- Etapa 2  (Villavieja - Puente de Domingo Flórez):

Después de haber dormido como un bebé, a las 8 en punto me puse en marcha. Decidí hacer la ruta alternativa desde el castillo de Cornatel hasta el mirador de Orellan. En un hilo de este foro encontré el track y solo puedo dar las gracias a los foreros que lo pusieron. El tramo es muy bonito, merece la pena desviarse y apartarse de nuestras queridas flechas durante unos kilómetros. Siguiendo el sendero de Villavieja al castillo, llega un momento que el camino se desvía a la derecha y entra en la carretera, justo a la altura del castillo. Nosotros no nos desviamos y seguimos de frente. Luego giramos a la izquierda y tras quitar un cable eléctrico para animales, seguimos de frente por el prado. Había un poco de barro pero se caminaba bien. Las vistas a las derecha eran espectaculares, con una niebla que envolvía todo, era como andar por encima de las nubes, muy bonito. El camino sigue por un sendero hasta que llegamos a Paradela de Muces. Para salir del pueblo hay que hacer un giro de 180 grados al pasar una casa (en el track se ve muy bien) y tomar un camino en bajada. Luego se gira a la izquierda, seguimos de frente y entramos en un bonito tramo de sendero, con mucho barro, eso sí. En el pueblo de La Chana tuve un cruce con un perro suelto que no fue a más (era muy ladrador pero por suerte poco mordedor). Una vez pasamos la Chana, avanzamos por la carretera hasta que se abre un sendero a la izquierda. Aquí se inicia un sendero precioso con montes a ambos lados y el río haciéndonos compañía. Cruzamos el río por un bonito puente de madera y giramos a la izquierda. Seguimos en un tramo bonito hasta llegar a la carretera, donde giramos a la derecha para ir a Orellan (está indicado con un panel). El tramo hasta el pueblo es en subida pero se hace bien. La parte más dura viene luego, cuando hay que subir del pueblo al mirador , pero el esfuerzo merece la pena, las vistas son espectaculares. Si ya el camino es una maravilla de por sí, cuando además te permite conocer un lugar como las médulas...te eleva al cielo. Hacia un día estupendo, así que estuve un buen rato en el mirador descansando, tirando fotos y picando algo. Después fui a ver las galerías, cuya entrada está al lado y merecen la pena. Para bajar hay dos opciones, ir por el sendero de las valiñas hasta las medulas pueblo o tomar una variante que va directo al mirador de Pedrices sin pasar por el pueblo y enlaza con el camino. Cómo hacia muy bueno y estaba interesado en hacer las valiñas, fui por ahí. El primer tramo es una bajada importante. Creo que para ver el mirador de Orellan, la subida desde el pueblo de Las Médulas es más dura que viniendo por dónde vine yo, o al menos a mí me lo pareció al hacer la bajada. El sendero de las valiñas es una pasada. Se pasa por la Cuevona y la encantada, pero lo mejor son esos árboles centenarios que parecen sacados de una película de fantasía y de los que parecen que van a salir gnomos , todo rodeado de las médulas , una pasada. Ya en el pueblo, enganche las flechas y retomé el camino oficial. Tras salir del pueblo el camino se inclina ligeramente en dirección al mirador de las Pedrices. Cuando llegas arriba, el camino sigue a la derecha y a la izquierda, a medio kilómetro, está el mirador de Pedrices. Yo me desvíe al mirador, tenía tiempo. Las vistas están muy bien aunque a mí me gustó más el mirador de Orellan. Di la vuelta y volví al camino, que ya es en bajada hasta puente de Domingo Flórez. Este tramo es largo pero agradable y cómodo, y con algún tramo de bonitas vistas. 

