Etapa 22: Oloron-Sainte-Marie - L'Hôpital-Saint-Blaise | Recorrido

Desde el centro de la ciudad nos dirigiremos hacia la catedral de Sainte-Marie; una vez en su puerta, mirando hacia la placita, enfilaremos la calle de nuestra derecha, la rue Saint-Grat, donde localizaremos las señales del GR-78; seguimos de frente por la avenue Tristan Derème hasta llegar a una gran rotonda; aquí tomamos el tercer vial que parte hacia la derecha, el boulevard Henri Laclau que avanza en dirección noroeste. Seguimos por su acera, entre las casitas bajas del quartier Pondeilh, y al cabo de 750 metros el paseo se convierte en una pista asfaltada (atención, pues apenas hay arcén, si bien el tráfico es escaso). Tras tres kilómetros de recorrido llano y rectilíneo, en paralelo a un pequeño canal, llegamos a la localidad de Moumour.

Seguimos la calle principal (D424), doblamos una curva y rodeamos por la derecha la iglesia de Saint-Jean-Baptiste. Atención: al cabo de 20 metros, siguiendo la misma acera de la tienda de alimentación, giramos a mano izquierda en bajada por una rampa (Côte de la Argouette); al final de las casas cruzamos un canal y seguimos a la izquierda, junto a una cancha y un frontón de pelota vasca; superamos un puente sobre el río Vert y continuamos a la derecha, por asfalto y en ascenso a través del quartier Petrot, para tomar un camino ancho de tierra. Al cabo de 900 metros giramos a la izquierda por otro camino de tierra, a veces un tanto embarrado; seguimos el recorrido, señalizado por postes del GR, entre agradables paisajes de campiña. Llegamos al pequeño pueblo de Orin, muy pintoresco pero sin servicios.

Atravesamos el pueblo por la rue des Marronniers, cruzamos la carretera D836 y salimos por el Chemin du Moulin; avanzamos por una pista asfaltada entre los campos y superamos un paso inferior bajo la carretera D936;  el camino, ahora de tierra, nos acerca durante unos metros a la orilla del río Gave d'Oloron, si bien enseguida lo dejamos para enfilar un último tramo de asfalto que nos conduce hasta el pueblo de Aren, algo mayor que el anterior pero también carente de servicios (en el centro sólo hay un bar o bistrot –si bien de horario incierto– y un camping en las afueras, alejado de nuestra ruta).

Pasamos una plaza donde están la iglesia, el ayuntamiento y un caserón de piedra con aspecto de fortaleza, que bordeamos girando hacia la derecha, para salir del pueblo junto a un depósito elevado de hormigón; al cabo de 300 metros llegamos a una bifurcación donde tomamos la pista asfaltada de la izquierda, que avanza entre campos de maíz y girasoles. Avanzamos siempre de frente hasta las primeras casas de Préchacq-Josbaig. Una vez en el pueblo llegamos a un stop y cruzamos la carretera C25. La localidad, como sugiere su nombre, está formada por dos barrios, situados a lado y lado del puente sobre el río Joos.

Pasamos ante el ayuntamiento y seguimos a la izquierda por la Carrère Saint-Pierre; en una plazoleta con una farola en el centro volvemos a doblar a la izquierda y al cabo de 250 metros llegamos al puente sobre el río Joos; nada más cruzarlo tenemos un recodo de hierba con una mesa de madera, lugar agradable para hacer una pausa (si bien tuvieron la brillante idea de situarla a pleno sol). Ascendemos hacia una zona de casas aisladas, con un parterre de césped donde hay otra área de descanso, y llegamos a la carretera D936; la cruzamos por un paso inferior y seguimos a la derecha, en franca subida, por una pista de asfalto. Al cabo de 900 metros deberemos prestar mucha atención: justo después de una curva, frente al poste que indica 5,9 km para l'Hôpital-Saint-Blaise, abandonamos la pista y giramos a la izquierda por una vereda de tierra y hierba poco pisada, junto a la alambrada que delimita un campo. Hasta aquí la etapa podría considerarse fácil e incluso aburrida, pero en breve comienza el rock’n roll. 

Avanzamos durante 80 metros por dicho camino herboso, que se convierte en sendero y se interna en el bosque, con una bajada resbaladiza hacia un riachuelo; lo cruzamos e iniciamos una fuerte subida, que durante un tramo continúa junto al límite de los campos; al final de éstos, en un giro del camino, seguimos de frente y nos internamos de nuevo en la espesura del bosque. Al cabo de 700 metros llegamos a un paraje alto y despejado, con varias colmenas de abejas, donde veremos a la derecha una palombière, plataforma elevada y camuflada entre las copas de los árboles, que se utiliza para la caza de palomas durante su migración.

Aquí comienza otro tramo magnífico por bosque, cuyo recorrido zigzagueante incluye bajadas por senderos resbaladizos y el paso de un arroyo gracias a una pasarela de madera. Cruzamos de frente una pista forestal y al cabo de 850 metros, después de un repecho, llegamos a una carreterita asfaltada (D859); la seguimos a la izquierda en ascenso, para dejarla tras 120 metros por un camino que sale a la derecha; pocos metros más allá atravesamos un puente peatonal de madera sobre el rio Lausset, donde aparece ante nosotros la preciosa iglesia de Hôpital-Saint-Blaise, construida en el siglo XII y cuya visita es obligada. El pueblo es muy pequeño, con sólo 80 habitantes.