Etapa 82: Altopascio - San Miniato | Recorrido

A través de dos plazas rodeamos la iglesia de San Jacopo y por un arco de la muralla desembocamos en un parque, que atravesamos en diagonal, para seguir ya la carretera SP3 hasta una gasolinera y una amplia rotonda. Por fortuna pronto giramos al sur, en paralelo a la circunvalación y separados de ella por pantallas, para adentrarnos en la zona arbolada que precede a Villa Campanile (fuente).

Vamos un instante por la carretera de Orentano, y al salir del pueblo seguimos una pista agraria: primero entre casas y granjas dispersas, como la de Corte Basilio, más tarde por bonitos tramos emboscados compuestos por robles y castaños cruzando el río delle Lame.

Nos aproximamos a las casas de Chimenti, de nuevo en la SP3, que tomamos a la derecha. 200 m después la dejamos, y también la provincia de Lucca, para entrar en la de Firenze junto a un centro hípico con caballos de tiro (área de descanso).

Un tramo de ancha calzada, originaria del s. XII y sucesivamente reparada hasta el s. XVIII, recorre un bello tramo balizado con un marco viario del Gran Ducado Fiorentino. Tras cruzar el río dei Greppi por la pasarela de madera que ha sustituido el puente de piedra dieciochesco, entramos en Galleno muy cerca de su iglesia de San Pietro.

Siempre al frente recorremos el pueblo, que dispone de todo tipo de servicios a pie de ruta. Lo dejamos, bajo una hilera de plátanos, por la Via Romana Lucchese, que alcanza la SP15. Enseguida huimos de ella por un camino de tierra que se adentra en el bosque junto a una nueva hípica.

A 20 m de una laguna poblada de nenúfares y ranas cruzamos el río Lischeto, junto a una granja, para continuar por el extenso y atractivo bosque delle Cerbaie, catalogado como reserva natural. La Francígena coincide aquí con el GR201 (Via delle Sette Quercie), y pasa luego por una zona más alta entre retamas y pinos, confluyendo con la SP61.

4,3 Carretera SP61. Se toma a la derecha, 400 m con andaderos llenos de basura, para junto a una iglesia divisar el valle del Arno y Fucecchio. Abandonamos la compañía del asfalto para descender por un túnel vegetal, entre grandes robles, hasta Ponte a Cappiano.

Pasamos primero ante la Villa La Palagina, con capilla y reloj de 1709 en su fachada, y luego alcanzamos la plaza y el mediceo puente cubierto con edificios, remedo a pequeña escala del Vecchio fiorentino.

2,2 Ponte a Cappiano.

Tras cruzar el canal Maestro, al lado de una buena área de picnic con fuente, seguimos sobre su dique herboso un buen trecho. Comienza la Toscana de los pueblos encaramados a las colinas, y los primeros los tenemos al frente: en primer plano Fucecchio, y más alejado San Miniato.

Un giro de 90º nos conduce hacia el sur, junto al también canalizado río de Fucecchio y por las feraces tierras de aluvión del Valdarno. Tras bordear una zona residencial, y superar la circunvalación de la SP11, por la Via Ponte del Rio nos introducimos en el casco urbano de Fucecchio.

Acabamos ascendiendo al casco antiguo por la Via San Antonio, con sus escaleras de ladrillo, pasando ante el palacio Montanelli, del s. XIV, hasta alcanzar la colegiata de San Giovanni Battista, con la agradable plaza-jardín-mirador del Poggio Salamartano, a la que también se asoma la abadía de San Salvatore.

Bordeando la colegiata bajamos a la Piazza Vittorio Veneto, con el palacio Corsini, y luego por la Via Donateschi hasta la Piazza Giuseppe Montanelli, con el teatro Pacini. El largo trayecto urbano, repleto de servicios de todo tipo, se prolonga entre plátanos hasta el río Arno. Antes de cruzarlo descendemos a su ribera un instante, pudiendo disfrutar de otra área de descanso arbolada con fuente.

Atravesamos por fin el Arno por el puente de 1869, que tuvo que ser reedificado tras la II Guerra Mundial, para regresar al dique que bordea San Pierino.

En este tramo la Francígena, descrita como Strata Romea, coincide con el itinerario de Vèzelay a Asissi, identificado con la tau. Después de caminar un trecho en paralelo a la SR436, abandonamos el dique para tomar una carretera local que entre cultivos se dirige al pequeño núcleo disperso de Ontraino.

Antes de llegar a la iglesia de San Giuseppe nos desviamos a la derecha, y poco después de nuevo por la misma banda, dando un evidente rodeo que nos lleva a enfilar, ya era hora, la colina de San Miniato. Discurrimos bajo la vía férrea, por un paso a menudo encharcado, y posteriormente bajo la autovía de Firenze a Livorno.

Para compensar la degradación de este tramo, con varias casas arruinadas, en la entrada a San Miniato Basso un vecino ha dispuesto un tenderete con bebidas frescas y dulces de donativo. Es así como llegamos a una rotonda decorada con un monumento de Marcello Scarselli dedicado a Pinocchio y el juego del aro (2016). A continuación el camino pasa junto a las iglesias vieja y nueva, apartándose de las carreteras.

Al lado de la Misericordia, donde funciona un albergue, entre viviendas con sus huertas tomamos el pequeño dique que acompaña al río Pinocchio. Una dura subida, por un camino de tierra panorámico, nos permite contemplar las «casas colgadas» de San Miniato. El trayecto final ha de hacerse por carretera, pasando junto al acceso al convento de San Francesco.

Por los deliciosos jardines Bucalossi, con su clásica alameda, llegamos al casco antiguo y ascendemos a la izquierda, bajo un arco de la muralla, hasta la Piazza della Repubblica, situada al pie de la catedral y con el singular edificio del Seminario.