En puente de Domingo Flórez no pude dormir en casa Rosa, ya que está cerrado hasta mediados de enero porque están haciendo el camino. Lo sabía antes de ir, así que llame un par de semanas antes al ayuntamiento y me atendió directamente Julio, el alcalde, que me dijo que no me preocupara, que el tenía un sitio para mí. Solo tengo palabras de agradecimiento para el, por su amabilidad, su cercanía y predisposición. Cómo llegué a la hora de comer, no me pareció bien llamarle y molestarle a esa hora, que menos que respetar ciertos horarios, así que me metí en un bar que había abierto para tomar una coca cola. Allí empecé a charlar con el dueño del bar y un vecino del pueblo, hablando de la localidad, los peregrinos, etc... Mi experiencia con los vecinos fue maravillosa. Para que veáis, un detalle. Al irse el vecino con el que estaba hablando, el del bar me trae otra coca cola sin pedírsela, y me dice que de parte del hombre que se acaba de ir...detallazo!!! Ya eran las 17:30, así que entre al supermercado a comprar el desayuno y algo de frutas y después llame al alcalde. En persona igual de amable o más que por teléfono, un tipo excepcional. Tienen un albergue que no está abierto todavía y en el que duermen ahora los trabajadores de las ambulancias, pero metió una litera en otra sala y la habilitó para mí. Dio la casualidad de que a las 20:00 de la tarde tenían una celebración en el pueblo, en la que los vecinos se reúnen para comer jabalí en guiso y castañas y compartir un rato juntos. Julio me invitó a ir y yo acepté encantado. Me di una ducha, me fui a ver un bonito mural en homenaje a una vecina ilustre fallecida, hice algo de tiempo por el pueblo y a las 20:00 me fui para allá. Había mesas, un hombre asando castañas, una mujer con un perolo enorme de guiso de jabalí repartiendo raciones, música...muy bien ambiente. El guiso estaba muy bueno, doy fé. Hablé con varios vecinos, todos encantadores y muy amables, fue un broche de oro a un día maravilloso, en el cual hice una etapa preciosa y tuve un fin de fiesta genial con la gente del pueblo.

Datos de posible interés: 

- La variante para ir al mirador de Orellan que se toma enfrente del castillo de Cornatel es una maravilla. En Wikiloc tenéis algunos Tracks para hacerlo. Yo lo encontré en un hilo por aquí pero no tengo a mano cual.

- Entrada a las galerías del mirador de Orellan: 3€

- Si vais a dormir a puente de Domingo Flórez y el albergue casa Rosa está cerrado, tal y como me ha pasado a mi, llamad al ayuntamiento. Julio (el alcalde), os hará un hueco y os habilitará una sala.

Saludos 

Gracias a todos por los ánimos 

- Etapa 3  (Puente de Domingo Flórez - Villamartin de Valdeorras):

Después de un desayuno contundente de bollería, inicio la marcha a las 8, cómo siempre. Abandono Puente de Domingo Flórez con una sonrisa recordando a la gente del pueblo que tan bien me ha tratado. Tan solo un kilómetro después paso la "frontera" y entro en Galicia, concretamente en Quereño. En esta zona se trabaja la pizarra, mucha gente en estas localidades trabaja y vive de ella. Pronto me doy cuenta de que la pizarra está en todos lados, empezando por los mojones del camino y siguiendo por merenderos, estatuas, algún puente, etc... Tras pasar un merendero con unas bonitas vistas al río, tras un repecho,  se inicia un tramo en el cual tenemos al río como acompañante abajo a nuestra izquierda. A lo largo de este tramo pasamos por varios pueblos. El primero es Pumares, en el cual hay puestos ya adornos de navidad. Mira que queda poco para la navidad pero ni me acordaba de ella, las cosas de la desconexión del camino. Si sois de los que os gusta llenar la credencial de sellos, en este pueblo tenéis uno en la entrada de una casa, la cual resalta por tener muchos adornos. Luego pasamos la aldea abandonada de Nogueiras, continuamos andando y finalmente llegamos a Sobradelo, pueblo que nos recibe con un par de agradables cascadas, alguna con leyenda incluida. Cruzamos el pueblo y salimos a la carretera. Tras un par de kilómetros, entramos en el pueblo de Entoma. Tras cruzar su pequeño puente, al lado del cual hay unas estatuas que representan a unos peregrinos (hechas de pizarra, claro), abandonamos el pueblo cogiendo un repecho en sendero que nos mete en un tramo arbolado. Tras un par de kilómetros, volvemos a la carretera, vamos por el lado derecho de esta. Avanzamos por ella hasta que las flechas no indican que tenemos que cruzar al otro lado de la carretera y coger un giro a la izquierda. Tras un repecho, llegamos a las primeras casas de O Barco. Seguimos de frente en dirección al malecón. De camino vemos algún bonito mural dedicado al camino. El malecón es precioso, y nos acompaña mientras cruzamos todo el pueblo. Salimos del pueblo por un camino arbolado y llegamos a una rotonda en la cual iniciamos un tramo de carretera que a mí se me hizo algo tedioso. Cuando llegamos a Arcos, el camino se vuelve más ameno, volviendo a tener el río cerca. Más adelante, en el tramo final hasta Villamartin de Valdeorras, tenemos un camino alternativo muy recomendable que nos lleva por el paseo fluvial hasta el albergue. Este tramo es muy agradable.

