Etapa 22: Oloron-Sainte-Marie - L'Hôpital-Saint-Blaise | Al Loro

Distancia: 
23,3 km
Duración: 
5 h 45 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

El Camino del Piamonte / GR-78 sale de Oloron por el quartier Sainte-Marie; desde la placita que hay frente a la puerta de la catedral de Sainte-Marie, tomaremos la rue Saint-Grat y seguiremos de frente hasta abandonar la ciudad.

La mayor parte de la etapa discurre plácidamente entre paisajes de campiña; pero todo cambia en los últimos 5,9 km, donde afrontaremos una zona muy quebrada por senderos de tierra en el interior del bosque, con sucesivos repechos y bajadas pronunciadas.

Salvo una tienda de alimentación en la localidad de Moumour, no hallaremos ningún otro servicio a pie del camino durante el resto de la etapa, por lo que hoy resultará imprescindible llevar alguna vitualla en la mochila; pensad además que L’Hôpital-Saint-Blaise es un pueblo muy pequeñito y sin comercios.

A pie del camino, justo después de la iglesia, disponemos de una tienda donde su propietaria Mme. Marie-Pierre invita a los peregrinos a tomar un café. Es un colmado que tiene de todo: fruta, pan, conservas... por lo que vale la pena detenerse a comprar algo y a degustar el café.

A 2,5 km de aquí estaba el campo de internamiento de Gurs, el mayor del sur de Francia, construido a marchas forzadas en 1939 para confinar a 26.000 republicanos españoles huidos tras la Guerra Civil. En sus 400 barracones rudimentarios se hacinaban los exiliados, con letrinas al aire libre y sufriendo condiciones misérrimas. Durante el régimen de Vichy, bajo la ocupación nazi, pasó a ser un campo de concentración donde fueron deportados decenas de miles de judíos, miembros de la resistencia y gitanos. En el lugar hoy puede visitarse un emotivo memorial, con lápidas de las víctimas y restos de los barracones.

Al final de la etapa dejamos la región occitana del Béarn y entramos en la Soule (Zuberoa o Xiberoa en euskera), la provincia más oriental de las tres que forman el País Vasco francés. Lo notaremos en L’Hôpital-Saint-Blaise (Ospitalepea), donde los rótulos pasan a estar en euskera; también veremos algunos lauburus, cruces de brazos curvos considerados un símbolo ancestral de protección solar.

El albergue, de sólo 8 plazas y exclusivo para peregrinos, es pequeñito pero agradable, y cuenta con cocina. Está ligeramente separado del camino, a 150 metros por encima de la carretera. Previamente debemos registrarnos en la oficina de información que hay en la iglesia, donde dan el código de entrada.

En la Edad Media éste era un lugar perdido en el bosque, donde se construyó un monasterio y un hospital de acogida para los peregrinos; de todo ello hoy sólo resta la iglesia mozárabe construida en el siglo XII, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Recomendamos la visita, que incluye la proyección de un video-mapping con sesiones en francés, inglés, euskera y español.

En la gastronomía local destacan produits du terroir –productos de proximidad– tales como los quesos y embutidos artesanos, la gallina de granja o platos de cuchara como la garbure (una sopa tradicional a base de col, hortalizas, legumbres, salchicha y confit de pato o de oca).