En esta etapa abundan los sitios agradables para descansar y comer: la plaza o los jardines de Poggio Moiano, los atrios de la iglesia de San Martino (área de recreo) y el santuario de Santa Vittoria, o el entorno arbolado de Trebula Mutuesca.
Etapa 4: Ponticelli di Scandriglia - Poggio San Lorenzo | Al Loro
Si se alarga la etapa 3,3 km nos podemos alojar en el convento Ancelle del Sacro Cuore, donde se solicita un donativo (ved en la siguiente etapa). | |
Una etapa complicada para las bicis. Por ejemplo, al salir de Ponticelli es recomendable tomar, a 1,9 km del centro, la carretera que a la derecha se aproxima a Scandriglia, y proseguir luego por la vía local que de Scandriglia va a Poggio Moiano. | |
Desde el Santuario de Santa Vittoria también es preferible continuar por Monteleone Sabino y, tras desembocar en la vía Salaria Vecchia, seguir por ella a la izquierda hasta encontrar el desvío a Poggio San Lorenzo. | |
Hemos de prestar atención a los cruces en el tramo de monte bajo que se prolonga desde la salida de Ponticelli hasta el enlace de la variante de Farfa. | |
La localidad es famosa por su Infiorata del Sacro Cuore (último sábado de junio), artísticas alfombras florales que tienen su origen en las elaboradas para la procesión del Corpus Christi. | |
A 1 km de la localidad, junto al camino se encuentra la iglesia de San Martino, un templo gótico con frescos del s. XVI en su interior que reaprovechó piezas romanas en su fachada. | |
El santuario de Santa Vittoria, en el municipio de Monteleone Sabino, es un edificio románico de los ss. XI-XII construido sobre un templo del s. III con sus catacumbas, donde había sido sepultada la titular. En el atrio se han dispuesto diferentes restos romanos, así sepulcros y columnas. | |
Al llegar a las ruinas de Trebula Mutuesca la señalización es confusa: si no encontramos el camino que rodea el sitio arqueológico por la derecha (al este de un campo de fútbol), podemos seguir la carretera a su izquierda: son 100 m más. | |
El sonoro nombre de Trebula Mutuesca se refiere a una ciudad sabina, sostenida por el comercio del aceite de oliva, que contaba con un templo de la diosa Feronia. Romanizada, en el s. II d.C. fue dotada de foro, anfiteatro y termas, ruinas hoy visibles desde el camino. Parte del expolio arqueológico se expone en Monteleone Sabino. | |
Tomemos con calma el tramo final, una prueba de resistencia como la del día precedente, en especial la bajada y subida del Fosso delle Molle, y la «escalada» a Poggio San Lorenzo. | |
El río Farfa, afluente del Tevere, discurre muy encajado entre los barrancos boscosos que rodean Poggio San Lorenzo, entre ellos el Fosso delle Mole, que cruza el CSF. | |
Por fin un albergue municipal, lo que nos infunde esperanza en el compromiso público en el apoyo a los peregrinos. | |
Tres bares se sitúan en la Piazza Marconi, corazón de la localidad, en dos de los cuales se puede comer algo (pizza, focaccia). El pueblo también cuenta con un pequeño alimentario, donde preparan bocadillos y son muy amables con los peregrinos. | |
Pintoresco borgo de traza medieval. Además de la iglesia de San Lorenzo (fines del s. XIX), que domina su plaza, y de un gran lagar musealizado, a 2 km se encuentra el santuario de la Madona dei Penitenti, construido en los ss. IV-V junto a una gruta. | |
Un plato típico de la comarca, sobre todo de Monteleone Sabino, es el de los fettuccine alla trebulana, pasta condimentada con tomate, jamón, tocino, setas y guisantes. |