La salida de Gijón es sencilla. Seguimos el paseo marítimo, junto al puerto deportivo, y avanzamos recto por la avenida Rodríguez San Pedro (playa de Poniente a mano derecha) hasta la glorieta de la plaza Padre Máximo.
Por la derecha, avanzamos siguiendo las conchas incrustadas en el suelo de las avenidas Mariano Pola, Galicia y República Argentina, la cual se prolonga en la carretera AS-19 a la salida de Gijón. Por dicha carretera cruzamos una vía de tren, luego una rotonda y, bajo otra línea de ferrocarril, salimos a una segunda rotonda.
4,8 Rotonda de la AS-19. Justo antes de alcanzar la rotonda tomamos a la derecha una pequeña senda que sale a una carretera local con escaso tráfico. Rodeados de enormes industrias pesadas, el paisaje no es el soñado por un peregrino. Justo bajo una cinta transportadora industrial es mejor seguir de frente y cruzar el pueblo de Veriña, que ir a la izquierda bajo el viaducto de la AS-19; en ambos casos, cruzamos el viaducto y la antigua carretera de Avilés (con precaución) para tomar la carretera local a Poago.
1,4 Cruzamos por arriba otra vía ferroviaria. Aquí iniciamos el ascenso al Monte Areo, recuperando el anhelado sosiego de las zonas rurales: son 185 metros de desnivel a lo largo de tres kilómetros, los cuales se vencen en su mayor parte en el tramo inicial. Cruzamos por carretera la minúscula aldea de Poago; pasada ésta, torcemos a mano derecha por una pista asfaltada y, a 100 metros, giramos a la izquierda por otra pista de cemento. Poco después salimos a la anterior pista asfaltada, que seguimos por la izquierda.
1,4 Pavierna, pequeña aldea sin servicios.