El albergue de Villamartin está muy bien y solo cuesta 8€. Después de ducharme y comer algo, me pongo en uno de sus sofás con una mantita a descansar y a esperar al hospitalero, que vendrá más tarde. Derrepente...sorpresa!!! otro peregrino!!!  Aquí hice de hospitalero improvisado, enseñándole el albergue, diciéndole que se fuera duchando tranquilamente y todas esas cosas (quién sabe, lo mismo tengo futuro en esto, jajaja).

No ha sido una etapa bonita paisajísticamente hablando, pero para los que disfrutamos del camino y caminando, no hay días malos. Además hoy por fin he tenido un compañero en el albergue, cosa que se agradece.

Datos de posible interés:

- Recomendable coger el camino alternativo para llegar a Villamartin de Valdeorras. Es un tramo muy agradable.

- Albergue de Villamartin de Valdeorras:  Cuesta 8€. Está genial el albergue, muy bien equipado y con una estufa tremenda que para mí casa la querría. 

- Etapa 4  (Villamartin de Valdeorras - Quiroga):

Esta etapa ha sido la primera de las que yo considero largas (más de 30 km). Ha sido casi todo por asfalto pero me ha gustado mucho. Se supone que tocaba lluvia pero no ha llovido, así que otro día de secano (al día siguiente si que no me libré, os hago spoiler).

Comienzo la etapa a las 8. Tras salir de Villamartin, cojo el camino alternativo indicado aquí en gronze y que está señalizado con un mojón para evitar la carretera hasta A Rua de Valdeorras. Este empieza con un repecho y una vez hemos ganado altura, sigue sin dificultades , en paralelo a la carretera. Tras unos pocos kilómetros, llegamos a A Rua de Valdeorras. Con la tontería entre que entras y sales del pueblo se va un rato. Tras un breve tramo donde pasamos por varios cruces de carreteras, se inicia un tramo por una nacional durante unos 4/5 km. Este tramo me gustó mucho, ya que vamos en altura y tenemos a la izquierda el cañón del río y una buena panorámica. Es una carretera sin apenas tráfico, solo pasó un coche mientras caminaba, así que se va muy cómodo. A lo largo de este tramo veo colgadas en los árboles muchas figuras y máscaras, que le da un toque diferente y curioso al tramo. Finalmente llego al pueblo de Albaredos, en el cual encuentro un bonito detalle con los peregrinos. En una de las casas, hay un atril con un sello para la credencial y una cesta con zumos y frutas. Este tipo de gestos se agradecen y de qué manera, no tienen precio. Encima piensan en todo, hay zumos de sabores muy variados, para que elijas a tu gusto. Cojo un zumo y justo aparece un vecino caminando que me dice "es para vosotros, coge lo que necesites". Le doy las gracias agradeciéndole el detalle y me dice "os lo merecéis, lo que hacéis no es fácil y menos en estas fechas, buen camino". Pues tiene razón, aunque sarna con gusto no pica, no es fácil y tenemos nuestro merito, ole por nosotros!!!

