en Abla, porque él tenía solo una semana libre, y queríamos hacerlo juntos, pero intentamos repetirlo y la próxima vez empezarlo en Almería. 

Este camino lo llaman también "El Camino de los sentidos" y cada uno que lo ha hecho ha descubrido el porqué.

Empiezo por el principio. Llamé a la Asociación del Camino Mozárabe para recibir información y hablé con Paco, uno de los cuatro responsables de este Camino. Desde el primer momento me sentí bienvenida, bien informada y bien acompañada. Paco nos mandó una guia detallada y muy buena, con mapas, explicaciones, con toda la información sobre las etapas, los albergues y el Camino. Nos propuso también que cuando lleguemos a Guadix nos encontremos con él para que nos guie por su ciudad.

Los albergues en este Camino son de lujo, ni siquiera en un hotel lo tienes lo que te espera ahí! Una cocina completa: vajilla, nevera, microondas, placa eléctrica, tostadora, cafetera ... Encuentras café, infusiones, pan, bollería y una cocina / nevera llena de productos. Hay también lavadora(s), en algunos albergues hubo más de una. Hasta una chimnea en el albergue de Quéntar! Todo muy bien pensado y organizado, cuidado, limpio. Como en casa. Como en casa nos sentimos cuando llegamos al albergue de Abla, en este momento guiada por Martina y Juan Pedro, dos hospitaleros franceses que nos esperaban con la cena preparada por ellos mismos, un pisto rico y para el postre frutas frescas. El día siguiente preparon un desayuno muy bueno. Qué alegría y qué privilegio de haber podido conocerles! Era el primer momento mágico y llleno de calidez y hospitalidad. Gracias, Martina y Juan Pedro! En Guadix disfrutamos de la excursión privada y exquisita de Paco por la ciudad. Nos contó muchísimo de la historia del Camino de Santiago, de la historia del Camino Mozárabe, de Guadix, de la catedral. Quienes lo han escucho hablar del Camino (y estoy segura de que son muchas personas, porque recibe a todos que pasan por ahí y tienen tiempo para encontrarse con él) saben que sus relatos son historias excitantes, interesantes, llenas de detalles y amor al Camino. Nos mostró también tantos monumentos! Guadix está cargada de historia. Terminamos el día tomando tapas y cervezas con Paco y hablando de muchas cosas, entre ellas del trabajo de todo el equipo de la Asociación. Uno debe amar el Camino mucho para hacer este trabajo con tanto entusiasmo, hasta pagando de su bolsillo. Gracias, Paco y equipo de la Asociación!! El Camino Mozárabe es un poco solitario, todos los días caminabamos solo los dos, en los albergues coincidabamos con un chico irlandés. Cómo describir los tramos? Es algo magnifico caminar con la vista a la Sierra Nevada al fondo. Belleza que hay que verla, no se puede describir. Montañas altas, rocas, valles verdes, campos, ramblas, viñedos, cuevas, incluso casas cuevas. Ves todo esto y sientas paz. Hay que mencionar la entrada a Granada que es preciosa. También el albergue del monasterio en Granada que está cerca de la Alhambra y tiene vistas a la Alhambra. Qué pena que la semana se acabó tan pronto!!

Y qué contar del momento de susto que a veces lo hay en los cuentos? Vale, era mi propia estupidez y la falta de conocimiento del uso de Compeed. Lo usé para una ampolla grande de la planta de mi pie. Después de un día de caminar con este Compeed y después de la ducha lo quité. Admito, con un poco de fuerza. Saltó una parte de la piel y apareció la carne viva. De errores se aprende! El próximo día fuimos a una ambulancia donde la enfermera dijo después de ver el pie "Muy feo." Me atendió de maravilla! Nunca quitar el Compeed y mejor usarlo solo preventivamente. Otro pequieñito "susto". Encontramos la piel entera y salva de una grande culebra que cogimos y llevamos en una bolsita. Algunos días más adelante yo estuve sacando pistachos y frutas de las bolsas y .. grité en voz alta porque de repente tenía la piel de la culebra en la mano. Mi cumpañero debería haber confundido las bolsas. 

En un cuento tampoco faltan cosas curiosas. Y sí que teníamos un encuentro curioso. Hay que mencionar que la gente siempre nos miraba con ojos buenos. Charlamos en cada ocasión con la gente del lugar, sea en un local, café o en la calle. Y todos mostraban su admiración hacía los peregrinos. Caminar con este calor, madre mía!, dijieron algunos. 

Una vez pasó lo siguiente. Un coche con dos hombres y una mujer paró cerca de nosotros. Uno de hombres dijo: "Vosotros peregrinos tenéis a veces algún dolor en las articulaciones. Tomad esto y pónedlo encima con un masaje suave!" Nos dieron un vidrio pequeñito con un liquido. No querían coger algo de nuestras tartas que habíamos comprado este día en la famosa panaderia artesana de Dólar. Se fueron. Quienes eran? Y qué llevaba este vidrio? Mi amigo tenía de verdad dolor en una de las rodillas y aplicó algo del liquido. Y dijo que después su dolor se había desaparecido. Qué curioso todo esto, no? Pero por otro lado es algo normal, porque en un cuento siempre aparecen hadas que ayudan cuando uno necesita ayuda. O eran ángeles?