Atarfe
Maracena | » 5.3 km » | Atarfe | » 8.8 km » | Pinos Puente | |
Etapa 10: Granada - Pinos Puente |
Notas destacadas
El nombre de la localidad deriva del árabe Al-Tarf, que significa el límite, pues era un arrabal en las afueras de la ciudad de Ilbira o Medina Elvira, que se desarrolló en época tardo-romana, visigoda y musulmana. Con 332 hectáreas de extensión, Elvira llegó a tener unos 40.000 habitantes; pero tras las revueltas del año 1010 que pusieron fin al califato de Córdoba, se produjo un éxodo masivo hacia Medina Garnata, la actual Granada. |
Cultura e Historia
Municipio perteneciente al área metropolitana de Granada, situado en la vega del río Genil. El nombre de la población deriva del vocablo árabe Al-Tarf, que significa el límite, y ello se debe a que en origen era un arrabal a las afueras de la gran ciudad de Ilbira o Madinat Ilbira (Elvira) que se desarrolló entre los siglos VI y XI, en época tardo-romana, visigótica y musulmán, y cuyos restos fueron localizados a mediados del siglo XIX, concretamente en el entorno del Cortijo de las Monjas y del Pago de Marugán. Dicha ciudad llegó a tener unos 40.000 habitantes, por lo que era una de las más populosas de Al-Ándalus; pero la invasión de berberiscos y las revueltas del año 1010, que pusieron fin al califato de Córdoba, produjeron una emigración masiva hacia el lugar antes ocupado por la Ilíberis romana (que sería conocido como Hisn Garnata o Granada), tras lo cual Medina Elvira perdería su antiguo esplendor.
La zona fue conquistada por los ejércitos castellanos encabezados por el condestable Álvaro de Luna en abril de 1431, pero sería en 1485 cuando los Reyes Católicos arrasaron lo que restaba de la antigua ciudad de Elvira, de la cual sólo pervivió el arrabal de Atarfe. Tras siglos de convivencia, una vez reconquistada Granada la minoría viejo cristiana se enfrentó a la comunidad morisca, mayoritaria y fuertemente enraizada en la villa, hasta conseguir el destierro de esta última, que se dispersaría por distintos lugares de la geografía peninsular y norteafricana; ello propició la confiscación de sus tierras, que serían repobladas a lo largo del siglo XVI por colonos castellanos venidos de tierras cordobesas.