Sigo caminando y la siguiente parada es Montefurado, donde hay un buen repecho para llegar al pueblo. Este tipo de pueblos medio abandonados tienen un encanto especial. Seguimos por un sendero y un poco más adelante se puede divisar el túnel de Montefurado. Esta etapa, como bien indica Gronze, es rompepiernas, especialmente en el tramo final, en el cual hay muchas subidas,  bajadas y giros por aldeas con el fin de evitar la carretera (y yo lo agradezco). Seguimos teniendo unas buenas vistas panorámicas mientras pasamos alguna aldea,  subiendo y bajando. También tenemos algún agradable tramo boscoso. Después de un breve tramo de carretera, llegamos a Os Novais. Seguimos con las subidas y bajadas hasta que llegamos al último repecho por piedra. Después de pasar por algunos viñedos (he visto algunos más a lo largo de la etapa) llegamos a Quiroga.

Llego justo a las 3, así que me voy directo a comer, ya que es el primer día de camino que voy a poder comer de menú, sentadito y como dios manda. Tras un buen menú de callos con garbanzos, filete de ternera con patatas y arroz con leche, ya si me voy al albergue. Justo cuando termino de ducharme, aparece el peregrino del día anterior, vuelvo a estar acompañado y se agradece.

Acabe cansado pero muy contento, disfruté mucho de la etapa 

Si me da tiempo luego, pondré la etapa que he hecho hoy hasta A Pobra, y así me pongo al día.

Datos de posible interés:

- Etapa sin servicios, tenedlo en cuenta y llevad agua y algo de picar.

- Albergue de Quiroga: es muy básico pero cumple. Su precio es de 12€, que en comparación con la calidad/precio de otros como Villamartin o Villavieja me parece """caro""", pero cumple su función, que es lo importante.

- Recomiendo para comer en Quiroga el restaurante Chapakuña. Está a un minuto del albergue, en una calle que sale justo del parking que hay detrás. El menú cuesta 12€, comida casera, rica y abundante. 

- Etapa 5  (Quiroga - A Pobra Do Brollon):

Esta etapa ha ido visual y paisajísticamente de menos a más. Después de 4 días "de secano", ha aparecido la lluvia, y ha venido para quedarse. Arranque a las 8, con la lluvia ya en marcha Los primeros kilómetros para salir de Quiroga son por carretera y con el tema de la lluvia se me hicieron incómodos. Tres kilómetros después llegué a un cruce de carreteras, en el cual el camino te lleva a una carretera en la que se inicia una larga subida de varios kilómetros pero ligera y llevadera y sin apenas tráfico. A la izquierda la vista panorámica está oculta por la niebla pero según vamos avanzando esta se va abriendo y dejando unas bonitas vistas. Hacemos unos kilómetros así hasta que el camino nos saca de la carretera para meternos por un camino de tierra en el que la subida continua, con algún buen repecho. En esta zona empiezo a ver los efectos de algún incendio no muy lejano. Paso por algún tramo arbolado pero en general es bastante desolador. Una pena el tema de los incendios. Si a mí me sabe mal y me deja mal cuerpo, para los vecinos de la zona debe de ser durísimo. Continuo subiendo con la lluvia como compañera, no ha parado desde que salí del albergue. Paso por un curioso tramo en el que a la derecha está quemado y la izquierda no, cómo si el camino hubiera hecho de barrera entre ambos lados. Finalmente termino de subir y justo al empezar el descenso, el dios de la lluvia decide que ya he hecho la penitencia por no se que pecado, deja de llover y no volverá a hacerlo en lo que queda de etapa. Comienzo el descenso y un poco antes de llegar a Carballo de Lor el paisaje empieza a ponerse bonito y agradable. Finalmente al llegar a un pueblo que no recuerdo un nombre, subimos un repecho importante. En este punto me perdí. Me salte un mojón detrás de una casa para seguir por la izquierda en un duro repecho, seguí recto. El caso es que segui y a los 50 metros había un panel informativo del camino, que me hizo ver que iba bien. Por qué ese panel no estaba antes? ...no lo sé. Seguí 300 metros por ese tramo erróneo, bastante bonito por cierto, hasta que al ver un par de paneles indicadores y ninguno del camino, me hizo dudar. Miré el móvil y efectivamente, iba mal. Volví para atrás y afronte el repecho de la discordia, corto pero duro. A partir de aquí empieza un tramo bonito que nos deja a nuestra izquierda una buena panorámica y luego nos mete en una bonita zona boscosa. Luego llegamos a Castroncelos, donde tenemos un paisaje típico del camino del norte, con prados y montes a lo lejos. Luego vino otro tramo agradable hasta A Proba do Brollon. 

