Seguimos en la misma dirección por la calle Colón, cruzamos la calle principal y, siempre de frente (sin hacer caso a alguna flecha pintada que nos llevaría hacia la derecha), bajamos hasta encontrar el paseo fluvial junto al río Pontiñas, que comienza bajo el puente de la carretera N-525.
Avanzamos por un agradable camino a la vera del río, pasando junto a numerosos puentes y viejos molinos. Finalmente, un desvío a la derecha nos sube a la nacional N-525, en el lugar de Espiño.
3,4 Mucha atención a este punto peligroso, pues debemos cruzar la carretera N-525, sin paso para peatones; la seguimos unos pocos metros por la izquierda para tomar una calle a mano derecha, en subida. Tras un tramo de bosque, descendemos por una pista de asfalto que desemboca junto al gran hotel Torre do Deza.
0,9 Bergazos.