El Camino de Madrid a Sahagún, verano de 2014
Iniciamos el camino en la iglesia de Santiago de Madrid.
Muy solitario, pero encantador por el paisaje y por el paisanaje.
Nos ha gustado por que en él todavía se vive la esencia del Camino, el ánimo de la gente al pasar por los pueblos y por los campos.
La libertad de ser y estar solo contigo mismo, aunque vayas acompañado y no necesitar nada más que lo que llevas encima.
Es duro solo el tramo de la Fuenfría, las rampas de la calzada romana se las traen, la llegada a Peñaflor se hace muy larga, pero el resto se lleva bien.
Bien señalizado, en algun lugar hasta demasiado. Solo desde Valseca a Añe hay muy pocas marcas.
Al principio no hay o están cerrados, Zamarramala nuevo y gratuito, Coca austero pero con un encanto de hospitalera, Alcazarén nuevo, Peñaflor muy amables, Cuenca de Campos, la dueña del bar ama el Camino y Santervás son excelentes personas los hospitaleros.
Las primeras etapas solo hay hostales, pero después la acogida es genial.
Los futuros peregrinos deben disfrutar como nosotros lo hicimos del espíritu del Camino de antes, no del mercantilizado de ahora.
Buenos caminos a todos.