Etapa 18: Les Cassés - Avignonet-Lauragais | Al Loro

Distancia: 
24,5 km
Duración: 
5 h 45 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
4

Dos cruces realmente peligrosos, por tratarse de una vía con bastante tráfico y en una larguísima recta, son los de la D6113 en Le Pont de Rigole y de nuevo hacia Montferrand.

Etapa flaca de servicios, a no ser que nos desviemos de la ruta, durante toda la jornada: tan solo en Naurouze encontramos un restaurante, pero no hay ninguna tienda hasta Avignonet.

Dos lugares se nos antojan idóneos para descansar: el Seuil de Naurouze, con área habilitada en su salida, y el mirador de Montferrand, con una pequeña mesa junto a la imagen del Sagrado Corazón, con la vista de los Pirineos como telón de fondo.

En el inicio de la etapa se puede regresar al Canal de La Rigole por donde subimos, o bien continuar a Saint-Paulet por la D113 (3,1 km), y desde aquí proseguir hasta el canal (400 m).

Solo hay un punto problemático en la etapa: la subida a Montferrand, pero se puede solventar haciéndola por carretera. Una vez en la ciudadela, en vez de rodear el pueblo como propone el GR conviene dirigirse directamente al oeste hacia Avignonet.

En caso de urgente necesidad, pues nos perderemos Naurouze, hay un atajo señalizado para llegar a Montferrand desde la Rigole. El cartel se sitúa en la salida hacia la granja de Ferrabouc, y marca 2,8 km, lo que supone un ahorro de 3,5 km, casi una hora menos de marcha.

Desde el lago de Naurouze vale la pena desviarse hasta el obelisco de Riquet, que sólo dista 500 m.

Desde alguno de los alojamientos próximos a Naurouze tienen servicio de traslado a peregrinos, normalmente desde Avignonet. Algunos cobran por ello, desde luego siempre menos que un taxi, otros no. Consultad a la hora de hacer la reserva.

Del mismo modo que en lac de Lenclas, el GR rodea el Seuil de Naurouze hacia el sur, recorrido meramente panorámico, por lo que si seguimos al frente ahorraremos unas centenas de metros.

En Naurouze tenemos la primera posibilidad de seguir el Canal du Midi hasta Toulouse, o sea, dos etapas más. No lo recomendamos porque el primer tramo no es el mejor, ya que discurre próximo a la autopista y está en gran medida asfaltado (mejor para ciclistas). Además sería un pecado perdernos el paso por Montferrand, Avignonet y, al día siguiente, por Villefranche o Montgaillard.

Seuil de Naurouze. Antes de llegar al lago de Naurouze, desde lo lejos ya vamos divisando el obelisco, con dos coronas de cedros en su base, que en 1825 fue levantado en honor de Pierre-Paul Riquet. Se cuenta que antes de elegir este punto para la partage o divisoria de aguas del gran canal que comunicaría los dos mares, Atlántico y Mediterráneo, constató que las aguas de la fuente de La Grave tomaban en este punto dos sentidos opuestos: por el Hers hacia el Garona, y por Le Fresquel hacia el Aude. Sobre el imperceptile Col de Naurouze, de 189 m de altura, en 1665 fue construido un lago, de forma octogonal, que con varios juegos de exclusas y aliviaderos permitiera repartir las aguas llegadas de la Montaña Negra por el Canal de La Rigole, desviando las sobrantes para el riego. No se llegó a levantar la nueva y gran población aquí proyectada para el comercio, y lo que hoy vemos son paseos arbolados, grandes áreas de cesped y jardines, todo ello formando parte de nuestro itinerario, un verdadero lujo del que disfrutar con calma.

En el barrio bajo el Camino pasa al lado del templo de Saint-Pierre d’Alzonne –nombre antiguo de Naurouze–, parroquia extinta y ahora capilla del cementerio. Construida en 1096, muestra elementos románicos. En un lateral se exponen varias cruces discoidales del Medievo, labradas con símbolos gremiales, florales o el crismón.

En lo alto, donde estaba el castillo, del recinto fortificado aún perduran paños de la muralla y una puerta intacta del s. XV. La iglesia de Nôtre-Dame no es otra cosa que un antiguo refectorio conventual del s. XV reaprovechado. La panorámica abarca la Montaña Negra, la llanura del Sillón Lauragais con la fértil campiña de Castelnaudary al este, la torre de Avignonet al oeste y, a lo lejos, los Pirineos.

Avignonet-Lauragais es un fin de etapa fallido, pues por el momento carece no solo de albergue, sino de cualquier tipo de alojamiento salvo un camping, pero solo si llevamos tienda. Esta circunstancia nos obliga a desplazarnos por los alrededores, lo que implica hacer más distancia, entre 3 y 4 km solo de ida y fuera de la ruta a no ser que nos vengan a buscar: 1. La Goutille es la granja que más trabaja con peregrinos, y que mejor precio nos ofrece; 2. En el área de servicio de Port Lauragais, junto a la autopista des Deux Mers (A61), hay un hotel funcional con bastantes habitaciones; 3. Más alejada que los anteriores queda la granja En Jouti.

Construida entre los s. XIV y XVI, la iglesia de Nôtre-Dame-des-Miracles muestra un ábside pentagonal y portada gótica. Su torre de 40 m de altura, con la escalera de caracol adosada al exterior, consta de un soberbio campanario, con dos cuerpos de planta octogonal, rematado por una flecha. Al modo de un faro sobre la llanura, se ha convertido en uno de los iconos del Lauragais. Cerca del templo se mantienen en pie unos 250 m de la muralla, levantada en el s. XII y reedificada hasta el s. XVII; de ella forman parte varios elementos de la porta de Cers o la torre de la pólvora, de 1610. Por el caserío, ahora con el ladrillo como protagonista del aparejo, encontramos algunos edificios singulares.