Etapa 5: Sangüesa - Monreal | Al Loro

Distancia: 
27,2 km
Duración: 
7 h
Dificultad: 
3
Paisaje: 
4

¿Rocaforte o por la Foz de Lumbier? Aún reconociendo el atractivo de cruzar la Foz de Lumbier (río Irati), nosotros sugerimos tomar el camino por Rocaforte: transcurre por los valles de Aibar y Loiti, en un bello entorno natural, montañoso y solitario; prácticamente no tiene asfalto, al contrario que el itinerario por Lumbier; y, además, es 6,0 kilómetros más corto.

La Foz de Lumbier forma parte de una reserva natural. Con 1.300 m de longitud, y paredes calizas de hasta 150 m de altura, el desfiladero está habitado por una gran colonia de buitres leonados, unas 240 parejas, y alimoches.

Aunque ninguna de las dos variantes resulta 100% ciclable, a priori puede ser más aconsejable elegir la de la Foz de Lumbier, aunque a partir de Aldunate es conveniente utilizar la NA-2420, antigua nacional paralela a la autovía A-21 por el Alto de Loiti, para llegar a Izco.

Quienes tomen la variante por la Foz de Lumbier pasarán por dicho cañón entre las localidades de Liédena y Lumbier (ambas con servicios). El cañón, de 1.300 metros de longitud, se cruza por la plataforma del antiguo ferrocarril, entrando y saliendo por túneles no iluminados; así pues, conviene llevar linterna. Los túneles tienen 206 y 167 metros de longitud respectivamente.

Por el camino oficial el único repecho duro es el que nos sube a Rocaforte; luego, hasta Izco, el terreno montañoso se impone pero los desniveles son comedidos, y, a partir de Izco, ya avanzamos principalmente en llaneo.

En los últimos kilómetros de la etapa vemos delante la silueta piramidal de La Higa (1.295 m), coronada por una antena.

En el camino por Rocaforte no encontramos servicios, aunque sí varias fuentes, en los primeros 18,2 km, hasta Izco. Pasado Izco, tampoco hay servicios hasta Monreal.

La Sociedad Recreativa cuenta con bar, restaurante y tienda, aunque con horarios restringidos. El albergue municipal de peregrinos cerró en 2016.

En el ámbito cultural destaca el conjunto urbano medieval, con el puente gótico por el cual cruzamos el río Elorz a la entrada, la iglesia de la Natividad (s. XVI-XVIII) y varias casonas blasonadas.