Datos de posible interés:

- Albergue de A Pobra Do Brollon: muy bueno. Nuevo y moderno. Cuesta 13'20€

- Etapa 6 (A Pobra Do Brollon - Diamondi)

Esta etapa, la mas larga de mi camino (unos 35 km), la planifiqué así por varias razones. La primera, para dormir en el albergue de la iglesia de Diamondi, cosa que me atraía mucho. La segunda, aunque fuera una etapa larga, no iba a ser especialmente dura y me permitiría finalizar justo antes de Belesar, de tal manera que ese tramo duro de subida y bajada por la calzada romana, lo haría al día siguiente al principio de la etapa, con las piernas frescas. El planteamiento era bueno pero no contaba con que tendría un día de lluvia tremendo. Llovió durante toda la etapa sin parar y en muchos momentos de forma muy intensa. He ido 11 veces al camino anteriormente y nunca había tenido una etapa de lluvia como está.

Salí de A Pobra Do Brollon a las 8:10, cuando empezaba a clarear, en ese momento ya estaba lloviendo. Al salir del pueblo, pronto me encontré con una bonita zona boscosa con el río a nuestra izquierda. Tras salir de ese tramo y pasar una o dos aldeas, llegué a un fuerte repecho con bosque a mí izquierda y a la derecha una bonita panorámica, que pronto desaparecería. Segui subiendo por el bosque con paso firme hasta que finalmente empecé a bajar. Un rato después, tras pasar un puente empiezo a ver las primeras casas de las afueras de Monforte de Lemos. Aquí la lluvia se vuelve muy intensa, cae de lo lindo. Avanzo con paso firme hacia la ciudad, y tras pasar la vía del tren, entro en sus calles. Más adelante, paro en un supermercado, ya que después de Monforte de Lemos no hay servicios, así que tengo que llevar comida a Diamondi. Tras comprar algunas cosillas, retomo la marcha y sigo el camino. Tras pasar una rotonda, salgo de la ciudad por un tramo de carretera bastante tedioso. La lluvia sigue cayendo con fuerza, no hay tregua. Tras un par de kilómetros, paso un pueblo y posteriormente inicio un tramo por otra carretera. Aunque es carretera, este tramo me gusta mucho, ya que hay muchos vegetación a mí alrededor. Creo que es el tramo de camino en el que más colores veo en la misma estampa. Colores rojizos, anaranjados, verdes de diversas tonalidades, etc...me encanta. Aunque la lluvia sigue cayendo sin parar, estoy disfrutando y mucho. Sigo avanzando, pasando por varias aldeas, alternando tramos de carretera agradables con bonitos tramos de tierra entre arboledas. Finalmente llego a Piñeiro. Aquí paso un tramo de barro breve pero muy complicado. Luego se inicia un tramo que me teletransporto al camino primitivo, con esos tramos llenos de musgo que pintan de verde árboles, piedras y todo lo que pillan. Llega un momento en el que hay una pequeña subida entre piedras en la que debido a la lluvia que cae se ha formado un riachuelo temporal con bastante agua. Ya llevo los calcetines y las zapatillas completamente calados, así que ni me molestó en intentar evitar el agua. Ya no siento que llueva sobre mi, me siento parte de la lluvia, estoy disfrutando como un enano. Sigo avanzando por este bonito tramo hasta que termina y vuelvo a la carretera. No se si es por la lluvia o por ser carreteras en desuso pero no me encuentro casi ningún coche, así que avanzo cómodo, sin la tensión del tráfico. La vegetación que me rodea sigue siendo magnífica. Empiezo a pasar casas sueltas y pequeñas aldeas hasta que llego a un desvío para un mirador. En otras condiciones me habría desviado, pero dadas las circunstancias, sería rizar mucho el rizo...lo dejo para cuando vuelva a este camino, que volveré. Finalmente llego al albergue en la iglesia de Diamondi. Tras registrarme y sellar la credencial, mi prioridad es intentar secar las zapatillas, que están chorreando y empapadas. La calefacción no estaba encendida, la encendian más tarde, pero la agradable hospitalera me dejó una estufa que me vino de perlas, pues pude secar completamente las zapatillas y los calcetines. Creo que nunca me he dado en mi vida una ducha tan gratificante. El albergue está muy bien, nuevo y moderno, y el emplazamiento, una pasada. Más adelante vinieron los otros dos peregrinos. La hospitalera nos enseño la iglesia, una joyita.

