Etapa 4: A Rúa de Valdeorras - Quiroga | Al Loro

Distancia: 
26,5 km
Duración: 
7 h
Dificultad: 
3
Paisaje: 
3

Etapa sin dificultades especiales, aunque un tanto rompepiernas por sus subidas y bajadas; avanzaremos casi siempre a media altura, con buenas vistas sobre el valle del Sil, río que mantendremos siempre a mano izquierda.

A la salida de A Rúa abandonamos la comarca de Valdeorras (provincia de Ourense) y pasamos a la de Quiroga (provincia de Lugo), una de las que conforman la famosa Ribeira Sacra, territorio que seguiremos recorriendo en las próximas jornadas.

Los bicigrinos cargados con alforjas lo tendrán difícil en el tramo de subida de Montefurado a Ermidón y en la bajada desde Bendilló; mejor que sigan siempre la carretera LU-933, en un entorno agradable y sin apenas tránsito.

La etapa recorre pequeños pueblos, prácticamente sin alojamientos ni servicios de restauración intermedios; sólo en pleno verano o en fiestas puede abrir algún bar con horario incierto. Por ello resulta aconsejable llevar siempre agua y algo de comida. Quiroga, capital de la comarca, sí cuenta con todo tipo de servicios.

En el tramo de carretera entre A Rúa y Albaredos veremos figuras de animales, máscaras y signos jacobeos colgados de los postes eléctricos y del tronco de los árboles, una curiosa y enigmática instalación obra de un artista anónimo.

Hay un pequeño puesto donde los peregrinos pueden sellar su credencial, tomar un café, y siempre hay zumos y fruta. Lo mantienen —todo el año— los vecinos y una bodega de la localidad.

Desde un punto del camino podremos ver a lo lejos el túnel de Montefurado (que significa, textualmente, monte horadado o agujereado), magna obra de ingeniería romana del siglo II d.C.; son 400 metros excavados en la roca para desviar el curso del río Sil y facilitar la extracción de oro.

Antes de subir al pueblo pasaremos ante la capilla das Farrapas; junto a ella se conserva una antigua almazara o molino de aceite, así como una pila de piedra granítica, de forma circular y con un canal, utilizada desde tiempos de los romanos para recoger el líquido resultante de moler las aceitunas.

El camino rodea el castillo o torre de Novais, conjunto formado por un torreón defensivo de planta cuadrada, cuyo origen data del siglo X, y una construcción anexa conocida como Palacio de la Encomienda, del siglo XIII; éste albergó la primera sede en el valle de Quiroga de los caballeros de la orden militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalén, que después se transformó en la Orden de Malta.

Desde Caspedro, muy cerca ya de Quiroga, el antiguo camino de peregrinación seguía hacia Hospital de Quiroga; el rodeo, que no está señalizado, alargaría nuestro recorrido en 2 km. Quien desee conocer el lugar –aunque la iglesia suele estar cerrada– puede dar un paseo hasta allí por la tarde, desde Quiroga y ya sin la mochila a cuestas, siguiendo la carretera LU-623, que dispone de aceras (2 km de ida y otros tantos de vuelta).

A 1,1 km del camino (ver punto anterior) se emplaza el conjunto monumental de Hospital de Quiroga, del que forman parte: la iglesia de San Salvador, uno de los templos más importantes del Camino de Invierno, de origen prerrománico aunque con importantes reformas posteriores, con cruceiro; la Casa de la Encomienda, casa señorial del siglo XVI, y, por último, la Casa Torre de Hospital, también del siglo XVI.

A 1 km del centro de Quiroga siguiendo el camino, cruzando el río por el primer puente, podemos visitar el Centro de Interpretación de la Minería Aurífera Romana, con maquetas y audiovisuales explicativos sobre la extracción del oro en el entorno. El acceso es libre mediante reserva en el sitio web Museos Vivos.

El sur de Galicia era una gran zona productora de aceite de oliva desde la época de la dominación romana; sin embargo, tras diferentes avatares políticos durante los siglos XVI y XVII, agravados por el enfriamiento climático del siglo XVII, se abandonó su cultivo. Sólo quedaron unos pocos miles de olivos en el valle de Quiroga, donde se siguió elaborando aceite de forma tradicional; ahora algunos productores locales lo han convertido en producto gourmet, un verdadero oro líquido que se paga a precios desorbitados.