Etapa sin localidades ni servicios intermedios, que discurre por caminos de tierra y senderos a través de un entorno rural sumamente agradable, en una sucesión continua de cuestas y bajadas.
Etapa 2M: Almogía - Villanueva de la Concepción | Al Loro
La primera parte del recorrido se caracteriza por la vegetación de monte mediterráneo, con jaras, lentisco y romero, y árboles como encinas, algarrobos y acebuches, que conviven con almendros y olivos; en la segunda mitad el paisaje es más abierto, con grandes extensiones de cereal. | |
Atención a la bajada por sendero tras la urbanización La Caleta, a la salida de Almogía, pues la pendiente es muy pronunciada y el terreno suele estar resbaladizo, especialmente si ha llovido. | |
Para evitar este tramo abrupto a la salida de Almogía, los ciclistas pueden continuar de frente durante 2,1 km por la carretera MA-3403, que lleva a Villanueva de la Concepción; llegados al punto kilométrico 14,6 tomarán un camino a mano derecha que les devolverá al camino oficial al cabo de 300 metros. | |
En el kilómetro 12,9 de la etapa cruzamos un vado de hormigón sobre el río Campanillas, por lo general seco o con una mínima lámina de agua; en el caso que bajase crecido, no habrá más remedio que descalzarse. | |
Más adelante atravesaremos el histórico puente del Orcajo sobre el mismo río Campanillas, con un gran arco y una base de sillares de piedra; fue construido en 1787 bajo el reinado de Carlos III y formaba parte del antiguo Camino Real que unía Málaga y Madrid. Lamentablemente, su imagen ha quedado desfigurada por los quitamiedos de la carretera. | |
También conocida como la Villa del Torcal, la localidad se halla en la vertiente sur de esta impresionante sierra de origen kárstico, declarada Paraje Natural y que atravesaremos en la próxima jornada. | |
Como su propio nombre indica, estamos en un pueblo de colonización levantado a finales del siglo XIX, cuya trama urbana presenta una cuadrícula ordenada de calles; todo lo contrario a los habituales pueblos de origen medieval, con casas y callejuelas arracimadas en torno a un castillo. | |
El ajoblanco es una sopa fría típica de la zona, a base de almendras molidas, ajo, agua, sal, aceite de oliva y a veces vinagre; su origen se remonta a la época romana, y se suele servir con uvas moscatel, o bien con trocitos de manzana o de melón por encima. | |
También son muy populares las gachas, el aliño de espárragos trigueros y diferentes guisos a base de caracoles. Por lo que respecta a la repostería, destacan los roscos de huevo y de vino, las magdalenas y las tortas de aceite. |