Esta etapa no la olvidaré nunca. La lluvia persistente e intensa hizo que fuera muy dura, 35 km lloviendo sin parar y durante bastante tiempo de forma intensa, no es fácil, pero el camino también se trata de afrontar y superar retos, y yo lo hice y además disfrutando. Terminé muy cansado pero pletórico...supongo que la palabra es feliz.

Datos de posible interés:

- Después de Monforte de Lemos no hay servicios, así que si vais a dormir al albergue de Diamondi, tendréis que comprar comida en Monforte. 

- Albergue de Diamondi: Cuesta 10€. Se encuentra en el interior de la iglesia, en un bonito entorno, es una pasada. El albergue está nuevo. Lo recomiendo totalmente.

- Etapa 7  (Diamondi - Penasillas):

Después de la larga etapa del día anterior, tocaba relajarse con una cortita. Esta etapa la hice con el otro peregrino con el que he coincidido desde el tercer día de camino. Salimos del albergue y a escasos metros se inicia la bajada a Belesar por la calzada romana. Me vino a la mente la tendinitis que me salió bajando Pajares en el San Salvador, así que esta bajada me la tomé con calma. Estaba lloviendo , aunque de manera ligera. Empezamos a bajar y pronto nos damos cuenta de que tenemos un aliado contra las piedras mojadas y resbaladizas de la calzada...las hojas. Empezamos a bajar con bastante más facilidad de la esperada. Las hojas nos ayudan y mucho. Este tramo de bajada es bonito, con tramos de musgo que nos dieron fotos preciosas. Cuando ya queda poco para terminar la bajada los árboles se abren y vemos la panorámica del otro lado del río, con ese paisaje de viñedos en vertical... precioso. Inevitable no parar a disfrutar de las vistas y sacar algunas fotos. Continuamos y cuando nos queremos dar cuenta, ya estamos abajo al lado del puente para cruzar el río. La bajada la hicimos de maravilla. Tras pasar el puente, iniciamos la subida por la calzada del otro lado. Se nota el hecho de hacer Belesar al principio de la etapa yendo frescos. La subida tiene tramos duros pero la hacemos fácilmente. Desde este lado la panorámica es incluso mejor que desde el otro. Si el paisaje es precioso en esta época del año en la que los viñedos no están muy vistosos, no me quiero ni imaginar cuando estén en su esplendor. Seguimos subiendo, a ratos por calzada, a ratos por carretera. Llega un momento en el que toca cruzar un riachuelo por unas piedras. Cae fuerte, con mucho caudal, así que hay dos opciones, pasar por ahí y mojarse las zapatillas o rodear por la carretera. El otro peregrino no se arriesga y va por la carretera. Yo he venido a jugar, así que paso por las piedras. Acabo con los calcetines y Zapatillas empapados, pero no me preocupa, el día anterior ya hice un máster sobre el tema. Finalmente termina la subida, la cual hemos llevado muy bien. Belesar...sin duda alguna un highlight de este camino.

