Desde la plaza Foru, donde está el ayuntamiento, subimos los escalones que llevan a la iglesia de Santa María (siglos XV-XVII); avanzamos a la izquierda por la calle Allende Salazar, pasando ante el Museo de Euskal Herria. En la esquina de la Casa de Juntas torcemos por la peatonal calle Santa Klara, mientras a través de la verja podemos ver los edificios de la Asamblea, sus jardines y el famoso Árbol de Gernika; llegados al convento de las Clarisas franqueamos un arco, caminamos junto a la valla de un parque y salimos a la calle Zearreta, que seguimos a la izquierda; en una curva continuamos de frente por la acera de Mestikabaso kalea; proseguimos por esta durante 500 metros hasta girar a mano derecha por la calle Lurgorri, donde se encuentra la ermita de Santa Lucía (hay aseos públicos).
Seguimos de frente por una acera y, ya por pista asfaltada, salimos al campo; 300 metros más adelante, justo después de una bifurcación, tomamos a mano izquierda un camino en fuerte ascenso y con mucha piedra suelta. La subida, con 270 metros de desnivel, discurre por la ladera del monte Billikario, entre pinos y eucaliptos, con sucesivos cruces; al cabo de 2,3 km de ascenso, después de superar un antiguo mojón de piedra, hay una bifurcación donde tomaremos el sendero de la izquierda; tras franquear un portillo llegamos a lo alto, atravesando una zona de prados con vistas panorámicas. Ya en la bajada, cruzamos otra cancela y salimos ante una casa, donde nos incorporamos a una carretera vecinal que seguimos a mano izquierda; después de 550 metros entre paisajes de postal llegamos al caserío Pozueta, con albergue privado, lugar donde disponemos de una fuente de agua.