Etapa larga y solitaria, sin localidades ni servicios intermedios, y que podemos dividir en tres partes: la larga y cómoda aproximación al Pico de la Dueña; el progresivo ascenso y descenso a dicho monte, y, la última, el monótono llaneo junto a una carretera local. Hoy alcanzamos, cerca del Pico de la Dueña, los 1.147 metros de altitud. Existe una variante, muy poco seguida por los peregrinos, que pasa por Pedrosillo de los Aires y acorta en 2,3 km el itinerario; la bifurcación y el recorrido están señalizados, y en Pedrosillo hay servicios y un albergue de peregrinos.