Salimos de Alvorge pasando frente a las escaleras de la iglesia. Aquí debemos estar atentos: hay que girar a la izquierda y a 80 metros, al final de una fila de aparcamientos en batería, tomaremos un sendero de tierra en bajada, marcado con un poste de madera con nuestra flecha y una baliza del GR-26.
Superamos un área de pícnic con mesas y llegamos a la carretera N347-1. Tras sólo 50 metros la dejamos por la derecha, tomando un camino de tierra que seguimos hasta llegar a otra carreterita; continuamos a la izquierda durante 300 metros y la dejamos por un camino que sale a la derecha. Es un tramo muy agradable entre olivos y viñedos que nos lleva hasta las casas de Ribeira de Alcalamouque.
5,2 Ribeira de Alcalamouque. Seguimos la carretera N347-1 con mucho cuidado, pues la acera es casi inexistente y en algún punto los vehículos pasan muy cerca. Al cabo de 500 metros la dejamos por la derecha, tomando la Rua Ribeira de Baixo; en 600 metros giramos a la izquierda por pista de tierra, que seguimos 1,5 km hasta llegar a una carreterita; enseguida la dejamos por la izquierda tomando otra carretera que en 800 metros nos deja en Rabaçal.
3,8 Rabaçal. Cuenta con restaurantes, bar, tienda y un albergue privado, además del museo dedicado a su villa romana.
Nota: Como podéis intuir en nuestro mapa, si en esta última encrucijada siguiéramos recto en lugar de girar a la izquierda acortaríamos 1,5 km la etapa, evitando pasar por Rabaçal. Sin embargo, pensamos que vale la pena seguir las flechas, pues Rabaçal es un pueblo interesante y un buen punto para parar a tomar algo y visitar su pequeño museo.