Para información general sobre esta variante visita la sección "Variantes" de la página "Información básica". La señalización es excelente, con tramos en los que hay una estaca de madera con la flecha amarilla cada veinte metros.
El inicio se encuentra a poco más de un kilómetro de Borres, perfectamente señalizado, y arranca ya con una contundente subida hasta la aldea de Cerredo, a la altura de la capilla de San Pascual. Proseguimos en la misma dirección, al inicio con otro fuerte ascenso, por pista de tierra, abriéndose cada vez más las vistas sobre las montañas y valles circundantes.
Luego tomamos una pista ganadera que en ligera subida bordea la parte alta de la ladera de un monte. Los extensos bosques dan paso a la vegetación baja, que es la dominante a esta altitud. Llegamos a un collado y seguimos a la izquierda, sin dejar de subir, por un terreno solitario, abierto y expuesto a los vientos, con unos magníficos paisajes a ambas vertientes.
Pasamos junto a las ruinas del hospital de Paradiella, y a tramos avanzamos campo a través, por zonas de pasto con ganado bovino. Más adelante llegamos a las ruinas del hospital de Fonfaraón, y proseguimos por la zona alta del desolado monte. Parece que las subidas no se terminen nunca, detrás de cada una hay otra.
En algunos tramos vemos delante, si el tiempo lo permite, los dos collados (cruzados por sendas carreteras) hacia los que nos dirigimos; el de la derecha es el Alto de la Marta y el de la izquierda el Alto del Palo, donde confluiremos con el camino oficial. Poco antes de llegar al Alto de la Marta debemos desviarnos a la izquierda (está señalizado), para llegar al alto recorriendo unos pocos metros de la carretera. Del Alto de la Marta al Alto del Palo no hay ninguna dificultad, con otra subida, esta vez moderada, y la consiguiente bajada.