Etapa un tanto larga, si bien los desniveles son moderados. En su primera mitad pasaremos junto a playas como las de Palombina, Torimbia o San Antolín, todas bellísimas y bastante concurridas en verano. A continuación el itinerario vira —una vez más— tierra adentro, a través de zonas rurales con menor presión turística. Tras cruzar un sinnúmero de pasos a nivel, finalizaremos la jornada en Ribadesella (Importante: su albergue de peregrinos está en San Esteban de Leces, mirad la etapa siguiente), acogedora villa marinera ubicada en el estuario del río Sella. La etapa cuenta con numerosas alternativas por la Senda Costera E-9, que explicamos en Recorrido.