Voy por delante del otro peregrino por el rodeo que ha dado, así que sigo para Chantada solo. Desde aquí a Chantada es prácticamente todo por carretera aunque también hay alguna zona arbolada. El verde sigue presente a lo largo de estos kilómetros hasta Chantada, al igual que la lluvia ligera. Cuando llego al pueblo, espero al otro peregrino, que viene cerca de mi, y paramos a tomar algo en un bar. Retomamos la marcha ya sin lluvia. Los kilómetros restantes hasta Penasillas son cómodos y ligeros, y en ellos alternamos tramos de tierra con otros de carretera pasando varias localidades, siempre en un entorno verde y agradable. Un kilómetro antes de Penasillas está el hotel Vilaseco, que tiene una planta habilitada como albergue en la cual dormimos ese día. El alojamiento se encuentra en un lugar precioso entre prados y con unas vistas magníficas.  Tras ducharnos y hacer el registro, nos comimos un cocido de escándalo como broche a otra bonita etapa.

Datos de posible interés:

- Cuidado con la calzada romana de Belesar. Yo la hice lloviendo y con las piedras mojadas pero tuve la suerte de tener las hojas caídas como ayuda. Es muy fácil resbalar y caerse.

- Hotel Vilaseco: Cuesta 20€. Tiene una habitación habilitada como albergue con camas en vez de literas, que siempre se agradece. Buenas instalaciones y buena comida. Recomendable.

- Etapa 8  (Penasillas - Rodeiro):

Tras un buen desayuno, me puse en marcha. Este día hice la etapa y caminé con el otro peregrino. Al igual que el día anterior, lo más duro de la etapa lo tuve nada más comenzar la misma. Desde Penasillas iniciamos la subida, alternando tramos de tierra con tramos de asfalto y pista. Las vistas son excelentes, pero según vamos subiendo, aparece la niebla, que poco a poco va envolviendo todo hasta que finalmente las panorámicas desaparecen. Me encanta caminar con niebla, es una sensación genial. La subida dura unos kilómetros y es constante, pero aunque tiene algún repecho duro es llevadera y se hace bien. Finalmente llevamos hasta el desvío hasta la ermita de nuestra señora de Faro. De esta forma iniciamos el repecho más duro del día por hierba, el vía Crucis. Se nota mucho el frío aquí. La niebla lo cubría todo, fue una subida final memorable. A pocos metros del final de la subida, intuyo una silueta, que corresponde a la ermita. Finalmente llegué arriba. La niebla, el frío...el momento tiene un toque especial, como místico. Tras un ratito allí, iniciamos la cómoda y agradable bajada. Según vamos bajando, la niebla va desapareciendo poco a poco, hasta que finalmente desaparece del todo y deja unas panorámicas y paisajes fantásticos. Seguimos bajando en compañía de los aerogeneradores. Tras finalizar el descenso, iniciamos un agradable tramo rural, con campos, prados y aldeas. Tras varios kilómetros, llegamos a Rodeiro. Nos hizo un día espléndido. Justo se puso a llover al poco de llegar al albergue. Tras una buena ducha, nos tomamos una buena y contundente comida en el bar del propio albergue. Otro gran día en este fantástico camino.

Datos de posible interés:

- Albergue Carpinteiras:  Cuesta 13€ y está fenomenal. Tiene 4 baños completos y totalmente nuevos. Las literas están bien. Tiene una sala de estar grande, con sofá y tele...como estar en casa. Comimos en el bar del propio albergue de menú muy bien. Buena comida casera y abundante por 12€. Recomendable.

- Etapa 9  (Rodeiro - A Laxe):

