Etapa 61: Ivrea - Viverone | Recorrido

En Ivrea concluye, tras varias jornadas desde Aosta, nuestra relación con el río Dora Baltea, que se dirige al sur para verter su rico caudal en el Po. La VF se encamina ahora al este dando un rodeo para evitar la SP228 (carretera de Viverone).

Desde la plaza Ferruccio Nazionale seguimos la comercial Via Palestro, ante la sala de cine Giuseppe Boaro (fue el primero de Italia, desde 1910, y sigue operativo), hasta el parque de Piazza Freguglia con la oficina del peregrino (información, agua, wc). Continuamos al frente por el Corso Massimo d’Azeglio hasta la iglesia de San Lorenzo, y aquí giramos a la izquierda por la Via Cascinette.

Poco a poco salimos de Ivrea para, entre prados, cultivos y arbolado, tomar la Via Monte de La Guarda, que nos lleva a la reserva del lago di Campagna. Nos aproximamos a su espejo de agua por una senda rocosa que comunica dos áreas de descanso. Donde concluye el lago encontramos el acceso a Cascinette d’Ivrea.

Por la base de la Sierra de Ivrea, las choperas escoltan las pistas rectilíneas hasta las inmediaciones de Burolo, que se alza sobre una loma con su iglesia.

Ante la capilla de San Rocco y San Sebastiano dejamos a mano derecha el cementerio y un parque (fuente) con monumento a los combatientes. Pronto encontramos las primeras casas de Bollengo, subiendo desde la capilla de San Rocco hasta el pequeño casco antiguo. Además de varios edificios decorados con frescos, contemplamos una curiosa estatua de Neptuno rematando una fuente con pilón y una vivienda que incorpora ¡un relicario! en su fachada.

Ya por los campos, la característica torre románica nos guía hasta la iglesia de los santos Pietri e Paoli in Pessano, del s. XI, óptimo lugar para el reposo. Desde ella contemplamos la vega con sus cultivos y choperas, y la localidad de Bollengo.

Entre pequeñas aldeas rurales como Piane la VF, que coincide con el Camino Real de las viñas torinesas, prosigue hacia Palazzo Canavese por tranquilas carreteras locales. Atravesando el núcleo, un tanto decadente, alcanzamos su plaza de la iglesia dedicada a San Genesio, con la torre de campanas exenta, donde existe una caseta del agua.

El itinerario oficial avanza en paralelo a la Serra de Ivrea y asciende ante una capilla con su atrio arbolado. En 20 minutos estamos en Piverone, con estructura de burgo viario murado, en el cual pasamos bajo su torre del reloj hasta la plaza donde se alzan el ayuntamiento y la iglesia de San Pietro e San Lorenzo (fuente).

Entre haciendas agrícolas una carreterilla, luego pista de tierra, se abre paso entre viñedos y nos ofrece buenas vistas del lago de Viverone; se trata de un delicioso tramo. Una de las granjas ha habilitado un espacio de descanso para el peregrino. En el medio del campo aparecen las ruinas de la iglesia medieval de Gesiùn (fuente).

A través de la campiña mediterránea, con sus olivos y más vides, descendemos al lago a la vista de la Cella de San Michele, antiguo priorato ahora transformado en granja. De este modo, por la larga Via Umberto I entramos en Viverone hasta la plaza del Comune.