De Oviedo a Fisterra y Muxia, 2016
He realizado el Camino Primitivo en 11 días (más 4 etapas más hasta Fisterra y Muxía). En cuanto dejé Oviedo y me encontré en plena naturaleza, me invadió una sensación de bienestar increíble. Me encantó Asturias, su frondosidad verde, sentirme completamente sola en esos bosques, la exigencia física del terreno, las abuelas asturianas.
He disfrutado de la soledad, de los encuentros con los habitantes y de la compañía de otros peregrinos. He conocido personas muy interesantes. Algunos me han llegado hondo. Ciertos detalles, como recibir un caramelo o una manzana, me han emocionado.
Todo lo que he necesitado lo llevaba en una mochila de 30 litros. No he echado de menos ninguna comodidad aún habiendo dormido en algunos albergues, como el de Borres o La Mesa, que necesitan alguna mejora.
Yendo sola no he tenido ningún problema. En algunos albergues he sido la única chica entre 20 hombres y, a parte de los ronquidos, ninguna molestia.
No todo ha sido de color rosa. He sufrido las inclemencias del tiempo y algún dolor físico, en algún momento me perdí, algún pelmazo también encontré,... Todo ha merecido la pena. Para todo encontré una solución.
Más o menos por Lugo disfruté menos las etapas. Mucha carretera. Y a partir de Melide, un no parar de gente de paseo.