Después de haber llovido durante toda la noche, el día amanece bastante despejado y sin lluvia a la vista. Tras un buen desayuno, Inicio la etapa con el otro peregrino. El primer kilómetro y pico es por carretera, para salir de Rodeiro. Pronto el camino nos saca de ella y nos mete en un agradable tramo boscoso junto a un pequeño río. Nos encontramos algún punto con bastante barro que sorteamos como podemos. Tras cruzar el río varias veces por diversos puentes, llegamos a la aldea de A Penela. Aquí nos encontramos con un mausoleo muy peculiar que un vecino se hizo a si mismo tras ganar un pleito vecinal. Seguimos caminando rodeados de prados y un poco después llegamos a la aldea de A Eirexe de Pedroso, lugar en el que tienen habilitado en una casa una pequeña sala de descanso para peregrinos. Hay una mesa con sillas, una máquina de vending y un sello para la credencial. Mi compañero peregrino se paró para descansar y tomar un café, yo en cambio seguí para adelante. Continuo caminando por carretera y paso algunas minúsculas aldeas. Tras un par de kilómetros, dejo la carretera para meterme en un camino de tierra muy agradable pasando por bosque y campos. Más adelante me encuentro un repecho que paso sin problemas. Desde este punto la panorámica es muy buena, con campos en primer plano y bosques a lo lejos. El día está como a mí me gusta para caminar, nublado sin llover, pero aquí el sol se hace hueco entre las nubes y se asoma, y no le hago ascos. Sigo avanzando cruzando zonas boscosas y campos hasta que finalmente me acerco a la entrada a Lalín. Aquí me encuentro un fuerte repecho que da a las primeras casas de la localidad. Ya estaba en Lalín, pero llegar al centro lleva un ratito. Cuando llego al centro, aprovecho para comprar en el supermercado barritas y frutos secos, clásicos para picar mientras se camina. El otro peregrino me coge debido a la parada, así que desde Lalín volvemos a caminar juntos. La salida de Lalín está francamente bien. Se hace por un paseo fluvial en paralelo al río muy agradable. Al estar habilitado como paseo, aquí te encuentras a gente corriendo o paseando, a vecinos con sus perros, etc... Lo tienen muy bien puesto, con bonitos puentes a lo largo del río y todo rodeado de verde. Cuando salimos del paseo, el camino nos lleva por una laderita mientras a nuestra izquierda pasamos un polígono. Finalmente bajamos a la carretera y tras avanzar un poco, llegamos a A Laxe. Aquí finaliza el camino de invierno, juntándose este con la vía de la plata. No es un final precisamente bonito, en una autopista enfrente de un polígono, pero bueno, es solo una anécdota que no empaña la belleza de este camino. Tras comer de menú en el restaurante del polígono, nos fuimos al albergue. Este está bien, muy del estilo de los de la Xunta. Había leído mucho sobre el problema con los mosquitos en este albergue. Imagino que por el hecho de ser diciembre, no tuve ese problema. Solo vi un mosquito, al cual le di una muerte digna y enterré con honores como a un soldado, jejeje. 

Y hasta aquí, siendo estrictos, el camino de invierno. Luego quedan dos etapas más hasta Santiago, por la vía de la plata. Al ser etapas de otro camino, no voy a desarrollarlas mucho pero si a poner unas pinceladas.

- Etapa 10 (A Laxe - Ponte Ulla)

Entre A Laxe y Silleda nos encontramos algunos tramos boscosos y  de sendero bonitos, especialmente el del puente de Taboada, que se encuentra en una zona musgosa que le da un encanto especial. En Dornelas pasamos un par de puntos con buenas vistas. Después de Dornelas atravesamos un agradable bosque hasta llegar a la bajada a Ponte Ulla. La bajada en algunos puntos es pronunciada pero se hace bien y siempre rodeados de mucho verde  entre árboles y arbustos hasta que llegamos a Ponte Ulla tras cruzar el puente.

- Etapa 11 (Ponte Ulla - Santiago):

Si os dejáis la subida a Outeiro para el último día como yo, la etapa, sin ser ni mucho menos dura, engaña aunque sea corta (21 km). La subida a Outeiro es larga y constante, pero aunque haya algún repecho duro, se hace bien. Eso si, no penséis que el resto de la etapa hasta Santiago se hace llaneando. Os encontrareis algún buen repecho a lo largo de la etapa. Esta llegada a Santiago me ha sorprendido para bien, la esperaba peor y tocando más carretera principal, pero no es así y tiene algunos tramos agradables.

Mañana escribiré mi visión general y mis conclusiones finales sobre este camino, aunque ya os avanzo que van a ser muy positivas