Etapa 3: Monterotondo - Ponticelli di Scandriglia | Al Loro
Podemos aprovisionarnos a la salida de Monterotondo, en Montelibretti (sus supermercados cierran de 13:00 a 16:00 y los domingos) o en Acquaviva (el suyo cierra de 13:00 a 17:00, abierto la mañana del domingo). | |
A la salida de Monterotondo tenemos todo lo que necesitamos: en primer lugar la Farmacia Comunale (abierta las 24 horas); luego los supermercados Conad (de 8:00 a 20:30, domingo hasta las 20:00), de nuestro lado, y Pam (de 8:00 a 21:00), enfrente, en un centro comercial; y 1 km después un buen lugar para desayunar con apertura temprana a las 5:30, el Mama Caffè. | |
La Reserva Natural Macchia di Gattaceca e Macchia del Barco —a la salida de Monterotondo, justo superada la A1— ocupa una extensión, entre los montes Cornicolani y el río Tevere, próxima a las 1.000 has. El paisaje es similar al que vimos en la Marcigliana. Las tierras de cultivo y los olivares conviven con áreas de pasto y pequeños bosquetes, todo ello en un típico paisaje kárstico calizo. | |
A partir de Monterotondo y por la región de la Sabina, en el camino veremos unos pequeños letreros de madera con pensamientos y poemas destinados a la reflexión. | |
Nos han comentado que está previsto crear una variante oriental, entre Monterotondo y Ponticelli, que pasará por Palombara Sabina. | |
La arruinada torre della Fiora, que pertenece al comune de Palombara Sabina, fue erigida en el s. XIII. | |
4 km antes de Montelibretti —a la altura del restaurante La Muraccia— no es difícil confundirse y seguir recto por la Via Vecchia Nomentana, en realidad camino antiguo y más corto que el señalizado. Por dicha alternativa disponemos de un par de fuentes. Tras alcanzar la encrucijada en la que tiene asiento la capilla mariana de Vigna Grande, giramos a mano derecha, ante el acogedor y económico Gold Café, por la SP26a (Vía Roma) hasta el pueblo. | |
Para los ciclistas es aconsejable seguir la alternativa del punto anterior, con menos pendiente que la vía pedestre. | |
En el núcleo histórico, ligeramente apartado del camino, se encuentran la iglesia de San Nicola da Bari (ss. XVI y XVIII) y el palacio Barberini (s. XVII). | |
La variante de la gran abadía benedictina de Farfa (de Acquaviva a más allá de Ponticelli —ver etapa siguiente—, no la describimos en Gronze) añade 12 km al camino principal. Se inicia poco después de Acquaviva: cuidado con confundirse en este punto, pues la vía principal sigue a la derecha por la Salaria Vecchia. | |
El último tramo de la etapa, por el sector de Poggio Corese y el ponte del Diavolo, resulta bastante duro por las fortísimas bajadas y ascensos que se suceden. | |
Dados los fortísimos desniveles existentes entre Poggio Corese y Ponticelli, se recomienda seguir la carretera SP39 o, en su defecto, la SP40 (Salaria Vecchia). | |
El ponte del Diavolo, antes de llegar a Ponticelli, formaba parte de la Via Salaria (s. II a.C.). Consiste en una especie de muro de 13 m de altura y 20 m de longitud, para controlar las aguas del torrente delle Vurie, con un aparejo de opus quadratum. La pesadez de sus bloques de piedra, y no la osadía de la construcción, parecen estar en la atribución al maligno. | |
El bar Mariani (Via Rieti, 37), regentado por Patrizia y Riccardo, una pareja de la asociación que señaliza y promueve el CSF en la Sabina, es el punto de encuentro de los peregrinos. Nos informarán del itinerario hasta Rieti. En el comedor tienen guitarra y piano, para quien guste y sepa tocarlos. | |
No hay albergue, tan solo un B&B estupendo, que hace un buen precio a los peregrinos, y el bar Mariani, que ofrece hospedaje en un apartamento compartido. | |
La pizzería La Torre (Via della Chiesa) es una excelente opción para la cena. Grandes pizzas al horno de leña a buen precio. Cierra lunes. | |
En el compacto y diminuto casco medieval, donde las casas hacen la función de una muralla, se alzan el castillo, originario del s. XI y reformado por los Orsini, y la iglesia de Santa Maria delle Colle, con fachada románica y frescos góticos en el interior. | |
A lo largo de la jornada hemos visto una gran cantidad de olivos. Con su fruto, especialmente con las variedades Leccino y Carboncella, se elabora el olio della Sabina, el primero de Italia en haber obtenido la D.O. (1996) y uno de los más valorados por su calidad. |