Etapa 17: Carrión de los Condes - Terradillos de los Templarios | Al Loro

Otra etapa llana, de rectas interminables, por la estepa cerealista; excepto los primeros kilómetros por carretera local, el resto de la etapa transcurre por pistas de tierra fina.

Para salir del casco antiguo de Carrión siempre se ha seguido un atajo, que estuvo señalizado como Camino de Santiago, desde la plaza Mayor: la calle Adolfo Suárez, que ante la oficina de Correos baja directamente al río.

En la rotonda de la carretera CL-615, a la salida de la localidad, desde 2015 fue dispuesto un monumento patrocinado por las clarisas. Contiene las imágenes de un Belén (Virgen con el Niño y San José) ante el que figura un peregrino contemporáneo arrodillado.

El tramo de Carrión de los Condes a Calzadilla de la Cueza es más largo sin pueblos intermedios de todo el Camino Francés. Para que ningún peregrino tenga que ir al psicólogo ante tanta soledad y falta de servicios, se han instalado food tracks.

Algunos ciclistas prefieren evitar las soledades de la Vía Aquitania, y entre Carrión y Calzadilla optan por seguir la —ahora tranquila— N-120 por el valle del Cueza. De este modo pueden visitar la villa romana de La Tejada (entrada 3 €), que destaca por sus ricos mosaicos.

El pueblo de Calzadilla de la Cueza se encuentra encondido en una hondonada: al igual que nos ocurrió con el de Hontanas, no lo vemos hasta casi llegar, lo que provoca la extraña sensación de que avanzamos hacia un horizonte que parece no tener fin.

Saliendo de Calzadilla, junto al arroyo de la Cueza, en Santa María de las Tiendas se levantaba el que había sido monasterio y hospital del Gran Caballero, de la orden del Camino de Santiago. Sin la más mínima sensibilidad por la historia, la Junta de Castilla y León permitió que fuese derribado en 2006.

Las casas tradicionales de esta zona están construidas con tapias de adobe.

En la población se puede probar la cerveza artesana Vereda, que se fabrica aquí desde 2020.