Etapa 16: Porto - Vilarinho | Al Loro

Distancia: 
26,5 km
Duración: 
6 h 30 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
1

La etapa, perfectamente señalizada, es prácticamente toda por asfalto, por zonas urbanas y rururbanas, incluyendo un polígono industrial. En cuanto a los servicios, hoy pasamos delante de bares y restaurantes continuamente.

A pesar de que Porto tiene solamente 237.000 habitantes, su área metropolitana supera los 1,3 millones; así pues, no es difícil adivinar qué tipo de entorno y paisaje nos espera en esta etapa. Algunos peregrinos, aunque nosotros no lo recomendamos, toman el Metro de Porto (un tranvía ligero) hasta Araújo (la estación de Custió, a la salida de Araújo, está a pie de camino), o incluso hasta Vilar do Pinheiro.

La salida de Porto es fácil: debemos ir a la plaza Carlos Alberto, donde está el monumento a los caídos en la I Guerra Mundial. Es nuestra referencia. Y allí tomar, dirección norte, la rua de Cedofeita, una calle peatonal (con buenos sitios para desayunar). Luego ya avanzamos siempre en la misma dirección, siguiendo con facilidad las flechas amarillas.

Algunos peregrinos que llegan en avión enlazan con el camino desde el aeropuerto, saltándose olímpicamente la ciudad de Porto; el camino pasa a 2,5 km del aeropuerto, a la altura de Moreira da Maia, y por supuesto el tramo de enlace no está señalizado.

Existe una importante variante entre Porto y Ponte de Lima, para info: Camino Portugués: La variante de Braga.

Una posibilidad es alargar la etapa hasta São Pedro de Rates (culturalmente más interesante que Vilarinho), donde encontramos un buen albergue público específico de peregrinos, el primero que abrió en el Camino Portugués. Un lugar agradable para descansar. Pero desde la catedral de Porto hasta dicho albergue son 37,9 km.

Hoy caminamos a ratos (junto con los lugareños) por carreteras sin arcén encajadas entre muros de piedra, lo que nos obliga a tener una cierta precaución. Y a confiar en la precaución de los demás. Afortunadamente, los tremendamente peligrosos 4 últimos kilómetros por nacional hasta Vilarinho fueron desviados en el año 2012, con muy buen criterio, por las asociaciones responsables; ahora es un agradable paseo por monte.

Algo más adelante de la iglesia, en la plaza donde hay el busto de un doctor, encontramos una pequeña bifurcación; una flechas indican seguir recto, y otras girar a la derecha. Recomendamos seguir recto, pues la opción de la derecha tiene un cruce muy peligroso de una autovía (doble carril) con un guardarraíl en medio.

En el año 2013 se abrió el albergue de peregrinos del Monasterio de Vairão: una excelente alternativa como final de etapa. De hecho, está a tan sólo 1,6 km de Vilarinho.

Para pernoctar tenemos dos alternativas: el albergue privado Casa da Laura (a la salida) y la acogida particular de la familia Vidal (a la entrada). A las personas o parejas que les apetezca cierta intimidad les recomendamos la acogida particular. En temporada alta, la reserva previa, en ambos alojamientos, es más que recomendable.

Podéis leer el artículo de Antón Pombo: Porto: 12 visitas para peregrinos inquietos.

La catedral es un edificio que data de los siglos XII y XIII, por lo que alberga elementos de estilo románico y gótico, si bien con importantes añadidos barrocos.

La visita a la catedral es gratuita (excepto el claustro) y aquí nos sellarán (y entregarán, si la necesitamios) la credencial. El horario es de 9:00 a 18:30 (17:30 de noviembre a marzo). En caso de que estuviera cerrada podemos sellar en la oficina de turismo que hay justo al lado.

Quizá lo mejor de la ciudad sea su agradable ambiente y las estupendas vistas que, desde el Cais da Ribeira (el paseo del muelle) y otros puntos de la ciudad, tenemos sobre el río Douro (Duero) y el omnipresente puente Dom Luís I. La ciudad también cuenta, por supuesto, con monumentos destacados como la catedral, la iglesia y torre de los Clérigos o la estación ferroviaria de São Bento.

El bacalhau, como en todo Portugal, es el producto estrella. Aparte de las recetas comunes típicas de todo el país con este célebre producto, en Porto destaca el bacalhau à Gomes de Sá, que lleva el nombre de su creador. En la elaboración, el bacalao es desmenuzado y macerado con leche para después hornearse con ajo y cebolla y acompañarlo con aceitunas y huevos cocidos.

Los ciudadanos de Porto son llamados tripeiros en honor a esta carne y la elaboración más famosa de la ciudad son las tripas á moda do Porto, similares a los callos españoles pero a los que se añaden judías blancas.

Si lo que buscamos es dulce, Porto es una ciudad con multitud de opciones. Muy similares a los Pastéis de Belém de Lisboa, aquí podemos encontrar las natas y otras elaboraciones que, pese a no ser originarias de la ciudad, se han extendido, como los bolos de arroz, las queijadas o los oves moles.

Si queremos comprar provisiones para la etapa siguiente (aunque encontraremos servicios de sobra), podemos visitar el mercado de Bolhão, de lunes a sábado en el centro de la ciudad.