Porto
Vila Nova de Gaia | » 3.3 km » | Porto | » 9.3 km » | Araújo | |
Etapa 15: Grijó - Porto | Etapa 16: Porto - Vilarinho |
Porto | » 6.1 km » | Foz do Douro | |||
Etapa 1: Porto - Labruge |
Notas destacadas
La salida de Porto es fácil: debemos ir a la plaza Carlos Alberto, donde está el monumento a los caídos en la I Guerra Mundial. Es nuestra referencia. Y allí tomar, dirección norte, la rua de Cedofeita, una calle peatonal (con buenos sitios para desayunar). Luego ya avanzamos siempre en la misma dirección, siguiendo con facilidad las flechas amarillas. |
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A pesar de que Porto tiene solamente 237.000 habitantes, su área metropolitana supera los 1,3 millones; así pues, no es difícil adivinar qué tipo de entorno y paisaje nos espera en esta etapa. Algunos peregrinos, aunque nosotros no lo recomendamos, toman el Metro de Porto (un tranvía ligero) hasta Araújo (la estación de Custió, a la salida de Araújo, está a pie de camino), o incluso hasta Vilar do Pinheiro. |
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Algunos peregrinos que llegan en avión enlazan con el camino desde el aeropuerto, saltándose olímpicamente la ciudad de Porto; el camino pasa a 2,5 km del aeropuerto, a la altura de Moreira da Maia, y por supuesto el tramo de enlace no está señalizado. |
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Existe una importante variante entre Porto y Ponte de Lima, para info: Camino Portugués: La variante de Braga. |
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La catedral es un edificio que data de los siglos XII y XIII, por lo que alberga elementos de estilo románico y gótico, si bien con importantes añadidos barrocos. |
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La visita a la catedral es gratuita (excepto el claustro) y aquí nos sellarán (y entregarán, si la necesitamios) la credencial. El horario es de 9:00 a 18:30 (17:30 de noviembre a marzo). En caso de que estuviera cerrada podemos sellar en la oficina de turismo que hay justo al lado. |
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Quizá lo mejor de la ciudad sea su agradable ambiente y las estupendas vistas que, desde el Cais da Ribeira (el paseo del muelle) y otros puntos de la ciudad, tenemos sobre el río Douro (Duero) y el omnipresente puente Dom Luís I. La ciudad también cuenta, por supuesto, con monumentos destacados como la catedral, la iglesia y torre de los Clérigos o la estación ferroviaria de São Bento. |
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El bacalhau, como en todo Portugal, es el producto estrella. Aparte de las recetas comunes típicas de todo el país con este célebre producto, en Porto destaca el bacalhau à Gomes de Sá, que lleva el nombre de su creador. En la elaboración, el bacalao es desmenuzado y macerado con leche para después hornearse con ajo y cebolla y acompañarlo con aceitunas y huevos cocidos. |
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Los ciudadanos de Porto son llamados tripeiros en honor a esta carne y la elaboración más famosa de la ciudad son las tripas á moda do Porto, similares a los callos españoles pero a los que se añaden judías blancas. |
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Si lo que buscamos es dulce, Porto es una ciudad con multitud de opciones. Muy similares a los Pastéis de Belém de Lisboa, aquí podemos encontrar las natas y otras elaboraciones que, pese a no ser originarias de la ciudad, se han extendido, como los bolos de arroz, las queijadas o los oves moles. |
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Si queremos comprar provisiones para la etapa siguiente (aunque encontraremos servicios de sobra), podemos visitar el mercado de Bolhão, de lunes a sábado en el centro de la ciudad. |
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Podéis leer el artículo de Antón Pombo: Porto: 12 visitas para peregrinos inquietos. |
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En la capela Nossa Senhora das Verdades, justo detrás de la catedral, hay un puesto de atención y apoyo para peregrinos del Ayuntamiento. Sellan la credencial. Abierto de martes a domingo de 10:00 a 17:30 (lunes y festivos cerrado). |
Cultura e Historia
Es la segunda ciudad más importante de Portugal, con 237.000 habitantes; su área metropolitana, que incluye Vila Nova de Gaia (302.000 habitantes), es de 1.300.000 habitantes. Porto se emplaza en la ribera derecha del Douro (Duero) cerca de su desembocadura al Atlántico; Vila Nova de Gaia se emplaza en la ribera izquierda. El patrimonio monumental de Porto es importante, como pone de manifiesto que su centro histórico, junto con los puentes decimonónicos, haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad. De todas formas, quizá lo mejor de la ciudad sea su agradable ambiente y las estupendas vistas que, desde el Cais da Ribeira (el paseo del muelle) y otros puntos de ciudad, tenemos sobre el río Douro y el omnipresente puente Luiz I. El conjunto del centro histórico, vinculado desde hace más de mil años a la actividad comercial del puerto, es bellísimo, con innumerables edificaciones de interés, entre las que destacamos: La iglesia y la alta torre de los Clérigos, icono de la ciudad de 76 metros de altura (se puede subir por una claustrofóbica escalera interior), de estilo barroco (mediados del siglo XVIII); la catedral (siglos XII-XIII), de origen románico aunque con muchos añadidos góticos y barrocos posteriores; el Palacio de la Bolsa (1842), bello edificio de estilo neoclásico; las Murallas de Oporto, las más antiguas, las Primitivas, del origen romano (siglo III), y las medievales, las Fernandinas, que datan del siglo XVI; la librería Lello e Irmão (1906), considerada como una de las más bonitas del mundo (los propietarios, hartos de los turistas que no compraban libros, ahora cobran entrada); la iglesia gótica de San Francisco (siglo XIV); el edificio del Ayuntamiento (1920), en la avenida dos Aliados; la bellísima estación ferroviaria de São Bento (inicios del siglo XX), revestida con un gran mosaico de veinte mil azulejos con escenas históricas de Portugal; y, por último, los numerosos palacetes barrocos construidos por los ingleses en el siglo XVIII. Capítulo aparte merecen los bonitos puentes sobre el Douro, de épocas y estilos arquitectónicos distintos; sobresale el de Luiz I (1886), de estructura metálica similar a la Torre Eiffel. En el ámbito gastronómico destacar el famoso Vino de Oporto (o simplemente Oporto), un vino dulce y fortificado, con una historia de más de tres siglos en que los británicos tuvieron un papel esencial.