Seguimos de frente y descendemos por una moderna rampa hasta la carretera-avenida da Ponte de San Lázaro. Cruzamos por sucesivos puentes la autopista AP-9, la vía del tren y la autovía de circunvalación. Pasada esta última, seguimos recto la Rúa de San Lázaro, en el barrio homónimo, a lo largo de un kilómetro.
2,1 A la altura de una semi-rotonda con un feo monolito con cuatro luminarias, nos desviamos ligeramente a la izquierda por la Rúa do Valiño y, en la misma dirección, vamos siguiendo la Rúa Fontiñas, la Rúa da Fonte dos Concheiros, cruzamos la avenida de Lugo, y continuamos por la Rúa dos Concheiros y la Rúa de San Pedro, que ya nos sitúa a las puertas del casco histórico. Desde aquí seguimos de frente la Rúa das Casas Reais y, en la plaza de Cervantes, torcemos a la derecha por la famosa Rúa da Acibechería. La emoción, después de tantos kilómetros y algunas dificultades, es intensa, y ya nada puede deslucir nuestra entrada triunfal en la Praza Obradoiro. La ritual entrada a la catedral —sea por la Puerta Santa (año santo) o por la de Praterías (en tiempo ordinario)— pondrá punto y final a lo que habrá sido, seguramente, uno de los viajes más intensos e inolvidables de nuestra vida. Un verdadero punto y aparte.
2,3 Santiago de Compostela, catedral.
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