Desde la plaza de Alfonso X (Ayuntamiento) seguimos la calle Uría y, torciendo a la derecha, subimos por la estrecha calle de La Peña, que traza varias curvas; arriba, un indicador nos invita a desviarnos a la derecha hasta la ermita de San Roque, a 100 metros, que nos regala buenas vistas sobre Luarca y su puerto.
El camino, sin embargo, dobla a la izquierda, llaneando por el Camino Real a Santiago. Éste desemboca en una carretera local: la seguimos a la derecha unos metros para tomar otra pista por la izquierda.
Así, por pequeñas pistas de asfalto, cruzamos la minúscula aldea de Ribadebajo y bajamos hasta las ruinas de la antigua iglesia y cementerio de Santiago, ya documentado en el siglo X. Poco después cruzamos la minúscula aldea de Taborcias y llegamos a Villuir, a la altura de la nacional N-634.