Relato del Camino del Sur, 2019

Etapa corta, calurosa, monotona por su perfil plano, su color amarillo, paisaje igual al de la Castilla mesetaria que tan bien conocemos, mitad de ella por asfalto, y solitaria, ni peregrinos ni humanos. Etapa para olvidar, por el calor, por el cansancio, era la primer etapa y el cuerpo tardó en habituarse, llegué muy cansado, a pesar de ser corta. La primera hora y media por asfalto de carretera, y la hora y media restante por camino de tierra. Con temperaturas de más de 30º como era el caso hay que madrugar y terminar antes de mediodía.  Llamé al tlf. del Ayuntamiento que me dio la Asociación para informar de mi llegada y me facilitaran la llave del Pabellón. Buen trato del funcionario del Pabellón, me deja un vestuario amplio y limpio, con colchoneta añadida, y todos los servicios para pasar la noche. Permite una experiencia de dormir en un espacio nuevo e inusual. 

En Bar La Vía puedes tomarte unas buenas gambas de Huelva acompañado de un Manzanilla y en Isla Chica puedes comer el menú del día. Ambos Bares o Restaurantes al lado del Pabellón.

Valverde es tierra de artesanos de la madera y del cuero. La ruta de hoy es como la de ayer, por la vía verde. Hoy los cortados sobre el terreno pedregoso son más altos, hay paredes de varios metros. El desnivel no es exigente, a las máquinas de vapor no se las podía exigir superar fuertes pendientes, por esto vamos bien en este terreno, unos 150 m de desnivel, en Rio Tinto ya estamos a unos 450 m. Lo peor es el calor que crece y mucho cuando la manecilla pequeña del reloj se coloca en el primer cuadrante. Han sido 5 horas en movimiento con temperaturas de 33 grados, el paraguas lo he convertido en parasol y ha sido una buena y muy práctica decisión traerle.

Tres ingleses, en edad de jubilación, me han adelantado en bicicleta, los primeros peregrinos que veo. Esta etapa tiene más señalización de flechas que las dos anteriores, se agradece. Dos km antes de final de etapa pasas por el Campillo, allí comí. Llamé al tlf del Ayuntamiento y una funcionaria me esperó a la entrada, en la gasolinera, para llevarme al Pabellón, otra vez solo, le había dicho que venía muy justo de fuerzas, otra vez un calor insoportable. Cené en el Restaurante Galán.

Continúan los calores exagerados que trae locos no solo a los que andamos los caminos sino a los ganaderos de cerdo, vaca, oveja, que ven secos los pastos, los manantiales sin agua y las bellotas y aceitunas madurando antes de tiempo y sin engordar. La situación es muy preocupante; en lo que respecta a los senderistas, a mi es de abandono si esto no cambia, no se puede, no se debe caminar con 35 grados; a partir de las 12 comienza a apretar el calor como nunca he sentido, estos finales de etapa de este camino son los más duros que he tenido en mi experiencia.
La etapa de hoy ha sido mixta, senderos de tierra y piedra al borde de pequeño arroyo que me canta durante todo el trayecto y que desemboca en el pantano de Aracena, son 10 km , hemos descendido de la Sierra desde los 700 m máximos que alcanzamos en el km 1 hasta los 350 m del pantano . Toca después carretera de poco tráfico, pero es asfalto y quema. El terreno muestra relieves ondulados de pendientes ascendientes y poco exigente, llegaríamos hasta los 550 m, las dehesas muestran ganado vacuno que más al sur no se veía. Son casi 9 kmt por carretera. De nuevo y ya hasta el final por vía pecuaria entre las dehesas. Agoté el agua y hasta la del ganado me daba envidia. El sudor caía por la frente y las sales que eliminaba del cuerpo escocían los ojos. Lo que más deseaba en el mundo era llegar a una fuente pero intuía que hasta llegar al pueblo no la vería, como así fue. No se los litros que he bebido, más de tres. Por fín veo un peregrino, va delante de mí, es un andaluz que ha comenzado el Camino desde un pueblo próximo a Aracena. Hoy toca gimnasio público, la alcaldesa ha marchado a Huelva con excursión, hasta las 20 o 21 h. no volverá, hasta entonces de espera en el Bar San Sebastian. Dormimos tres,  dos haciendo el Camino Sur para conectar en Zafra con la Vía de la Plata y otro joven que estaba haciendo un GR por Sierra Morena.
Otro día más, otra noche aventurera y esperando, deseando bajen las temperaturas para poder seguir.
Este pueblo es el último de Andalucía, mañana comienza Extremadura.

Fin Camino del Sur. Comienzo Via de La Plata.
Otra mañana a caminar antes de que salga el sol. Los ojos de los perros encerrados en las fincas de paso relucen con la luz del frontal, impresionan al lado de sus locos ladridos. Clarea y vuelven las encinas y vallas separación de piedras.
No ha salido el sol aún pero la luminosidad es suficiente para ver y disfrutar. Los marranos de una dehesa se desesperezan y vienen hacia el punto de la valla donde me encuentro. No pienso en flechas, veo sendero marcado y continuo hasta que...termina en finca privada. Como la paloma de Serrat me equivoqué, en lugar de ir al norte fui al sur, no quiero volver sobre los pasos, busco otra vía pero termino rindiéndome y busco el camino seguro como es la carretera. Así que.. asfalto hasta Medina de las Torres, cabreo conmigo mismo.
Allí en Medina recuperó las flechas en la salida, pero antes degusto piezas de la tierra y hablo con viejos y ganaderos, están aterrados por la falta de agua y los costes de alimentación del ganado.
Dos kmts por carretera y senda de tierra hasta Zafra. Ya cambia el terreno, plano y cereales, también alguna viña, olivos. En el pueblo extremeño he tocado la Vía de la Plata, hay más infraestructuras de albergues, yo me albergo en el  Vicent Van Gogh, hospitalera escocesa y dos peregrinos más con habla inglesa, estoy ya en un Camino usado.

Ha finalizado el Camino del Sur.